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Perfectamente Imperfectos (Historia de una atracción inevitable)

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intro-logo
Blurb

Mi jefe es un ser frio, déspota y maniaco del control. En ocasiones pienso que no es un humano sino un robot sin sentimientos.

Nunca me mira más de escasos segundos, asique cuando se entera de que estoy embrazada lo único que le importa es saber si voy a poder seguir haciendo mi trabajo. Podría decirse que es hasta una actitud normal en él, sin embargo, lo que no es normal es la manera en que se quedó conmigo toda la noche cuando mi trabajo de parto se adelantó debido a que me caí de las escaleras en la empresa.

Tampoco fue normal cuando tres meses después de dar a luz me llevo a vivir con el cuándo vio en las deplorables condiciones en las que vivíamos mi hija y yo. Entonces, empiezo a ver otra faceta suya, donde no es tan robot o déspota como pienso, sobre todo cuando sostiene a mi pequeña en sus brazos y le canta canciones de cuna con extrema dulzura.

No voy a engañarme, Edward Knight es guapo hasta rozar el punto de lo irreal, y no lo hace mejor cuando me mira como si realmente me deseara, pero son sus gestos inesperados los que me hacen cuestionar mis emociones y esa maraña de sentimientos que empiezan a surgir.

¿Qué es lo que está buscando? ¿Por qué su cercanía despierta sentimientos que no pensé que volvería a sentir?

¿Podre resistirme a la atracción que empieza a seguir entre ambos o caeré inevitablemente en el encanto irresistible de este hombre que parece estar más allá de lo real?

