Nikolay Tiro la bandeja con el desayuno ni bien entro a mi habitación. La furia recorre mi sistema, estaba detestando el hecho de que esa niña tratara de decirme qué hacer. ¿Bebito? ¿acaso la estúpida de Celeste acababa de decirme bebito? Aprieto los costados de mi silla, respirando con pesadez, ya esta chica llevaba al menos tres semanas aquí y aún no lograba echarla, j***r, ¿Qué tan masoquista era esa mujer como para soportar todas mis mierdas y negarse a salir de aquí? Ella ingresa a mi habitación, deja salir un lento suspiro y niega con la cabeza al ver mi desayuno en el suelo. —j***r, Nikolay, ¿otro maldito berrinche? —gruñe al cruzar los brazos a la altura de su pecho—, ¿Qué no te cansas de tu comportamiento de niño caprichoso? —Vuelve a llamarme “bebito” y esa maldita bandej