El que mi esposo me haga saber que no siente la más pequeña simpatía por su propio hermano, me hace dar cuenta de que tal vez, tenga sus razones para esto, ¿Sería un niño de tan solo 4 años de edad empezar a odia a un bebé de tan solo 2 años de vida?, bueno, puede ser que la vida de Caleb antes de que sus padres se separaran haya sido buena, aunque con una madre como Louis, no se me hace difícil comprender porque el señor Jones se había separado de su primera esposa y correr a los brazos de otra mujer, pero, yo no era quien para juzgar lo que hizo en su pasado, aunque su hijo era el único que podría siquiera reclamar estos hechos.
Nuevamente el silencio se había apoderado de nosotros y luego de lo que pareció ser un largo recorrido por toda la casa de los Jones, hemos llegado al famoso jardín, mentiría si dijera que era horrible, pero la verdad es que todo aquel jardín era hermoso, rodeado de tanta flora y fauna, flores hermosas, arbustos robustos y unos muchos árboles que hacían todo más fresco. Incluso había una piscina alejada a unos muchos metros de distancia. En una mesa bajo una gran sombrilla de color blanco, se encuentra una pareja, ambos visten iguales y parecen reírse y tomar limonada, entonces no hay duda de que esos son los padres de Caleb, pero ¿Quién era el hombre apartado que parecía estar hablando por teléfono?, no me da tiempo de ver su rostro ya que está de espaldas, pero ya no tiene importancia pues, los padres de Caleb se han dado cuenta de nuestra presencia.
—Buenos días, padre, madre, que bueno es volver a verlos. —Caleb es el primero en saludar, al mismo tiempo la mujer de cabellos negros y largos en una elegante y alta cola se había levantado para entonces alzar los brazos y abrazar a mi esposo, luce bastante joven, pero es posible que ya tenga unos tantos años. No puedo ver sus ojos ya que lleva unos lentes para el sol, sin embargo, casi de inmediato se los saca para dejar ver unos preciosos ojos verdes.
—Mi hermoso chico, estábamos tan perdidos en la exquisita recepción que olvidamos saludarte. —La mujer abraza a mi esposo y al lado está otro hombre que ahora que lo veo de cerca, tiene cierto parecido con Caleb. —Supongo que esta es la adorable chica que no me habías presentado ¿Verdad? —Suspiró mentalmente, ya que por el tono que usa la mujer siento que, no me odia, no como Louis.
—Es correcto madre, esta es mi esposa Daphne. Daphne, ellos son mis padres Leonardo y Julieta Jones. —Efectivamente, mi suegro Leonardo debe estar enterado de la situación. Junto con el parecido que tiene con Caleb, destaca su cabello marrón que está siendo tomado por el blanco, tiene ojos negros como mi esposo y esta ligeramente bronceado.
—Hemos visto las reseñas del periódico, salieron en la portada de varias revistas como la; “Pareja más enamorada de todas”, creemos que el título puede ser cambiado, pero, es cierto que ambos se veían muy enamorados. —Me encojo de hombros. —Es un placer finalmente conocerte, Daphne. —Mi suegro toma mi mano y la estrecha solo un poco.
—El placer es todo mío y espero que puedan considerarme como una más de su familia. —Julieta abre la boca un poco y luego levanta los brazos para acercarse y abrazarme, no me esperaba esta reacción, pero enserio, todo esto es mejor a recibir la mirada asesina de Louis.
—Eres tan dulce, no dudo que tu carácter tan hermoso haya sido lo que enamoró a nuestro Caleb, y no te preocupes linda, nos encantará verte seguido por aquí. —Julieta me suelta lentamente y me mira de arriba hacia abajo. —Caleb, será mejor que la cuides bien, es tan hermosa que cualquier hombre no dudaría un segundo en robarte. —Mi esposo ríe un poco y con él mis suegros. Si tan solo esta mujer supiera lo que realmente ocurre.
—No te preocupes madre, me aseguraré de que ningún rufián esté cerca para llevársela. —Las risas ligeras siguen y ahora mismo no sé qué decir, supongo que mi reputación como una “tímida y dulce novia” debe mantenerse por un momento más.
