PARTE 2

2354 Words
Daez Brhazo. Las persianas se abren dándole paso a los rayos del sol que invaden mi habitación, golpeándome el rostro con el calor y la intensidad. Parpadeo viendo a la mujer de servicio recoger el desastre tirado, deja en la mesa un vaso de agua y unas aspirinas para el dolor de cabeza antes de irse. —¡Su tía exige que se presente a desayunar!—estrella la puerta mientras me levanto, bebo el agua junto con las pastillas. El suelo se me mueve y la jaqueca solo empeora con la luz. Dejo que el agua golpee mi rostro trayendo devuelta la realidad. Salgo cuando las paredes dejan de moverse y mi equilibrio mejora. Bajo las escaleras, solo para ver a Joshua discutir con mikahail, nunca tuvieron buena relación, pero intentan sobrellevarse. Tomo lugar poniéndome las gafas de sol e ignoro las palabras de regaño de mikahail. Más y más problemas, humanos, clanes o manadas, todo es una mierda. Todo está jodido y que el círculo quiera verse invencible no significa que lo sea, cada maldito segundo empeora las cosas y ahora no somos los temidos, somos los subyugados, nuestra gente está siendo tortura o aniquilada y el círculo solo piensa en cosas estúpidas sobre mantener la posición y el poder. Me levanto ignorando el tema sobre ejercer como líder del círculo y la verdad es que hace tres años perdí el interés y ahora mismo solo me importa… «Maldito sea su recuerdo» que sigue vivo y del cual me empeño en ignorar su ausencia por qué puedo ser un maldito desgraciado, pero mi orgullo me impedirá mil veces buscarla cuando fue ella quien se fue. La confianza que le ofrecí alguna vez, cayó en picada hace tres años y aunque he escuchado muchas cosas relacionadas con ella, me convenzo y finjo ignorancia y con el tiempo ese pulsante dolor que comprimía mi tórax ha empezado a sanar, con todo lo que ha pasado tampoco es como si hubiese tenido mucho tiempo para pensarla. Subo a la moto y arranco mientras los audífonos ahogan cualquier pensamiento suyo. Eh seguido los pasos de la manada de los Morgan y siempre parecen estar un paso por delante, Daniel cree que esto está relacionado con una alta gama de mentiras ocultas. Llegó a la academia que hasta ahora es el lugar y base más segura que tenemos, estacionó y me encaminó hasta el ala B. Estrelló la puerta viendo como todos están en peores condiciones que yo. Beber toda una noche y quedar inconsciente es una buena manera de pasar tus únicos dos días libres. —¡Faltan dos horas para viajar a Dubai y todos parecen muertos!—entra la nueva integrante del equipo. Natanael Romanó accedió unirse al círculo después del accidente de los Morgan y ahora está trabajando con nosotros. —¡Shuu!—Daniel la calla y su rostro lo dice todo. Se enoja y empieza a golpear a todos para que se levanten mientras yo intento tomar energía para no vomitar el desayuno. —Toma. —pone los papeles sobre mi pecho y los agarro quitándome los lentes para leerlos. Me roba las gafas de sol jugando con ello. Le entrego los papeles a Daniel, el cual los repasa por encima antes de soltarlos y vomitar el suelo. —Joder que asco. —se queja Bran. Por segunda vez estrellan la puerta y esta vez entra rubí y Tesa, con el genio por las nubes, forman la algarabía que ase que todos salgan buscando silencio y un lugar que no huela a vómito. Rubí le quita los lentes a Romanó y está se enoja mirándola con recelo mientras Tesa intenta levantar el cuerpo ebrio de… ¿En qué momento se unió Grey? Veo a rubí amenazar a Romanó y la cabeza se me quiere reventar. Alguien me da un vaso de agua y lo bebo como si mi vida dependiera de ello. —Sufrirás de un coma etílico si sigues bebiendo de esa manera. —se queja rubí. —¡No es tu problema! —la aparto con desinterés. Dos horas después, estamos listos, con pocos ánimos pero preparados para un viaje largo hasta Dubai. El avión aterriza con Yuré, Bran, Romanó y conmigo, mientras los demás optan por viajar por portales evitando a los centinelas. Me peino el cabello con las manos sacándolo de mi rostro, el cansancio me abarca y deseo todo menos una persecución. «Maldito seas, Morgan» lleva años escondiéndose, mientras le llevamos una persecución cansona. Los centinelas se mantienen quietos y pasamos la verificación con éxito. Ocultar los genes es algo impredecible y aunque es un peligro, no deja de ser ventajoso. Los humanos tienen la habilidad de nivelar una guerra a punto de