El clima estaba soleado, con el cielo azul y sin una nube con el cielo bien azul, perfecto como para salir a pasear a un parque lleno de árboles. Sin embargo, a la princesa no le gustaba mucho salir al aire libre si no a sitios cerrados, y un poco solitarios. Al contrario de Ivanno quien vivió muchos años en la fría Rusia y a él le encantaba ese tipo de clima mediterráneo, como el de Mónaco. Entonces, el pelinegro para ahogar un poco sus penas, porque su padre ya no le iba a dar mucha ayuda para matar a aquel hombre tan poderoso, queriendo la compañía de la mujer caminando detrás de ella le sugirió: —Oiga, su majestad, y…si en vez de ir a un restaurante, ¿porque mejor no va a un bar al aire libre, con este día tan soleado a empinar el codo? Ella en ese instante, detuvo sus pasos y ensegu