Grace Ambos estaban en un silencio incómodo cuando entraron en la habitación. Grace quería que la tierra se la tragara lo más profundo posible, mientras observaba como el botones dejaba las maletas a un lado del armario. Rafael había decidido revisar los documentos con los que llevaría a cabo la negociación con su padre y la había ignorado abiertamente durante el tiempo que llevaban ahí. Ella deseaba que aquello terminara rápido. Todavía no habían cenado, pero sentía el estómago cerrado ante la situación de los hechos. ¿Cómo había podido su padre permitir esto? Peor aún, ¿cómo no podía importarle a Rafael compartir una habitación con ella? Seguro que estaba acostumbrado a compartir sus noches con otras mujeres, pensó un poco molesta. Era imposible que un hombre tan guapo y solter