¿Donde estoy? Escucho murmullos y el olor a medicamento se apodera de mis fosas nasales cuando por fin estoy cobrando conciencia. ¿Qué me pasó?. Abro mis ojos y en mi campo visual aparece un techo blanco, y a mi alrededor unas cortinas pálidas con varios aparatos extraños como si estuviera en un hospital. Parpadeo terminando de volver a mi órbita existencial hasta que me doy cuenta que estoy acostada en una camilla. Sí, efectivamente estoy en un hospital. —¿Elia? ¿Cómo te sientes? —la pregunta provino de Ángela, quién al parecer permaneció sentada a mi lado mientras estaba inconsciente. —Bien, supongo...—me incorporo lentamente, volviendo a recorrer el lugar con la mirada—¿Por qué estoy aquí? ¿Y Raymond?. —Oh, pequeña —me toma la mano y la aprieta con un poco de fuerza —¿No recuerd