Los Hijos del Ceo

El embarazo

Pov Bella

Dos meses después...

—¿Que te parece si al salir de aquí vamos a comer juntos?

Propuso mi padre luego de una larga junta, en donde se discutieron los nuevos proyectos de este año, me parecia una gran idea así que asenti.

Ambos salimos de la amplia estructura de la empresa, escoltado por dos de sus hombre de confianza, mi padre era un hombre muy poderoso, por lo cual era normal que se rodeará de un equipo de seguridad que cuidará de el, algo hambrientos nos dijimos a un restaurat cercano, en dónde luego de tomar asiento ordenamos y nos dispusimos a comer.

—¿Como sigues con el caso de Harrison?

Pregunto mi madre después de unos minutos, la demanda de divorcio estaba en proceso pero el muy desgraciado se negaba a firmar, al parecer Harrison tenía la leve esperanza de recuperar nuestros matrimonio, pero sinceramente yo no quería volver a verlo.

—Meg se está haciendo cargo, queremos negociar con el, pero se niega a hacerlo, yo solo espero que esto se solucione.

Le comente mientras continuaba comiendo, quería terminar el asunto de manera pacifica pero el se negaba hacerlo, luego de conversar un rato me excuse para retirme al baño, pero desgraciadamente antes de lograrlo, mi visión se torno borrosa y perdiendo el control de mis piernas me desplome al suelo.

*** ***

—Señorita Hitman ¿cómo se siente?

Pregunto una doctora iluminando mis ojos con una pequeña linterna, mi cabeza daba vuelta mientras que sentía como poco a poco mi cuerpo recobraba la fuerza

—Ahora mucho mejor ¿que me pasó?

Pregunté tomando asiento en la camilla mientras masajeaba mis cienes.

—Nada grave señorita, solo fue un desmayo

La chica me regaló una amplia sonrisa y extendiendo un resultado me comentó

—¡Felicidades! Está esperando un bebé, tiene dos meses de embarazo

Mi boca se abrió en completo asombro mientras que casi inmediato desprendi el papel de sus manos, me parecía una broma lo que acababa de decir la doctora.

Con manos temblorosas abrí el resultado y al recorer el papel en la parte baja de este divisé un enorme

Positivo...

Las lágrimas empañaron mi visión, mientras que mi mandíbula empezaba a temblar, llevaba años esperando este momento y hoy por fin, cuando menos lo esperaba lo había obtenido.

Llena de felicidad y con una enorme sonrisa como la de chenshire salí del consultorío y en la parte de afuera de la clínica me esperaba mi padre junto a sus dos hombres un poco preocupado.

—¿Te encuentras bien hija?

Mi padre se veía abatido cuando de manera frenética se acercó a mi, para escanearme con la mirada

—¿A qué no sabes?

Le pregunté abrazándolo como una niña, me sentía dichosa de al fin poder tener un bebé

—Me estás preocupando Bella

El rostro de mi padre palideció al no saber que pensar y regalandole una cálida sonrisa, grite

—¡Sere mamá!

El semblante de mi padre cambio a uno de felicidad total cuando muy feliz me abrazo, el mejor que nadie sabía mi anhelo de tener un hijo y que al fin se cumpliera era una dicha para toda la familia.

*** ***

Días después...

—!Es un maldito¡ lo detesto

Espeto Meg muerta de la ira, acababamos de llegar a su casa luego de salir del juzgado y como tanto lo temia nos habia ido pésimo, ahora Harrison quería peliar la paternidad del bebé que estaba esperando, lo cual era una gran mentira, ese niño no era de el, sino de aquel desconocido, al cual me folle descaradamente en el baño del restaurant.

—Tenemos que buscar a ese tipo, es la única salida, ese día realizaron un anuario, allí debe estar su nombre.

Comento Meg con esperanza, como una loca camino a su habitación, de dónde saco una caja con algunos libros, entre estos un anuario con todas las fotos de los asistentes al evento. Con lo agitada que habíamos estado estos días no había recordado eso.

—¡Aqui está!

Dichosa por encontrar lo que buscaba, Meg empezó a hurgar entre sus hojas, en dónde se detuvo apenas percibió la foto del Dios griego con el que tuve sexo desenfrenado.

—!Noooo¡

Espeto Meg con asombro colocandose de pie con sus ojos abiertos como platos, al leer su nombre

—Te cogistes a Artur wright, Bella

Mi mandíbula cayó al suelo ante su acusación y caminando hasta ella le arrebate el nuevo anuario.

Mis piernas se debilitaron y cayendo en el sofá a mis espaldas, me sentí la peor mujer del mundo, me había follado al enemigo de mi padre.

¿Ahora que haría?

Necesitaba buscar al padre de mi hijo para demostrar su paternidad, sino Harrison apelaría por nuestro hijo.

—¿Ahora que piensas hacer?

Pregunto Meg tomando asiento a mi lado, conocia a los wright y si algo sabía de ellos es que no ayudaban a un desconocido de gratis, lo que no entendía ¿por qué conmigo? esa noche habían muchas mujeres ¿por qué me busco a mi?

Con los ojos vidriosos me coloque de pie, no sabía que haría para evitar que Harrison se quedará con mi hijo, pero tenía que intentar de todo.

—Negociare con el, su empresa está en la quiebra, y yo tengo algo que el quiere.