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Capitulo 1
Allison Dos rayitas. Dos jodidas rayitas que parecían dos focos alumbrando ese palito pequeño. Sentí un frio helado recorrerme la espalda, esto tenía que ser un error, no podía real. Esto debía ser una jodida equivocación, no podía ser cierto. Mi mano temblaba y mi corazón retumbaba en mi pecho mientras descubría en mi baño que estaba muy embarazada. Cerré los ojos, enormemente agobiada ¿qué íbamos a hacer ahora? ¿cómo se lo iba a decir a Jackson? Estábamos literalmente jodidos, había usado los pocos ahorros que tenía para comprar este apartamento que era más chico que una caja de zapatos y estaba prácticamente en ruinas. Jackson hacía más de seis meses que no conseguía nada estable y apenas y sobrevivíamos con lo poco que yo ganaba en una floristería. Pero eso se había acabado también, esta tarde me habían despedido porque la dueña estaba demasiado anciana para seguir sosteniendo ese pequeño local, que la mayoría de los días daba más perdidas que ganancias. Mi jefa la señora Clark, se iría a un pueblito en Colorado con su hija y su familia a disfrutar de su retiro. Pero eso significaba que yo me había quedado sin el único trabajo y fuente de ingreso que nos permitía sobrevivir. Me había indemnizado, pero eso apenas alcanzaba para unas semanas, ahora no solo estaba aterrada por la falta de dinero inminente, sino que además tenía que agregarle un futuro bebe en camino. Mi cabeza dada vueltas sin encontrar una salida inminente, empecé a sentir como los ojos se me aguaban y la respiración subía y bajaba de forma cada vez mas acelerada. Tenía que encontrar un trabajo y tenía que encontrarlo ya, mire la hora en mi reloj, eran casi las siete de la tarde, Jackson había salido hoy por la mañana y esperaba que no demorara en llegar. Deje el test de embarazo en el cajón del baño, abrí la ducha y me desnude, el día había sido una mierda y no se ponía mejor. Deje que el agua fluya, imaginando que de esa manera se llevaría mis problemas ¿tendría esa suerte? Claramente no, la palabra suerte y yo, no íbamos nunca de la mano, porque si no, no se explicaba cómo es que la única vez que no nos habíamos cuidado, pum quedaba embarazada. ¡Había tomado la jodida pastilla del día después! Pero de nuevo, la suerte y yo no éramos mejores amigas, y ahora me sentía en un callejón sin salida, con un embarazo no planificado, sin dinero y viviendo en una pocilga. Cerré la ducha y me sequé, me puse un pantalón jogger y una camiseta y fui directo a prepárame un té, repasando en mi mente una y otra vez como le daría la noticia a Jackson. Sin dudarlo, podía afirmar que esta no era de las mejores noticias, hacía tiempo no éramos la feliz pareja que alguna vez fuimos, una mala racha, decisiones incorrectas y poca voluntad para conservar los trabajos nos llevaron a donde estábamos hoy. Y no era el lugar más bonito de todos. No sé en qué momento todo se vino tan abajo, nos habíamos conocido hacía dos años cuando el frecuentaba la cafetería en donde yo trabajaba, al principio me negué a todos sus intentos de coqueteo porque se notaba a leguas que era un mujeriego empedernido, pero poco a poco fue convenciéndome de porque era grandioso salir con él, supongo que su sentido del humor, su picardía y su encanto natural terminaron por hacerme ceder. Ese fue un grave error. Tuvimos una cita, y fue maravillosa, Jackson poco a poco me hizo su mundo y a los pocos meses nos habíamos mudado juntos, vivíamos en un mundo de fantasía, nuestro primer año juntos fue algo mágico, algo que cualquier novela romántica nos envidiaría. Pero entonces se quedó sin trabajo y un solo sueldo ya no alcanzaba, comenzó a beber y las discusiones no se hicieron esperar. Siempre era por lo mismo, por la plata que no alcanzaba y su poca entrega para conseguir un nuevo empleo. Había tenido varios este último año, pero no duraba más que unos cuantos meses, eso lo frustraba a él y a mí. Yo perdí mi trabajo en la cafetería cuando un cliente se quejó de que le había derramado café, estaba teniendo una muy mala semana y el dueño se aprovechó de eso para echarme. Pensé que se me terminaba el mundo, pero unos días después conseguí este empleo en la florería, no sabía nada sobre flores o administración, pero poco fui aprendiendo el oficio. Por su puesto nuestra relación estaba resintiéndose cada día mas, de hecho, íbamos a sepáranos cuando me convenció en un último intento desesperado por salvar la pareja de comprar este lugar con los ahorros que había juntado por más tiempo del que podía recordar, su entusiasmo y las ganas de formar una familia a futuro conmigo me convencieron, ese fue mi primer error, el segundo habernos emborrachado para festejar y olvidarnos de que debíamos cuidarnos. Ahora estaba sintiendo las consecuencias de ello. Mire el bolso demasiado tiempo, suspire y saque el sobre con los quinientos dólares de indemnización que había recibido hoy y los guarde en mi cajita especial, tenía que ser inteligente y hacerme de un fondo de ahorro por cualquier cosa que pudiera pasar. Y por sobre todas las cosas debía conseguir un trabajo de forma urgente. Eran casi las once de la noche cuando Jackson cruzo la puerta, el sonido de sus pasos tambaleantes me despertaron, estaba borracho. Otra vez. Ni siquiera se dio cuenta que estaba en el sofá, siguió de largo a la habitación y lo escuche tirarse en la cama. Tenía tantas ganas de llorar, así no es como había imaginado que iría mi vida cuando me fui de mi casa. Bueno, cuando me echaron en realidad. No importaba. La vida seguía, eso lo había aprendido a los golpes, volví a acomodarme en el viejo sofá y cerré los ojos, mañana le daría la noticia. Me desperté toda contracturada, me di una ducha rápida y comprobé que Jackson no estuviera muerto en la cama, no lo estaba, pero estaba segura que dormiría hasta la tarde. Me vestí y salí de casa con la mayor cantidad de CV resume que tenía, decidí tener la mente en positivo, iba a tener suerte y encontraría empleo pronto. Caminé todo lo humanamente posible, fui a todos lados, tiendas, cafeterías, mercados, librerías incluso fui lo suficientemente atrevida como para responder a una solicitud de empleo en Knight Enterprise, sabía que no me iban a llamar, pero no perdía nada con intentarlo. Volví a casa sin empleo y con los pies matándome del dolor, pero no perdía las esperanzas, de que de algún lado me llamarían. Cuando entre Jackson estaba despierto, tirado en el sofá viendo un partido de no sé qué en la tele, deje el bolso, me quite los zapatos y me senté a su lado, me dio un corto beso en los labios y siguió prestando atención a la pantalla. —Jackson— me gire para mirarlo—. Tenemos que hablar. —¿Qué sucede cariño? —Ayer me despidieron de la florería— sus ojos encontraron los míos de inmediato—. Pero hay más, hay otra noticia que quiero darte desde ayer. —¿Mas? Por dios, cariño ¿Qué más podría ser? —Estoy embarazada. —¿Qué? No puede ser. —Bueno el test de embarazo en el cajón del baño no dice lo mismo— sin poder esperarlo o anticiparlo, Jackson se me tiro encima y me estrecho en sus brazos, me quede estática porque no esperaba esta reacción de él. —Oh, cariño— me susurro—. Vamos a ser una familia al fin, como tanto soñamos. ¿Qué? ¿Dijo una familia? Acaso estaba… —¿Estas feliz? — apenas logre decir, el tomo mis mejillas entre sus manos y dejo un beso corto en mis labios. —¿Tu no? Sé que no lo planeamos, pero veras como esto nos va a unir más, yo te prometo que mañana mismo conseguiré un trabajo, me pondré serio y lo hare bien por ustedes, mis amores— lo mire pasmada—. Te lo juro mi pequeña Allison, voy a ser un mejor hombre por ti y ese bebe, seremos una gran familia. Esta vez lo hare bien. —¿Estas seguro? — dije apenas—. Jackson ninguno de los dos tiene trabajo ahora mismo y vivimos en un lugar que se está cayendo a pedazos. —Lo sé, pero conseguiré un trabajo y todo, ira mejor— cerré los ojos, lo había escuchado muchas veces decir aquello—. Tu puedes conseguir algo de medio tiempo hasta que el embarazo este medio avanzado e iremos arreglando este lugar y lo convertiremos en nuestro hogar. Te lo prometo mi pequeña abejita, seremos una gran familia, no voy a defraudarte esta vez. Quise creerle. Le creí de hecho y ese de nuevo fue mi peor error.

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