—Toma en cuenta el consejo de nuestra madre, hermanito, los rufianes suelen tomar los tesoros más preciados de un hombre. —Casi de inmediato, la sonrisa de Caleb parece irse ante la voz que interrumpe. Mi atención ahora cae en el hombre que acaba de llegar por lo que siento que claramente como el destino pareciera querer jugarme pesado, aquel hombre es el invitado insufrible de la recepción de la boda, el mismo que me había interrumpido en mi momento a solas para descansar de la actuación de una novia tímida y amable. Se que es él ya que aquel extraño tenía sus mismas características físicas, el hombre que ahora resulta ser el hermano de Caleb, es bastante alto, tiene el pelo oscuro, ojos verdes, como Julieta y a comparación con mi esposo, no está tan bronceado. Le ha dicho “Hermanito” a mi esposo, entonces este debe ser el hermano menor por dos años que menciono Caleb en el pasado. Pero no espere que fuera el mismo de la boda. Es extraño como mis piernas quieren temblar ante su presencia cuando ya nos hemos visto, pero ahora estamos bajo la clara luz del sol, ¿Acaso todos los hombres de esta familia eran todos guapos?, posiblemente, pero no creo que Caleb tenga más hermanos.
¡Despierta Daphne, no importa que tan guapo sea ese tipo es claramente un idiota! —Me grita mi consciencia.
—¿Eres la hermosa esposa de mi hermano no es así?, no soy tonto, los periódicos no dejan de alabar la belleza de la novia—El hombre sin deprimirse en lo absoluto toma mi mano con la más fina de las delicadezas y se inclina un poco para besar el dorso de mi mano, sus labios me han hecho cosquillas y al mismo tiempo me he quedado sin decir nada, pero por la expresión que tiene mi esposo ahora mismo, será mejor no crear malentendidos. —Es bueno verte de nuevo, Daphne. —Murmura muy por lo bajo, no llamando la atención de los presentes, fingirá entonces que no nos hemos visto la noche anterior.
—Es correcto señor, soy Daphne Park, la esposa de Caleb. —Tan pronto como me presento noto la diversión atravesar los ojos de aquel hombre, le divierte aparentemente saber que actuare como si no lo hubiera visto nunca. He logrado alejarme para mantener la distancia y es que aun, el ahora hermano de mi esposo tomaba mi mano, por la expresión de Caleb logró saber que esto no le gusta, pero para nada.
—Me gusta que te presentes con tu apellido propio, el individualismo es la mejor manera de destacar, de ser como otras mujeres, hubieras optado por llamar la atención con tu nuevo y famoso apellido. —Finalmente puedo comprender qué era aquello que me estaba molestando, desde que desperté no han dejado de llamarme “señora Jones”, al ser un matrimonio por conveniencia era resultaba muy difícil para mí poder responder ante el apellido de mi ahora esposo, no puedo cambiarlo por más que quisiera. —Henry Jones, es un placer poder conocer a la mujer que le robo el corazón a mi querido hermano. —Con que ese es su nombre, en la recepción al momento de que él se apareciera, se negó a decime su nombre porque “no era para nada importante saberlo” Iba a responder, pero la voz de Julieta nos interrumpe.
—Vamos, vamos Henry no seas muy brusco con Daphne, no quisiera que se llevara una mala impresión nuestra por tus ocurrencias, hijo. —Me apresuro a negar con la cabeza.
—Para nada, Julieta. —Mi suegra sonríe aliviada, es claro que quiere tener una relación buena conmigo y esto es algo que agradezco.
—Mientras ustedes se presentan de manera mutua, me gustaría participar, pero el trabajo nunca descansa. Los veré luego y Daphne. —Mi suegro llama la atención de todos, pero sobre todo la mía. —Bienvenida a la familia. -No sé porque, pero tengo la sensación de que ha dicho esto sabiendo algo que yo no, pero por ahora no tengo intenciones de saberlo. Sin esperar algo, el señor Leonardo se va caminando al lado del mismo mayordomo que nos guío por estos lados, ambos se van caminando hacia quien sabe dónde. Por lo que solo quedamos Julieta, Caleb, Henry y yo, en el pronto silencio Henry llama nuestra atención.
—Yo propongo que tomemos algo de comer, estoy seguro de que hasta la bella Daphne tiene ganas de comer algo. —Julieta codea a su hijo quien sonríe, niego con la cabeza.
—Esta familia puede resultar un poco intimidante, pero estamos seguros de que lograrás estar a la altura, aunque mi querido Henry es un poco directo al hablar. —Julieta toma a su hijo del brazo.
—Lo que dice mi madre, Daphne, Henry puede ser bastante molesto así que te recomiendo que lo ignores. Vamos, es momento de que sigas conociendo la casa de nuestros padres. Luego podemos comer algo. —Caleb me tomó de la mano, mis ojos van hacia atrás por unos segundos, los cuales fueron más que suficientes para notar como mi ahora cuñado me guiñaba un ojo, no he podido evitar sentir pánico y molestia al mismo tiempo, y mi vista se posa hacia adelante. Nadie ha visto eso, ¿No?
Sospecho que será un largo día.