Capítulo 28. Angelica quiere divertirse un poco con la anaconda

1575 Words

Ellos no se decían nada, pero con la mirada podías observar que había una gran chispa centellante entre los dos, a pesar de que eran como el agua y el aceite ya que venían de dos mundos distintos. Ella de los mundos de la nobleza y él desde el mundo de las calles, de la cárcel y de la mafia. Sin embargo, eso no fue impedimento para que prácticamente cupido los flechara y fueran arropados por el amor a primera vista, por parte de cada uno. —Entonces, si soy su asistente, seré verdaderamente su sombra. —comentó el pelinegro mirándola con algo de picardía—pero… ¿según usted no y que le molesta mi forma de hablar? Era obvio que ella no estaba habituada a tratar con personas como el pelinegro, pero como el hombre prácticamente movía cada fibra de su cuerpo a pesar de haberlo conocido hace poc

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD