—¿Qué deberíamos hacer ahora mismo? —Me pregunto mientras observo a mi esposo, no evito ver también al camarero que lleva las bebidas en una gran bandeja de plata, siento como mi boca se seca y tengo la clara intención de acercarme, pero una mano que me tomó del brazo me lo impide, veo como mi esposo parece no querer soltarme, lo que me desespera, no me gusta que me sostengan de esa manera.
—Creo que no deberías tomar más, pronto será el momento de hablar de todos. Los novios suelen decir unas palabras delante de sus invitados y luego sería el fin de la fiesta de bodas, aunque los novios son quienes se retiran. —Suspiro con fuerza, olvide que un tonto discurso debe ser dado ante los presentes. Y claro, los novios, o sea, nosotros debemos irnos para nuestra luna de miel, pero no creo que llegue a pasar—Además, has tomado bastante ya. —Frunzo un poco el ceño, si he tomado champagne, pero eso no era suficiente. –
—Algunos de los invitados ya están pasados de copas, ¿Crees que alguno prestara atención a lo que digamos? —Caleb se encoge de hombros, pero entonces sé que no tengo alternativa. —Vamos ya entonces, no quiero seguir aquí. Pronto serán las 2 de la mañana y me duelen los pies. —Confieso ante mi esposo. –
—¿Prefieres estar en un lugar privado para hacerme ver el regalo que explícitamente dejó tu madre en tus manos? —Caleb sonríe, pero no puedo determinar qué clase de sonrisa es esa. —Si algunos invitados estaban ebrios no importa, la mayoría tiene activos sus cinco sentidos, sobre todo los de la prensa. —Caleb hace una pausa. —Hagamos que todo esto salga bien, ¿Estás dispuesta a cooperar? —Su voz extrañamente se dulcifica y con cuidado ha acariciado mi mejilla, no es algo desagradable, pero debo decir que no me lo esperaba.
—Hagamos que este cuento de hadas sea digno de recordar. —Caleb se siente complacido por mis palabras, pero es cierto que no tengo la más mínima idea de que debería decir, supongo que no podría esperar que algo bueno saliera de todo esto.
Solo trato de relajarme todo lo que pueda y con esto trato de ser positiva, aunque no me sienta para nada feliz con lo que está sucediendo, suspiro una y otra vez, mientras que atravesamos todo el lugar, recibimos miradas de todos los invitados, algunas son pícaras y otras son amables que muestran la linda pareja.
Como olvidar que también están las miradas de los ebrios y la mirada de odio de mi suegra, también puedo ver a mi padre, quien no importa lo que haga, siempre dirá que soy su mayor decepción. No es como que logre esto importarme, no cuando ya me había acostumbrado a su despectivo trato.
—¿Estás nerviosa? ¿Quieres que te acompañe? —Caleb susurra en mi oído y siento como escalofríos involuntarios recorren todo mi cuerpo, no comprendo bien el motivo de su acción, así que lo tomo solo como una especie de apoyo. Asiento despacio con la cabeza y es que, cada vez más nos vamos acercando y con esto llamando la atención de todos. —Solo sígueme y déjate llevar por todo esto, puedo prometerte que, tus sentimientos serán reales por mí, Daphne, haré que sientas algo de verdad. —Parpadeo ante lo que me ha dicho y esto parece ser una especie de promesa, sea lo que sea, debemos ir al escenario y hablar.
Por fortuna mi vestido sigue en un buen estado, un estilo de romanticismo, delicado, bello, este vestido no fue escogido por mí, ya que, el que verdaderamente quería tenía los hombros descubiertos junto con un hermoso escote en forma de corazón. Pero este, el corte princesa fue el que se escogió para mí, sospecho que mi padre estuvo detrás de todo esto, supe entonces que él sabía que yo tomaría algo extravagante. La imagen que quieren que yo ofrezca a la prensa es de una novia inocente que está cumpliendo su promesa con su amor de universidad.
Trataría de que así fuera, pero no estaba segura de lograrlo por mucho tiempo, aunque por mi madre y Caleb, que hasta ahora estaba siendo amable conmigo, no se merecía que fuera una tonta con él. En el momento que ya hemos subido al escenario, la música ha parado, Caleb tomó el micrófono que estaba encima del escenario con una mano, y con la otra que tiene libre toma también mi mano, quiere dar con esto una apariencia tierna, al menos es lo que pienso. Luego de dar unos golpecitos a este, logra llamar la atención de todos aquellos que no nos estaban mirando, entonces algunos, muchos, demasiados pares de ojos nos observan en este justo momento.
