EN CASA CON MIS ABUELOS

1539 Words
Salí de la ensoñación en la que estaba cuando el pequeño jet aterrizó, esto si que fue rápido. Bajé y me esperaba un auto n***o listo para llevarme a casa. "Señorita Anahí Mattos. Yo la llevaré a donde usted quiera" Muy amablemente abrió mi puerta para que me pueda sentar y guardo mi bolso en el baúl del auto. "Gracias por todo grandote, ya llegué y el auto que también pediste me está llevando a casa. No te hubieras tomado tantas molestias. Te veo en unos dias" "No es ninguna molestia. Te veo en unos días hermosa. Disfruta de tus abuelos" Hace un año que estamos picoteando, no veía la necesidad de rotular las relaciones por el simple hecho de que soy una loca que cambia todo el tiempo de opinión, pero el asunto es que estoy enamorada de este hombre y de loca ya no me queda nada. El auto se detuvo frente al bar de mis abuelos, y bajé con una gran sonrisa, el chófer me entrego mis pertenencias y se despidió. "Muchas gracias por traerme. Que tenga un buen dia" "Igualmente señorita" "¡Mi vida!" Grito mi abuelo haciendo que las chicas que trabajaban del otro lado del mostrador den un saltito. Me acerqué a el y lo abracé con todo el amor del mundo, ese mismo amor que el y mi abuela me dieron desde muy chiquita, puro e incondicional. "Hola abuelito, te extrañe mucho" "Que rápido llegaste, si apenas tu abuela me dijo hace una hora que estabas en viaje" "Abuelito vine en avión, mi chico me pagó el viaje para que llegue más rápido a ustedes" "Ese chico misterioso que todavía no querés traernos. Voy a tener que ir personalmente a Buenos Aires para buscarlo y preguntarle cuáles son sus intenciones con mi única nieta" "Te prometo que la próxima vez que venga el va a venir conmigo. ¿Donde esta la abuela?" "¿Donde pensas que esta?, esta preparando los ravioles de verdura y ricota que tanto te gustan" "Mejor voy a la cocina a ayudarla y obviamente para que se entere de que ya estoy acá" Beso mi cabeza y me dejo ir. Pase por el mostrador y salude a las chicas. A algunas las conocía y a una no. Parece que es nueva. "Anahi, mucho gusto" Ella saludo con la mano y me dio una expresión indiferente. ¿Cual es su problema? No le di importancia, de éstas estupidas estoy bastante acostumbrada a tratar y a todas las puse en su lugar. Mi abuela estiraba la masa muy concentrada mientras el cocinero y sus ayudantes hacían otras cosas y al verme puse un dedo en mi boca para que no digan nada. "Esa masa sigue gruesa, me gusta más finita abuelita" Ella se dio vuelta y me vio recargada en la puerta de la cocina. "Mi amor, que rapido que llegaste. ¡Que alegria que ya estés acá!" Mi abuela, una señora de casi 65 años se acercó a mi para abrazarme y llenarme de harina. Vale la pena terminar toda sucia si voy a terminar en los brazos de mi abuelita. "Te extrañé abuela, y muero de hambre. Mejor te ayudo a preparar los ravioles" "Encantada de que me ayudes mi amor" Me saque la chaqueta y el buzo que tenía puesto y me puse un delantal para ponerme manos a la obra. "Hija, ¿En qué momento te hiciste tantos tatuajes? Son muy bonitos pero ya basta. Cuando llegues a vieja no te va a quedar espacio para el nombre de tus nietos" Solté una carcajada, pensé que iba a decirme lo que dicen todos "Cuando llegues a vieja te vas a arrepentir" y bla-bla-bla "Tranquila abuela, voy a dejar espacio para ellos. Después te muestro el que me hice hace poco. Es una sorpresa" Entre la charla y la risa los ravioles ya estaban listos para hervir, Héctor el cocinero se ocupaba de la salsa y sus ayudantes buscaban los platos. Eran cerca de las 3 de la tarde, ya no había pedidos y era la hora que habitualmente todos se sentaban a almorzar. "Hija, vamos a comer todos juntos como siempre. Pero si querés podemos comer los tres solos" "Nada de eso abue, los chicos son bienvenidos a comer con nosotras" "Esta bien amor" "Abuela, ¿Quien es la chica nueva?" "Es la hermana del chico con el que salías antes de irte a vivir a capital" "Con razón me miro mal" "¿Enserio? No le des importancia, es una buena chica y esta pasando por un mal momento con su familia" "¿Que paso? Su madre falleció la semana pasada" "Pobre, imagino como se