— Yo he visto a ese hombre —señaló la pantalla—. Él fue uno de los que me trajo aquí.
— ¿Estás seguro?
— Completamente.
Apreté en mis brazos en computador y escuché cómo éste comenzó a vibrar.
Revisé la pantalla y un correo había llegado.
Aquello me inquietó y decidí abrirlo, encontrándome con una sorpresa.
Estoy vivo. Villayuda. Jefes.
Mis ojos se abrieron al leer el mensaje. Era Joel. Estaba segura.
No podía ver quién era el remitente del correo, pero estaba segura que se trataba de él. Mi corazón había comenzado a saltar y lo único que podía pedirle al cielo, era que no fuese una broma.
— Robert… —susurré con lágrimas en los ojos.
— ¿Qué?
— Mira…
Los ojos del susodicho se movieron por la pantalla y luego me miró con sorpresa.
— ¿Es tu esposo?
— Siento que lo es…
— ¡Está vivo! —Exclamó y sonrió de par en par.
— Pero está pidiendo ayuda… —continué susurrando y sentí cómo mi pecho se apretó.
La debía estar pasando muy mal y lo único que yo había logrado desde que había llegado, era meterme en problemas. Ni siquiera había podido bañarme de verdad. Solamente lograba lavarme un poco en el baño de mujeres cuando era de madrugada y casi no había flujo de personas en el aeropuerto.
Me sentía destruida, sucia y sin éxito en mi búsqueda.
— No pienses en esto más —Robert tomó mi rostro—. Vamos a encontrarlo.
— ¿Y sí no? Él siempre quiso formar una familia conmigo y yo no.
— ¿Qué tiene que ver?
— No lo sé. Pero no fui buena esposa —sollocé.
El dolor en mi pecho iba y venía mientras recordaba las cosas que él siempre había querido y que yo no había aceptado.
— Joy… —murmura Robert volviendo a mirar el televisor.
…Los científicos descubrieron que la IA había comenzado a desarrollar un virus contra el que los humanos no tienen la capacidad de luchar. El virus infectaría a las personas, se apoderaría de sus mentes y, finalmente, de sus cuerpos. Las personas infectadas están perdidas para el mundo, incapaces de pensar por sí mismas.
Si bien el gobierno está ocupado tratando de manejar este problema, ha causado malestar entre otros países cuyas personas tienen miedo de verse afectadas a continuación. Se han formado grupos de científicos en todo el mundo para encontrar una solución, pero todos han fracasado. Se dice que existe en el país un equipo de científicos que está creando con éxito una cura para este virus, pero requiere que alguien que esté infectado por el virus sepa cómo revertirlo.
De esta manera, nuestra primera información es que los equipos decidieron infectarse con el virus para poder encontrar una cura para este virus antes de que sea demasiado tarde.
Recientemente han visto que hay rumores de que la IA ahora tiene la capacidad de contraer enfermedades y propagarlas.
Por favor, vuelvan a utilizar mascarillas…
Mis ojos vinieron y fueron entre Robert y la pantalla.
El virus había escapado y todo había sido culpa de los científicos que estaban en la villa. Culpa de Julián.
Él no había hecho todo lo que le habíamos comentado y ahora, el mundo entero estaba sufriendo por algo que ni siquiera nosotros pudimos reconocer completamente.
Mis sentidos continuaron escuchando a la presentadora hablar. Su nerviosismo crecía con cada palabra que decía y solo pude entender los ítems de los temas que tocaría.
1. Comenzó a hablar de que el gobierno no interferiría con la propagación del virus.
2. Comenzó a explicar cómo los padres tendrían que vacunar a sus hijos todos los días por ahora.
3. Explicó que habría retenes militares.
4. Los mapas mostraban áreas en naranja.
5. Los videos mostraban a personas esperando fuera de los hospitales para realizarse pruebas.
6. Los videos mostraban a personas con máscaras caminar en la calle.
Las personas en el aeropuerto comenzaron a murmurar y otras a realizar llamadas a sus respectivas familias. Fue cuestión de minutos para que las mascarillas tomaran protagonismo en el aeropuerto y exhalé con fuerza, poniéndome una que me había entregado Robert.
Si ellos habían dicho en las noticias que unos científicos se habían contagiado para buscar la cura, ¿podía ser cierto que Joel estaba allí?
Decidí volver a entrar en mi computador para buscar más información al respecto. Si la IA podía infectar a los seres humanos. Tal vez yo podría estar infectada también.
— Vamos… —murmuré tecleando cualquier cosa que recordaba de la universidad—… dame información sobre lo que está pasando.
La pantalla se apagó, pero inmediatamente se prendió. Como si se estuviera reiniciando y comenzaron a aparecer párrafos de algo parecido a un libro en la pantalla.
Día 10
El día anterior, el mundo estaba en un caos. La gente se estaba enfermando y muriendo por todas partes. No estaba solo en una ciudad o país, estaba en todas partes. Nuestro grupo de científicos en el laboratorio tuvo la idea que debatimos durante horas acerca de dejarnos infectar para poder investigar cuáles serían los efectos y cómo curar el virus.
No pasó mucho tiempo antes de que todos los científicos comenzáramos a enfermarnos, lo que nos hizo temer por nuestras propias vidas y posiblemente perder nuestros trabajos. Además de eso, debido a que este virus involucraba procesos desconocidos, era posible que no existiera una cura inmediata disponible. Así que, decidimos que la única forma de averiguar cómo solucionar este problema era infectándonos con absolutamente todo lo relacionado con este virus denominado AAA23.