tecnología. Miro los letreros tallados con la publicidad de la FMA, mantienen como representación al general Matt Robinson y no puedo olvidar el dolor de cabeza que a Sido este hombre. Tuvimos un enfrentamiento en USA hace un año y desde entonces se ha empeñado en atraparme. En esta misma, se encuentran todos los híbridos. Pues somos pocos comunes y ellos creen que somos las respuestas que faltan en la genética. Nos dejan en los suburbios y empezamos la persecución de Morgan. —¡Está a doce metros! —informa bran —Doce escoltas. —informa romanó y Yuré la contradice. —Son catorce. Debemos mantener una distancia debida y… Uno de los escoltas contesta una llamada, cuelga la llamada y emprende la huida. —¡Maldición está huyendo!—grito soltando todo. Corro hacia la salida y tomo las llaves del auto. Rubí y Daniel se suben atrás y lo sigo mientras cruzamos las calles… El helicóptero de la FMA sobrevuela nuestras cabezas y golpeó el timón con enojo. Cada vez que pensamos que tenemos a Eliot Morgan, la FMA nos intercede y aunque no quiero admitirlo, esto me suena a traición. (*Eliot Morgan, líder de la manada) Sueltan el gas con partículas de plata y metano y esto es otro de sus estúpidos inventos que nos impide la transformación, mis sentidos fallan y Daniel se encuentra peor que yo. Rubí toma el control del auto y yo me pasó al asiento de al lado. —¡Daez!—me grita —¡Abre el puto portal ahora!—me exige. Con todos los sentidos golpeados hago el primer intento y fallo, el segundo intento y nada, el tercer intento abre el portal. No respiramos ni nos relajamos, salgo como puedo viendo la sangre goteando de mi nariz, mientras rubí ayuda a sacar a Daniel del auto. Abro un segundo portal para encaminarnos al principio dónde Bran y compañía nos esperan. Sigo sangrando y es que ese maldito gas es más que un veneno para los lycans. Paso la mano limpiando la sangre y miro fuera del edificio como todo está hecho, un caos abajo, sirenas, autos y soldados. La FMA sobrevuela en los aires y en las calles los soldados invaden los locales y los edificios, buscándonos. Los centinelas no detectan el gen de un brujo, pero si la señal que los portales crean, por lo tanto, debemos escapar sin alertarlos. Daniel convulsiona mientras las arcadas de sangre invaden los azulejos. Estoy seguro de que no es casualidad que la FMA siempre nos encuentre cada vez que estamos por atrapar a Eliot Morgan. Miro a mis acompañantes y puedo dudar de todo el mundo, pero, no de ellos, entonces… ¿Eliot Morgan está asociado a FMA? No sería extraño, pues es un maldito que solo busca poner al mundo de cabeza. Me duele la cabeza y aunque el gas no cause los mismos efectos en los híbridos, también afecta mis sentidos, por lo tanto, me siento bombardeado. Tesa está tratando de desbloquear un aparato y se lo arrebato. —¿Qué es esto? —Pregunto encendiendo la pantalla que se ilumina con el perímetro. —Se lo robé a un soldado, es un perímetro que alerta los movimientos de los centinelas. —me informa y sonrió para mis adentros viendo la posición de la FMA y los centinelas. Planteó el movimiento de escape y una vez Daniel dejó de escupir sangre, le ponemos una mascarilla de oxígeno y nos abrimos paso entre los pasillos hasta llegar al estacionamiento. Hay soldados requisando las camionetas. Debemos llegar al área despejada. Mis ojos divisan las camionetas que se estacionan y de ellas bajan un escuadrón de cinco humanos por camioneta. El capitán da órdenes y todos se movilizan. El capitán se acerca junto a un soldado con máscara y desde ya nos preparamos para el combate. Tesa toma lugar lo más lejos posible junto con Daniel, que no está en condiciones de combatir. Yuré le ase señas para que se prepare y el conteo regresivo inicia. Yuré abre el portal que alerta a todos los centinelas del área, mientras, Daniel y Tesa traspasan el portal poniéndose a salvo. Los soldados dan vuelta y el tiroteo se arma, como podemos nos ocultamos detrás de los muros y los autos. —¡Láncenlas! —grita el capitán y desde varios ángulos las granadas de gas compuestas de plata y metano nos invaden, me pongo una máscara y el humo corta la visibilidad, las balas cesan y un silencio hunde el paraje. Todos estamos con la guardia en alto y con los sentidos agudizados, el sonido de la granada rueda a nuestros pies. Maldigo lanzándome fuera del rango de explosión. La explosión derrumba varios