CAP. 14 GLORIA / ALEJANDRO.

1583 Words
NARRA GLORIA:   Ha pasado aproximadamente una hora y media desde que iniciamos a estudiar con Oscar. Realmente tenía talento para las matemáticas, porque entendí a la perfección lo que me había costado semanas al profesor, mi tía había subido al rato a traernos onces que consiste en un pan con chocolate; estaba siendo bastante amable lo cual me parecía extraño en ella, ahora más con la situación de mi prima de quien no tenía noticias todavía, ni de Alejandro.   — Eres muy inteligente, sabía que ibas a poder — Dijo felicitándome mientras aplaude, al terminar de resolver una ecuación de integrales —, Aprendes muy fácil.   — Pero a ti, porque para mí ese profesor hablaba en chino — Mencione riéndome, donde se sumó para burlarnos —, Gracias por tu paciencia conmigo.    — Es con gusto, eres muy aplicada — Manifestó mirándome fijamente a los ojos, logrando intimidarme —, Demasiado, diría yo.   No me dejo responder cuando me sorprendió, no sé en qué momento acortó la distancia entre los dos cogiéndome de la mejilla para darme un suave y nervioso beso en los labios. Estaba impresionada por su reacción, sentir sus labios suaves y carnosos me bajo mi nivel de alerta y terminé cerrando los ojos, para seguir con el beso hasta que se me vino a la mente la imagen de mi adorado Alejandro; separándome bruscamente al mismo tiempo que mi tía interrumpió en la habitación >.   — Me gusta verlos así, se nota que eres un buen muchacho — Manifestó mi tía con orgullo, mientras rodaba los ojos —, Solo venía a preguntarle si se iba a quedar a cenar.   — No — Pronuncie secamente, donde el asintió dándome la razón —, Ya se iba.   — ¿Puede dejarnos a solas, por favor? — Pregunto hacia mi tía, quien asintió dando media vuelta para irse feliz —, Perdóname por lo que he hecho, sé que recién saliste de una relación y yo tomando precipitaciones no quiero que me odies.   — Hagamos de cuenta que no sucedió ¿estás de acuerdo? — Dije intentando no recordar lo que acababa de suceder, peor con mi tía presente —, Gracias por la ayuda.   Vi como salió de la habitación, despidiéndose de mi tía para irse. Mientras guardaba los cuadernos mi corazón terminaba de acelerarse, no me esperaba esa reacción de él y menos que se lo hubiera seguido, me sentía bastante mal porque estaba haciendo algo incorrecto lo cual no sabía si contarle o no. Salí de mis pensamientos, cogiendo mi celular para darme cuenta que había llegado un mensaje de texto > sintiendo un dolor agudo en mi corazón, decidí contestarle > no era capaz de decirle nada más, solo me recosté en la cama cerrando los ojos e intentando olvidar lo que acababa de pasar.   Desperté al siguiente día, fue una siesta eterna donde terminé no comiendo esa noche. Había recibido otro mensaje de texto de Alejandro > salieron unas lágrimas de mis ojos, no podía creer lo que acababa de suceder y definitivamente debía decírselo en algún momento. Me bañe, me aliste para ir a la universidad y bajar a desayunar, donde me encontré a mi tía sonriendo de oreja a oreja mientras tomaba su leche con kellogg's.   — ¿Qué tal tu mañana? me alegra que ya hayas superado al ingrato ese — Manifestó sin mirarme, solo sonreía al son de la música de su radio —, Este joven se ve mucho mejor preparado.   — No he superado ni cambiaré a nadie — Sentencie, cogiendo mi pan para comer con el huevo —, Sucedió una y única vez, no volverá a suceder.   — ¿Por qué? Estas soltera, así que no le debes lealtad a nadie — Dijo encogiendo sus hombros.   — Porque así no este con Alejandro, lo amo así te duela a ti — Sentencie mirándola fijamente, para que dejara de sonreír como loca —, Oscar es mi amigo y de ahí no pasará.   — Deja de ser tan santa, aprendí de mi — Susurro dándole un sorbo a su leche —, Disfruto la vida, a pesar de todo.   — No lo creo, se nota lo amargada y resentida que estas con la vida querida tía — Confesé donde volteo a verme fijamente mientras apretaba una mano —, Vives infeliz al saber que el padre de Alejandro prefirió a su mujer, que a ti y a tu hija que no se sabe ni quien es el padre.   Sentí como se colocó de pie, dándome una cachetada que dolía hasta los infiernos. Sin embargo, sabía que tenía razón porque ni siquiera ella misma sabía quién era el padre, solo lo culpaba a él.   — Si fuera verdad que ese señor es el padre de Emily entonces ya le hubieras pedido prueba de ADN y responder por mi prima — Manifesté a pesar del dolor de mi mejilla, no quería desayunar más —, No eres un ejemplo a seguir tía, si hiciera lo que haces mi madre desde el cielo estaría decepcionada de mí.   — Pediré la prueba de ADN, para callarles la boca — Sentenció sorprendiéndome por su reacción, dio media vuelta, pero antes de irse —, Lárgate a la universidad, antes de que te eche de la casa y pierdas todo mi apoyo.   Vi cómo se iba ofendida sabía que no debía enfrentarme, pero no estaba de acuerdo como se metía en mi vida. Le agradecía por haberme criado, por todas las oportunidades que me daba, pero eso no garantiza que fuera la dueña de mi vida, porque era su sobrina no su títere efectivamente. Decidí coger mi morral, para dirigirme hacia la universidad sin responderle el mensaje a Alejandro, además para darle la cara a Oscar porque sabía que iba a ser una situación tensionante entre ambos, más cuando no podía corresponderle sus sentimientos.   NARRA ALEJANDRO:   Me había despertado gracias a la luz del sol, definitivamente amaba amanecer en mi propia cama a pesar del frío de Bogotá. Salí sin camisa de mi habitación, olvidando que tenía visita permanente en ella y hasta creo que ella mismo olvido que estaba en casa ajena, porque apenas la vi me sonrojé al verla en ese esqueleto y la mini pantaloneta que tenía de pijama; saludándome con alegría mientras controlaba mi instinto salvaje; tenía novia no podía olvidarlo.   Decidí meterme de una al baño, para darme un buen duchazo seguido de colocarme mis bóxer, una camisa de cuadros y un jean azul rey porque debía irme a la universidad; tenía clases donde Emily decidió acompañarme para mirar el pensum, así que tuve que esperar que se cambiara colocándose ropa totalmente de tierra caliente, no le iba a hacer bien el cambio.   — Yo me cambio, te va a dar una gripe con esa ropa — Manifesté mirándola fijamente, no sabía exactamente en qué momento había crecido porque se veía muy bella —, Estamos en Bogotá, aquí hace demasiado frío.   — Supongo que deberías acompañarme a comprar ropa, porque solo tengo de nuestra tierra — Dijo encogiendo los hombros, solo asentí —, por ahora, vámonos así.   Llegamos a la universidad, me despedí dejándola en la oficina de admisiones para que averiguara, me comentaba que todavía no sabía exactamente qué quería estudiar. Me sorprendió lo joven que había salido del colegio, aunque era evidente que era muy inteligente igualmente Gloria inició tarde la universidad, porque ella salió del colegio a trabajar para poder ahorrar y así ayudar a su tía. No entendía, como la controlaban tanto siendo un apoyo tan fundamental; en mi caso ya iba a mitad de carrera además trabajaba y terminaba el curso de fotografía.   Llegué después de cuatro horas a la casa, donde Emily no se encontraba. Así que, aproveché para decirle a Angelica que viniera para la sesión fotográfica, debíamos adelantar trabajo además era en ropa de baño, entonces no quería que llegaran con chismes a Gloria. Salude a mi compañera de trabajo, la lleve al estudio fotográfico donde recordé la bella tarde de pasión con mi hermosa novia; quería sentirla de nuevo definitivamente. Empecé con mi profesionalismo a tomarle las fotos, haciendo que cambiara de posición, hiciera diferentes tipos de caras para verse sensual, sexy pero decente al mismo tiempo, iba a aplicar a una agencia de modelos.   — Que profesional, además tienes una hermosa mujer al frente — Susurraron a mi lado, dándome cuenta que se trataba de Emily —, Llegue hace poco, perdón no haber tocado antes al estudio.   — No te preocupes, ya casi estamos terminando — Mencione siguiendo tomando fotos, observando cómo se sentó en la silla de al lado cruzando las piernas dejando a la vista su muslo en su falda, trague saliva porque iba a ser bastante la tentación que tenía al lado.   — Gracias Alejo, nos vemos después — Dijo Angelica dándome un beso en la mejilla, asentí para iniciar a recoger mis cosas, pero Emily se detuvo.   — Quiero unas fotos también en traje de baño — propuso haciéndome pasar saliva, se notaba que tenía un muy buen cuerpo —, ¿Que dices, cuñis? — Pregunto seductoramente solo asentí con el fin de que se quitara de mi lado, debía soportar viendo cómo se quitaba la ropa. Salí de mis pensamientos cuando llegó una notificación a mi celular, habían llegado los resultados del ADN.
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