Sabía de buenas fuentes de los wright estaban pagando mucho dinero por encontrar uno de mis proyectos, habia trabajado duro en un nuevo sistema, pero necesitaba su apoyo para deshacerme de Harrison, y si tenía que renunciar a uno de mis trabajos, lo haría con tal de conservar a mi bebé

—Sabes que cuentas conmigo

Dijo Meg a mi lado abrazándome de manera reconfortante, megara no era solo mi amiga, era mi hermana, ese apoyo en los peores momentos y tener su ayuda significa mucho para mí, ahora lo más difícil estaba por venir...

Negociar con Artur

*** ***

—El señor Wright se encuentra en una reunión importante.

Me encontraba en la recepción de la empresa de los writing, habían pasado un par de días después de enterarme que aquel desconocido, era uno de los enemigos de mi padre, desgraciadamente los planes de Harrison continuaban y si no demostraba que ese niño no era de el, el juzgado apelaría por una custodia compartida después de su nacimiento, lo cual no aceptaría

—¿En una reunión?

Pregunte al borde del colapso, el muy descarado estaba follando con una de sus amantes sin descaro alguno

¿Cómo lo sabía?

Fácil, no habia pasado ni cinco minutos desde que de su oficina salió una chica despeinada y ordenando su ropa, era obvio el muy idiota estaba follando con ella

—Digale que Bella Hitman lo espera

Estaba furiosa llevaba horas esperando sentada en un sofá, mi trasero empezaba a doler, mientras que las horas pasaban, tenia algo de prisa, la temporada estaba por terminar y tenía que ir a trabajar en el nuevo proyecto.

—¡Lo siento! debe esperar

Espeto la chica, odiaba el descaro de este par, así que llena de irá camine como loca a la puerta de su oficina y sin siquiera anunciarme ingresé en esta

El perro de Artur se encontraba de piernas cruzadas del otro lado de su escritorio mientras que fumaba un cigarrillo, al notar mi presencia el muy cínico sonrió de lado colocándose de pie con su camisa a medio abrir.

—Señora Hitman ¿Que gusto volver a verla?

Espeto recorriendo mi cuerpo con su mirada, el muy descarado no sabía disimular y todo este tiempo supo que estaba afuera esperando por el, achicando mis ojos, empecé a caminar a su encuentro y cuando me coloque frente a el, fruncí mis labios calmando mi ira antes de decir una imprudencia.

—!Necesitamos hablar¡

Dije sin rodeos, me parecía una pésima broma del destino tener que hacer esto para conservar a mi bebé, pero no tenía más opción.

Artur sonrió de lado y dándome la espalda regreso a su lugar, sin siquiera ordenar su ropa que lucia desprolija luego de una follada.

—Estoy embaraza y es tuyo

El rostro del apuesto hombre se contorsiono por unos segundos y luego de fruncir el ceño, recobro su postura luciendo imponente de nuevo

—¿Esperas que te crea bella? eres una mujer casada, lo más probable es que sea de tu esposo

Sugirió y mi mandíbula casi cae al suelo, el sabía mi nombre, sabía sobre mi vida, aquí la única ingenua fui yo, al meterme con un hombre que no sabía exactamente quién era... Aunque en mi defensa, jamás pensé en quedar embarazada de el.

—El y yo nos estamos divorciando y según la fecha todo indica que es tuyo.

Asegure apoyando ambas manos sobre su escritorio de manera amenazante, y el solo sonrió de lado, sabía que los writing era fríos y calculares y no me equivoque, por que ante mi tenía un gran imbécil... Yo solo necesitaba un bendito acuerdo entre ambos, el me ayudaba a pelear a mi bebé y a cambio le brindaba mi conocimiento para un nuevo sistema

—¿Y que es lo que quieres bella? ¿que te pida matrimonio y vivamos felices para siempre?

Pregunto recargandose en su silla con voz gruesa, el desgraciado era muy sexy.

Tuve que regañarme mentalmente para no caer de nuevo en sus encantos, definitivamente este Artur no era ni la sombra del chico que estudiaba conmigo, el era callado, respetuoso, discreto y no se preocupaba por su apariencia, pero este.. era arrogante, grosero, descarado, faltó de ética y valores.

—¡Nooo!

Respiré profundo antes de empezar a explicarle lo que necesitaba estrechando el puente de mi nariz, sabía que no sería nada fácil y corría el riesgo de que se negara, pero no tenía más opción

—Solo necesito que me acompañes al juzgado y testifiques, así la custodia del niño quedará conmigo.

Mis manos empezaron a temblar cuando la mirada helada de Artur coincidio con la mía

—No entiendo

Espeto frunciendo sus labios, lucía un poco molesto y eso me asusto un poco.

—¿Quieres que testifique que le fuistes infiel a tu esposo?

Pregunto con el ceño fruncido, yo por mi parte solo rodee los ojos, me incomodaba un poco tener que decirle a todos que el primero que falló fue Harrison al engendrar un hijo fuera del matrimonio

—Nooo, técnicamente el infiel fue el, al tener un hijo con otra mujer

Artur se sorprendio un poco por mis palabras y luego de asentir pregunto

—Digamos que accedo ¿Que ganaría a cambio?

Una pequeña sonrisa surco en mis labios al escucharlo dispuesto a negociar y encorbandome un poco sobre el escritorio con mis manos aún en este, propuse.

—Un nuevo sistema manguardista que levantará tu empresa de las cenizas.

Artur asintió y colocándose de pie con su camisa aún desareglada me extendió su mano

—¡Trato hecho!

Ahora sí estaba muy segura que me libraria de la rata de Harrison