debe sentir ella y su hermano. Pero no hablemos de cosas tristes ahora. Vayamos a comer que estoy muerta de hambre" Llevamos los platos a la mesa larga que mi abuelo y las chicas habían preparado y nos sentamos a comer. La charla con los chicos de la cocina y las chicas de adelante fue amena, mis abuelos estaban orgullosos de mi, les contaban a todos que estaba a punto de recibirme como abogada y que ya tenía propuestas de trabajo en algunos estudios jurídicos importantes. "Un brindis por mi única nieta, que se tomó un tiempo que no tiene para venir a ver a estos viejos" Me puse roja como un tomate, mientras todos chocaban sus vasos brindando por mi, yo me levanté de mi asiento y les pedí un momento para decirles algo a mis abuelos. "Yo quiero brindar por ustedes, si no hubiera sido por ustedes ni tendría esta maravillosa vida, me criaron y me dieron la misma calidad de amor que me dieron mis padres cuando todavía estaban conmigo. Gracias por ser tan dulces y especiales conmigo, ustedes dos son mi vida entera y no sé que sería de mi vida si no los tuviera. Salud por ustedes dos viejitos lindos, los amo" Me acerqué a ellos y los abracé. Se siente tan lindo tenerlos cerca. Hablar con ellos a diario por video llamada no es lo mismo que tenerlos en frente. La campanita de la entrada sonó y para mi sorpresa vi entrar a Ezequiel, el chico que dejé antes de irme, el hermano de Cintia, la que me miraba con recelo.. "Buen provecho. Lamento interrumpir pero necesito hablar un momento con mi hermana" No sé había dado cuenta que estaba ahí, ni siquiera me reconoció o simplemente no le estaba poniendo atención a los demás. Cintia se levantó de su asiento y se dirigio a la salida con su hermano, claramente estaba preocupada. Unos minutos después volvió a entrar y volvió a su asiento. "Anahí, mi hermano está afuera, quiere saludarte antes de irse" "Desde luego" Al parecer si me había visto. Pedí permiso para retirarme un momento a mis abuelos y Salí. Ezequiel estaba apoyado contra la pared, con su usual rostro despreocupado y sus manos en los bolsillos de sus jeans y me acerqué hasta donde el estaba. "Hola Eze. Supe lo de tu madre, lo siento mucho. Imagino como te sentis. ¿Te gustaría entrar por un café?" "Gracias pero no tengo tiempo para ese café. Será en otro momento. Solo te vi y no te reconocí, estas muy cambiada, tu nuevo look es diferente. Estas hermosa como siempre, eso sí. Me alegra verte después de tantos años" "También me alegra verte. ¿Que hiciste de tu vida todos estos años?" "Yo, me casé, tuve un hijo y dos años después me divorcié. Estoy trabajando en la panificadora del centro con mi padre, ahora es nuestra. Quiero llevarme a trabajar a mi hermana pero sigue negándose" "Guau, no perdiste el tiempo" Le sonreí. "Perdi el tiempo cuando pensé que otra mujer iba a ayudarme a olvidarte y no funcionó. ¿Vos qué hiciste de tu vida?" Sus palabras me tomaron con las defensas bajas. Es como recibir un cachetazo de la nada. "Yo estoy a nada de recibirme, vivo en capital con mi amiga Marina. No sé si te acordas de ella y estoy saliendo hace un año con alguien. Me va bastante bien ¿Seguro no querés pasar por un café?" "Llego tarde al trabajo, solo te vi y quise saludarte. Espero que todo lo que dejaste acá por tus sueños valgan la pena. Estoy feliz de verte, te cuidas pequeña salvaje" Se acercó para darme un casto beso en la mejilla y un breve abrazo para después subirse a su moto e irse. Estaba perdidamente enamorada de él en mi adolescencia, ahora fue como ver a un amigo muy antiguo del que no sabía nada hasta ahora. Volví a la mesa, habían postres y tazas de café para todos. Cintia me miraba peor que antes. "Que lindo que hayan hablado después de tanto tiempo. Los dos quedaron como buenos amigos antes de separarse" Comentó mi abuela cuando me senté a su lado. "Si, así fue. Solo nos dijimos un par de palabras amigables. Y nos contamos brevemente cómo nos fue estos años" "Me alegro mi amor" Mi celular sonó y vi un mensaje de Jorge. "Te extraño. Eso es por que estas lejos de mi" "También te extraño" Suspire mirando mi celular con cara de estupida.
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