Capítulo 6

1607 Words
Christián fue a correr por la mañana y al regresar hizo el desayuno, Sloane parece que tenía un sueño profundo o tal vez todo lo contrario y en ninguno de los dos casos la hizo salir de la habitación temprano, él tuvo que ir a tocar a su puerta, tenía un día ocupado y no quería retrasar nada. –Sloane –tocó la puerta –. El desayuno está listo. No recibió respuesta, estaba por alejarse cuando la puerta se abrió, Sloane ya estaba lista, su cabello rubio estaba sujeto con una coleta improvisada y tenía la misma ropa con que la había conocido. –Esa ropa debe estar sucia –mencionó Christián. –Ya me voy y es lo que tengo. Aún tenía el jeans rasgado justo donde tenía la herida. –Podríamos pasar a comprar ropa. –Has hecho suficiente por mí, solo quiero irme. Esta vez Sloane se comportaba de forma diferente, estaba impaciente y aunque intentó arreglarse parecía estar sudando, se rascó el hombro donde la piel estaba rojiza. –Vamos a desayunar. –Ya no quiero molestar. –Has estado aquí dos días, ¿acaso alguien te está buscando? –le cuestionó él. –De hecho sí –dijo ella –. Mi padre me necesita y tengo que ir a verlo. Esa respuesta no la esperaba, pensó que le respondería de mala gana, las personas adictas suelen ponerse de mal humor cuando entran en un tiempo prolongado de abstinencia. –Ve por tus cosas, yo te guardaré el desayuno para que te lo lleves. –No es necesario. –Vamos ve. Ella fue por su bolsa, él empacó la comida y salieron en el auto. –¿A dónde te llevó? Ella lo miró dudando antes te darle una dirección, Christián solo debía dejarla en ese lugar, pero Sloane le había dado un poco de información, parece que tiene familia, así que por ahí había una entrada a su vida. –¿Vives con tu padre? –le preguntó. –Me gusta pensar que él vive conmigo. –Eso suena mejor –contestó él –. Si quieres puedes llamarlo, te prestó mi teléfono. –No –respondió ella –. Él está enfermo y debo llegar para controlar que tome el medicamento. –¿Tú se lo pagas? –Eso no te interesa –sonrió ella viendo la ventana. –Les debías a esos hombres, por eso te tenían así el otro día. Ella no respondió, solo se quedó viendo a la ventana, él ya no volvió a hablar hasta llegar a la dirección que ella le dio, el edificio al frente se veía sucio y antiguo, además de peligroso, intentó ignorarlo, se la hubiera llevado de regresó, pero ella mencionó a su papá. –Si necesitas algo puedes llamarme –le extendió su tarjeta. Fue lo único que se le ocurrió en ese momento. –Tu teléfono siempre está sonando, no creo que me contestes. –Sí lo haré. –¿Y cómo vas a saber que soy yo? –Supongo que lo adivinaré. Sloane guardó la tarjeta en su bolsa y luego salió del auto, estaba por cerrar, pero miró hacía adentro. –Gracias. Sloane arrastró las palabras como si le costará decirlo, seguramente en raras ocasiones lo decía y era difícil hacerlo, Christián no le respondió, ella cerró la puerta y retrocedió, Christián volvió a conducir dejando a la chica misteriosa, apenas se dio cuenta que ella le había dado su nombre y que vivía con su padre enfermo de algo, la mayoría de las personas hablaban sobre su vida abiertamente cuando apenas lo conocían, estaba acostumbrado a ese tipo de trato, pero Sloane no dijo nada más y tomando en cuenta su actitud, no la volvería a ver, así que lo mejor era olvidarlo. Miró la hora en su teléfono y al darse cuenta que tenía tiempo de sobra, condujo directamente hacía el apartamento de Emma, iba a abrir con su llave, pero decidió tocar el timbre, escuchó la voz de ella del otro lado mientras abrió la puerta, Emma dejó de hablar en el teléfono y lo miró, él le sonrió y le movió los labios con un hola. –Te hablo después –dijo ella al teléfono y cortó la llamada, luego se lanzó sobre Christián –. ¡Viniste! ¡Te extrañé! Christián sonrió al sentir los besos de Emma sobre su cara, la levantó y ella rodeo la cintura con sus piernas, al llegar a la sala, ella bajó y él la beso en los labios. –¿Ya desayunaste? –dudó. –Estaba por hacerlo. –Sabes que tienes que comer –mencionó Christián colocando su cabello detrás de la oreja –. Es tarde. –Es que tenía unas cosas que hacer. –Todo