«¡Ah, mierda! Debo convencerlo para que me deje ser su escolta! ¡Para eso hice todos estos sacrificios! »—Pensó Ivanno estando ahí parado viendo como Jean Paul se iba. Por lo tanto, decidió actuar de inmediato para ir detrás de él. Pero al dar el primer paso, Lumiere el mayordomo lo detuvo diciéndole lo siguiente. —¡¿A dónde va señor? Debe acompañarme adentro del palacio para que hable con la esposa del príncipe! El pelinegro se detuvo y poniendo su atención solo por unos segundos hacía el mayordomo le dijo lo siguiente: —Voy a hablar con el príncipe acerca de su decisión. —Pero, lo que dijo ya está. Él quiere que usted sea el escolta de su esposa. —Trataré de convencerlo—Dio unas largas zancadas y caminó hacía el estacionamiento a donde se dirigía Jean Paul. Lumiere mirando como