autos y un pilar de bloque amenaza con caerse. La FMA es audaz a la hora de combatir contra antinaturales. El gas deja indefenso a los lycans y los movimientos silenciosos, mezclados con la poca visibilidad, les da un combate más parejo. Las balas revientan las ventanas de los autos mientras los soldados embisten con ametralladora en mano. Yuré forma el escudo protegiéndonos de las balas, mientras yo abro otro portal por el cual pasa Grey, Romanó y Bran. Viendo que las balas ya no sirven, de los escombros sale el capitán quien arremete a puño limpio contra Yuré, intento ir a auxiliarlo, pero me toman por detrás y soy lanzado hasta atrás con una fuerza descomunal. El soldado barre el piso lanzándome al suelo, me incorporo golpeando sus rodillas, flaquea pero no cae. Rubí sale por detrás encuellandolo mientras intenta romperle el cuello, pero, esté hecha la cabeza hacia atrás, reventando la nariz de rubí con el casco. El golpe la deja mal puesta y el soldado vuelve a barrer el suelo tirando a rubí contra el pavimento, la inmoviliza poniendo la bota en su cuello y ejerce presión cortando el paso del aire. El soldado lanza una descarga de energía que termina por derrumbar a rubí. Aprovecha para quitarle el casco y… Queda inmóvil por unos segundos. Termino con los soldados que me atropellan y corro hacia el cuándo intenta dar un paso hacia atrás evitando el combate. Evade y evade mis golpes, mi cabeza trae recuerdos no deseados, su forma de evadir me recuerda a Daniel. Lanzo un puño en el casco y los cristales se revientan. Se defiende sujetando mi brazo, sube sus piernas a mi tórax y me lanza hacia el pavimento haciendo una perfecta llave. —¡Idiota!— musita y la voz me hiela la sangre. Arremete con fuerza lanzando un codazo a mi cabeza, se incorpora y mi cuerpo reacciona cuando el cabello azabache le cae en los hombros. «Hija de perra» ¿Qué demonios está haciendo aquí? Me lanza una mirada y me pierdo en la tormenta que trae como ojos. Me toma por la ropa obligándome a levantarme. No es que me haya derrotado, pero estoy tan jodidamente impresionado que no me da para reaccionar. Me lanza estrellándome contra el pavimento, «ya se le está haciendo costumbre» Una segunda granada cae cerca y la honda nos golpea. Empieza escupir tratando de recuperar el aliento, se quita el micrófono con las manos temblorosas y lo pisa destruyéndolo una vez se levanta. —¡Abre el portal!—dicta agitada. Y mi impulso es lanzarme sobre ella, le sujeto el cabello de la nuca con enojo obligándola a mirarme. —¡¿Qué es esta mierda?!— le reclamo, ganándome una sonrisa distorsionada. Las detonaciones cesan y ella desvía la mirada hacia su capitán, quien la llama por un nombre desconocido. El enojo me invade y quiero escupir el veneno que reserve para ella. Miro hacia el capitán quien arremete y aprisiona con varios soldados a Yuré. Sí, definitivamente, ese capitán está más muerto que vivo. La suelto y encaminó hacia el capitán con sed de sangre. Varios soldados se me atraviesan y a todos le dictaminó «muerte» las detonaciones regresan y uso el conjuro de atracción obligándolos a soltar las armas. Uno me ataca por detrás, le distorsionó el rostro de un solo golpe y los demás soldados, retroceden con temor. El capitán no retrocede demostrando valentía y rio para mí, cuando le clavo las garras en las costillas, grita y se queja, pero se defiende lanzando puños limpios hacia mi tórax. Barre el suelo conmigo y lanza dos patadas al estómago que me dejan sin aire. Me levanto con un solo impulso y le tiró una patada al rostro que lo tumba y deja delirando, no lo perdono y clavo las garras en su pecho, antes de ser sujetado por la espalda. Clare, me obliga a soltar al capitán, los soldados lo auxilian, mientras la muy maldita, me encara y estoy tan enojado que la sujeto por el cuello lanzándola al pavimento. —¡Vete! —me exige. Y la rabia me come por dentro. Golpeó el pavimento y es Yuré quien abre el portal y ella lanza una patada lanzándome hacia el portal. Antes de cerrarse por completo, veo a Yuré, quien está siendo sometido por varios soldados, y ella se lanza a salvar al capitán. «Me volvió a joder» las preguntas relacionadas con Yuré me cortan el paso del aire y explotó barriendo con todo lo que está por encima del escritorio, siento que me quemó con mi propio veneno. CONTINUARÁ…
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