Allison Todo era un caos y me sentía completamente agotada. Ya había pasado un mes desde que mi pequeña niña había nacido, todavía le faltaba un tiempo más aquí y eso me desesperaba. Yo había estado internada dos semanas, luego me dieron en el alta y fue tanta la desesperación de tener que irme y no estar todo el tiempo a su lado que, Edward, mi jefe, se aseguró que tuviera una habitación para mí aquí. La deuda que yo tenía con ese hombre, era ya casi impagable para mí, pero las veces que le había dicho que le devolvería todo lo que había gastado en nosotras simplemente me decía que lo dejara estar. Claramente no iba a suceder, de alguna manera encontraría la forma de pagarle y agradecerle por todo. Desde aquella vez que salió de la habitación no había vuelto, se había ido de viaje a