CERO KILÓMETROS.

Después de dos años es una cruda realidad caminar por las oscuras calles del mundo, las cuales dan una vista surrealista a la extinción, (no hay nada) ya no hay festivales nocturnos, ni bares abiertos, mucho menos, locales u otros. Los humanos le temen a la oscuridad y a lo que conllevaba, esta misma. Una guerra o masacre sin cuartel es lo que se está librando ahora mismo. En un principio comenzó con negación a la verdad, la segunda etapa de aceptación y la tercera «terror». El problema fue lo que vino después, para los científicos los antinaturales éramos “diferentes” una rasa más fuerte, con un sistema inmunológico más fuerte que de ser estudiado podría llegar a curar enfermedades, (mal error) eso llevó a la caza de muchos lycans, vampiros y brujos. Niños, jóvenes y viejos. No nos dieron más opción que pelear por recuperar a los nuestros y así comenzó una guerra sin cuartel donde nadie está a salvo, países enteros han caído, mientras otros se fortalecen con alianzas. La FMA surgió con el propósito de proteger a los humanos y salvaguardar el legado que según ellos estamos destruyendo y aniquilando. *FMA (Fuerza mundial antinatural) “Son humanos” fue nuestra respuesta ante su temor y su violencia, “no podemos pedirles que reescriban su código de vida” (mal error) no haber tomado en serio sus amenazas, fue que provocó que crecieran tanto. El círculo ha sido inestable desde entonces, se esmeraron por mantener todo el poder en sus manos y eso les causó una perdida del 20% El grupo de ancianos dictaminó “no más tregua” y ahora están decididos a subyugar a los humanos, por su parte Marcus, evita lo más que puede los conflictos y aunque muchos otros aquelarres se han unido a nosotros, nuestro principal objetivo es la supervivencia y protección de los nuestros. Paso por la requisa que hay para entrar a todas las ciudades, el hombre me revisa y veo como su rostro se calienta mientras evita el contacto visual. (Tierno) el centinela manda un aviso de peligro y aunque todo juega en mi contra me mantengo estática evitando sospechas. *Centinelas (tipo dron tecnológico que identifica los genes lycans y vampiros) Los soldados rodean al lycans mientras lo golpean para que se arrodille. El soldado me entrega los documentos y me pide que pase. Miro atrás y mi pecho se contrae viendo como el lycans forcejea intentando que no lastimen a su hija no mayor a dos años. Es cierto que hay antinaturales que son malas, pero la mayoría son inocentes con familias y personas a las cuales aman. Mantengo el mentón en alto obviando el dolor que golpea mi pecho al escuchar los llantos de la niña. Las grandes puertas se abren y Londres - Inglaterra me da la bienvenida. Me alegra ser híbrida, los centinelas detectan los genes vampíricos y lycans, pero los brujos tienen los mismos genes que los humanos y eso les permite ser invisibles ante los centinelas, para llegar aquí, pase por un arduo entrenamiento para poder suprimir mi gen vampírico. No es diferente, es más de lo mismo, excepto las redadas y los centinelas en cada esquina, las luces alumbran la ciudad y los edificios tienen faroles que alumbran desde lo más alto. Me detengo viendo el enorme edificio de diez pisos, ancho y largo, (es enorme) el letrero tallado con plata reluce con orgullo. (CENTRAR DE INGLATERRA) debajo de este se encuentran las siglas que todos odiamos. (FMA) Suspiro dejando soltar el aire que mantenía comprimido. Doy un paso a dentro y siento un alivio al ver que los centinelas no reaccionan ante mí. Hay una enorme fila de casi trescientas personas, mujeres altas y fornidas y hombres músculos y otros más normales. Pasan las horas y mi turno llega. —Papeles—exige el hombre que lleva el reclutamiento. —Papeles—vuelve a exigir y se los entrego. Los mira detalladamente leyendo cada párrafo en este. —¿Por qué quieres entrar a la FMA?—Pregunta con seriedad mientras prepara la pluma para escribir en mi expediente. —Mi familia murió —no meto excusas. —¿Y? ¿Quieres venganza?—cuestiona él. —¡Quiero venganza!—le confirmo mientras sus afilados ojos me determinan. Se ríe a carcajada. —¡Me gusta!— musita con algarabía —preséntate en la base 2-alfa. —pone el sello y me deja pasar. No pensé que sería tan fácil, pero me alegra no haberlo arruinado. Entro al lugar de entrenamiento, el cual es un amplio lugar donde hay más de cien reclutas. Me mantengo al margen y espero por horas. La puerta se abre y… ¡Oh por dios! El capitán del escuadrón hace salivar a todos (alto, cabello azabache, pectorales anchos y Es todo lo que representa un soldado élite) —Armen filas—exige con severidad y la sonrisa coqueta de todos se borra detonando firmeza. —¡No quiero bebés llorones en mi escuadrón!—espeta —Quiero guerreros que luchen y den la vida por mí y por la humanidad —camina entre las filas. — Aquellos que no puedan con el régimen de entrenamiento —señala la puerta con brusquedad —¡Se larga! Lo que sigue son diez pruebas dónde te exigen lo básico para poder entrar. Resistencia física como mental, agilidad y habilidad nata en combate. Dos días sin descanso, ni comida, al final solo quedan veinte de casi cien. El capitán da un saludo militar y nos da la bienvenida al ejército de la FMA. —¡Con orgullo y persistencia!—Musita y los demás terminan la frase en unísono. —¡Por la humanidad, por la supremacía! Se nos entrega una alcoba individual y yo entro apresurada por una ducha. Me baño y me coloco el albornoz, miro por la ventana, está lloviendo y hay soldados trotando en las canchas. Continuo sacando todo de mi maleta y reviso cada rincón de la alcoba en busca de micrófonos o cámaras escondidas. (Despejado) me relajo y saco el móvil. Lo enciendo y me llega la notificación de Marcus. —¿Entraste? Miro a mi alrededor notando y recordando por qué demonios estoy aquí, suspiro, no hay más opción, hace un mes la FMA atacó un búnker nuestro y se llevaron con ellos a Natanael Liz. Es solo una niña de trece años, no podemos dejarla. —Sí, entre.— le confirmo. Somos ellos o nosotros, esa es la única verdad y puedo permitir muchas cosas, pero no perder a los míos. Llevo dos años luchando por mantenerlos bajo protección y no permitiré que dañen a Liz… CONTINUARÁ…