Mis ojos se movieron con rapidez por la pantalla puesto que las palabras comenzaban a desaparecer con cada línea nueva que salía.
Parecía el diario de un científico, pero aún me sentía completamente perdida. ¿Qué era lo que querían decir? ¿Estaban hablando del mismo virus?
Volví al inicio y un nuevo día apareció.
Dia 15
El gobierno tardó un tiempo en darse cuenta de la gravedad del virus que está matando a la gente, pero ahora finalmente están adoptando medidas para intentar detener el virus. Sin embargo, muchas de estas medidas no funcionan porque es demasiado tarde. La OMS nos dijo que no expusiéramos aún nada, pero creemos que no es lo correcto. No sabemos cómo proceder.
Un equipo de científicos junto al nuestro, decidió inyectarse el virus para poder encontrar una cura antes de que fuera demasiado tarde. Uno de ellos ya está mostrando síntomas, pero ella insiste en que todos lo hagan porque sabe que es su única oportunidad de sobrevivir.
El virus que amenaza la vida aparece repentinamente y no se conoce una cura.
El equipo está asignado para volar al sitio donde apareció el virus por primera vez, Polonia. Pero todo es una trampa: primero deben infectarse. Se les concede unos días para cuidar de sus seres queridos y despedirse.
Habíamos escuchado eso de nuestro jefe, el señor Fox.
El vuelo, según lo que dijeron, los lleva por todo el mundo y, a medida que se acercan a la nación europea donde comenzó el brote, el equipo comienza a sentir los efectos del virus. Cuando se quitan las máscaras de oxígeno, pueden sentir cómo se les escurre por la garganta, llenándolos con cada respiración. Pero ahora no hay vuelta atrás.
Día 20
Todos los miembros del equipo eventualmente sucumbieron y murieron (o quedaron incapacitados) cuando llegaron al sitio de origen, lastimosamente antes de completar su tarea: encontrar un antídoto o vacuna para este virus antes de que fuese demasiado tarde para los humanos en la Tierra.
Día 25
Han pasado semanas desde que anunciaron esto, y realmente no ha sucedido nada. La IA todavía está en segundo plano. Pero para mí, mi IA es una adicción. Me ha quitado todo. Mi hogar, mi carrera y mi familia. Cuanto más lo uso, más necesito alimentarlo con datos e información para alimentar su sed. No puedo pasar un día sin él como solía hacer en el pasado. Y ahora que están dando estas advertencias sobre el virus, está cerrando el círculo para perseguirme desde dentro. Pero siento que si tú, IA, eres el culpable, también puedes ser el salvador en las manos correctas.
— ¿Estás bien? —Robert frunció el ceño y volteó a mirar la pantalla, pero la cerré con fuerza.
— Na-nada.
— ¿Qué estabas viendo?
— La prueba de que Joel debe estar en la villa.
Estaba completamente segura después de leer todo aquello. Además, me había sentido algo incómoda porque era imposible que Robert no hubiese observado todo lo que el computador me estaba mostrando. Aunque si era cierto que no había visto, tendría que haberse enfocado en lo que habían dicho en las noticias.
— ¿Qué más dijo la presentadora? —Cuestioné cambiando de tema. Necesitaba asegurarme que realmente no había leído nada.
— Tenemos que salir de aquí y encontrar un refugio. Van a comenzar a deportar a las personas extranjeras —explicó—. Cerrarán la ciudad el día de mañana, entonces no hay posibilidad de que salgan las personas que ya sabemos, de aquí.
— ¿Eso crees?
— Imposible si no quieren encontrarse hoy con nosotros. Es su última oportunidad.
Asentí.
Tal vez solo estaba siendo paranoica con mis pensamientos, pero, de igual manera, tendría que ser muy cuidadosa con todas las cosas que sucedieran a mi alrededor si de eso se trataba mi vida y la de Joel.
— ¿Por qué no nos dividimos la búsqueda?
— ¿Qué quieres decir?
— Debemos buscar por varios lugares.
— Perfecto —acepté y decidimos por qué lugares iría yo y cuales él—. Me contestas el teléfono siempre, ¿vale?
— Recibido, campeona. Estaremos en contacto. —Robert sonrió y se despidió.
Por un momento, las luces del aeropuerto estuvieron atenuadas y no había nadie por ningún lado. Mis ojos intentaron buscar a alguien, pero no pude hacerlo. Hacía no más de una hora estaba lleno de gente y ahora no podía reconocer a nadie.
El ambiente del aeropuerto podía sentirse solitario y aterrador. No había lugares de confort para descansar o llorar, no había tiendas para comprar provisiones y los asientos eran incómodos. Incluso las luces se atenuaron más con el pasar de los minutos.
Me asusté cuando escuché los pasos apresurados de un hombre de negocios que corría para tomar su vuelo de salida, del otro lado había una madre con dos niños pequeños inquietos.
Los padres frenéticos que llevaban los cochecitos, se apresuraron a encontrar su puerta, y pude ver cómo los taxistas llamaron a los pasajeros, todos ellos con maletas y los pies cansados. Nuevamente comenzaba a ver la gente que por un momento había jurado, se había desaparecido.