—Qué bueno que he llamado la atención de todo el mundo, mi esposa Daphne y yo queríamos darles las gracias a todos por estar aquí en nuestra boda, un momento intimo donde no podríamos estar más felices y contentos con la dicha de tener a cada uno de ustedes, celebrando con nosotros. —Entonces Caleb empieza a dar un discurso de palabras que lentamente no voy escuchando, me doy cuenta como su mentón perfilado llama bastante mi atención, su postura es recta a pesar de que el micrófono es un poco más bajito, él está ligeramente encorvado, posiblemente mi esposo mide 1.89 como máximo, sus cabellos rizados se ven muy bien desde aquí, así que no me imagino como lo estarán viendo los demás, no hablemos de sus labios, parecen suaves ¿Tendrán un sabor dulce?, también sus manos son grandes y cuando estuvimos bailando hace unos momentos sus manos me sostenían con mucha facilidad, posiblemente mi cintura sea un fácil de sostener para él. Me doy cuenta de que rumbo está tomando mis pensamientos y me golpeo mentalmente. No debería pensar así, está mal, ¿Verdad?, es lo que quiero pensar. —Mi esposa diría también unas palabras en agradecimiento. —Llegó nuevamente a la realidad y noto como Caleb me mira expectante, junto como todos los demás.
Supongo que no había una manera de escapar de todo esto.
—Justo como ha dicho mi esposo Caleb, nada de esto estaría sucediendo aquí y ahora, de no ser por su presencia la cual es una de las más importantes de la boda.—El silencio puede sentirse, entre el público están mis padres, mi madre que me mira con cariño y la despectiva mirada de mi padre.—Hoy he experimentado muchas emociones, la tristeza de dejar atrás una parte de mí, pero que ahora es compensada por ser parte de la vida de mi esposo, no me queda más que ser feliz junto al hombre que yo…—Hago una breve pausa, puede que Caleb a mi lado se vea calmado pero por como sostiene mi mano, aprieta suavemente.—Junto al hombre que amo y el cual se ha encargado de hacerme feliz desde nuestros años juntos en la universidad.—Mi mirada cae en la madre de Caleb, la cual me está matando con la mirada, entonces no puedo disimular una sonrisa.—No puedo decir más que gracias; gracias por acompañarnos a mi esposo y a mí en nuestro día especial. Les pido que disfruten el resto de la fiesta, es momento de que mi querido Caleb y yo, lo hagamos. —Finalmente escuchó risas y con esto aplausos.
Lo que menos me espero es ser tomada por sorpresa por Caleb, quien me besa delante de los invitados, ha tomado mi rostro con delicadeza y nuestras lenguas se encuentran casi de inmediato, esto logra hacerme dar vueltas la cabeza, mi corazón se estremece por este acto, y tengo el reflejo de alejar al hombre que es mi esposo, pero sé bien qué hace esto debido a que la prensa debe estar contenta y completamente convencida con todo lo que ve. Los labios de Caleb sin duda se sienten suaves y tienen un dulce sabor, pero, no estaba contenta con que me besara sin mi permiso por más que sus intenciones sean buenas hacia mi o hacia la prensa, debía tener una charla con él una vez estemos solos. Caleb se ha alejado de mis labios y ha sonreído, sus ojos se mantienen calmados y luego vuelve a tomarme de la mano, por mi parte recuperó el control de mi respiración que hasta hace unos segundos era completamente irregular.
—Podemos irnos ahora. —Murmuró Caleb y asiento con la cabeza, no digo nada más y es que entre las palabras de los invitados que siguen y siguen felicitándonos, desaparecemos del ojo público una vez que atravesamos por una gran puerta.
El silencio se hace presente entre ambos, incómodos por el beso de antes, pero no lo decimos.
—Te estaré esperando en la salida que está por la derecha del lugar, ahí verás un auto que nos llevará a nuestra casa. Puedes cambiarte en tu habitación privada. —Caleb me toma del rostro con cuidado, dándome una pequeña sonrisa que no sé a ciencia cierta cómo debería de interpretar, entonces siento que tal vez, lo que dijo antes era completamente en serio, mi esposo quiere hacer que me enamore de él.
—Entendido, te veré luego. —Sin esperar alguna respuesta por parte de Caleb, me alejo suavemente para luego ir a mi habitación donde en el camino a esta puedo pensar en todo este día que finalmente parece tener un fin.