Mientras tanto Angelica… Angelica paseándose de un lado a otro con su hermoso vestido blanco se tocaba el estómago porque tenía mucha hambre. Esa hambre siempre le daba de los nervios antes de ir a un concierto y siempre calmaba sus ansias con galletas y algo de alcohol, pero esta vez, la logística fue algo mala y no le dieron varias de sus exigencias. —Ah tengo mucha hambre, ¿cuándo vendrán las galletas? ¡Las pedí hace media hora! ¡Ya voy a empezar y no tengo nada en mi estómago! ¡Que horror esta gente de este teatro, ellos por lo menos debieron haber puesto todas mis peticiones aquí! —¡Ay si señora Angelica—comentó Carmen muy preocupada —, si quiere quédese aquí y veré que pasó. ¿Espéreme si?! Carmen se fue y a los pocos minutos, Angelica fue interrumpida por Antonio, su hermano mel