lo demás puede esperar –le recordó –. Vamos, te hago algo. –Yo te ayudo –sonrió ella emocionada caminando con él a la cocina. Fueron a la cocina, Emma le contó sobre la tarde que pasó con sus padres y pasó a ver a Zoé a la empresa, pero estaba demasiado ocupada como siempre, así que terminó llamando a su amiga Sophie quien fue a dormir con ella, eso era algo que Christián ya sabía porque ella se lo había escrito en varios mensajes, aunque Emma le hubiera dicho las cosas por anticipado le gustaba decirlo cuando estaban juntos, él sirvió el desayuno para los dos. –Me serviste demasiado. –¿Ya no te gusta mi comida? –le preguntó. –Sabes que me encanta –dijo ella al darle un beso –. Igual que tu, me encantas. Se volvieron a besar, sus labios jugaron y sus lenguas se encontraron, Christián la abrazó, ella se subió en su regazo, Christián bajó sus manos a sus glúteos y ella empezó a moverse sobre él, entonces él la detuvo. –Tienes que comer –le recordó –. Luego hacemos lo que quieras. Le dio un último beso en los labios antes de que volviera a su lugar, Emma estaba comiendo bastante rápido y Christián tuvo que detenerla, hasta dejó de comer para que ella lo hiciera despacio, Emma casi le tira la comida en la cara cuando se dio cuenta de la sonrisa de él, solo estaba jugando con ella, al terminar, Emma levantó los platos, pero Christián le ganó el lavado. –Hiciste el desayuno, yo debería lavarlos –mencionó ella –. No tienes que hacer todo. –No me molesta hacerlo y también me ayudaste a hacerlo –contestó él. En ese momento su teléfono volvió a sonar, lo hacía todo el tiempo, Emma estaba a su lado y vio el nombre, lo iba a ignorar, pero sería demasiado obvio. –Es Larissa. –Puedes responder, ya casi terminó. Ella tomó el teléfono y respondió. –Hola. Larissa quedó un momento en silencio y luego reaccionó que era Emma. –Ah, hola Emma, ¿está Christián? –Está ocupado, ¿necesitas algo? –Es que no he sabido nada de él desde hace rato, solo quería saber si estaba bien, eso es todo. –Estamos bien. –Que bueno, ¿irán al almuerzo en casa de los Grey? Emma se quedó un momento callada, ella no sabía nada de un almuerzo, movió el teléfono y miró a Christián. –Quiere saber si irás a casa de tu tía Megan. –Aún no lo sé –contestó él –. Ya veré. Emma estaba por decirlo en el teléfono cuando Larissa se adelantó. –Ya escuché, gracias Emma, nos vemos. –Sí, adiós. Cortó la llamada y luego dejó el teléfono, Christian terminó de lavar el último plato y Emma tocó la orilla de la mesa con su dedo. –Creí que te habías visto con ellos después de la fiesta, Larissa mencionó algo de una post celebración. –Al final ninguno tuvo tiempo –contestó él al secarse las manos y caminar hacía ella –. Ahora que me he portado bien, me da mi premio señorita Robinson. Ahora ella lo detuvo. –¿Por qué no me has dicho lo del almuerzo? –Porque aún no sé si voy a ir. –Pero tus padres estarán ahí. –Y mi padre estará feliz que haya una persona menos –sonrió –. Lo acabo de decidir, nos quedamos aquí, tu y yo solos –la besó –. Y hacemos lo que tu quieras. Ahora el teléfono de Emma sonó, pero Christián la detuvo. –No, no, no, sin interrupciones –le advirtió. –Puede ser una emergencia. –Nos enteramos después –lanzó los teléfonos al bote de basura y la tomó de la mano para llevar a la habitación. –No los puedes tirar ahí –reprochó ella. –Los recogemos después. Apenas llegaron a la cama cuando Christián le quitó la blusa, le besó el cuello y bajó hacia sus senos, beso su vientre, rodeo la válvula, se detuvo mientras le beso un poco antes de llegar más abajo, el recuerdo llegó a su mente, esas horas que pasaron en el hospital, Emma apenas tenía diez años, no se sabía demasiado sobre la diabetes y como podía afectarle, ni siquiera sabían de donde, los médicos mencionaron algo sobre sus verdaderos padres, pero nadie podía asegurar nada, Christián le prometió que siempre la cuidaría, algo que al principio fue una promesa de niños con el tiempo fue un juramento de amor. –¿Qué haces? –le preguntó Emma. –Nada –le dijo él a subir y besarla en los labios –. Te amo.
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