2- Rechazada

1259 Words
Capítulo 2 Rechazada Alice —¡Espera!. —Lo escuché detrás de mí, pero aun así no me detuve, la última opción que tomaría en cuenta es la de seguir conversando con él. – ¡Maldición Alice!, sabes que voy a alcanzarte. —¡Déjame en paz!, no quiero seguir conversando contigo, ya déjame en paz. —Me tomó del brazo, y efectivamente, sin ningún esfuerzo me atrapó. —Ya sabes como es Casimir. —No me suelta, sus manos siguen en mis hombros. —Fue un comentario sin importancia. «No reconocí la voz de Casimir, y tampoco imaginé que diría algo así, ambos siempre han sido muy amigos, de seguro entre los dos se reían de mí.» —Quédate con la chica con quien vas a casarte, por cierto… ¿Cuándo pensabas decírmelo?, lo hubiese esperado de cualquier persona, pero de ti. —Alice, no es como piensas, ella no tiene la culpa de esto, fui yo quien se acercó a pesar de nuestro acuerdo, «Ahora la defiende, debe estar muy enamorado» —De acuerdo, entonces solo vete con ella, y vive tu historia de amor, espero te vaya fenomenal, además no tienes nada de que preocuparte, nadie sabía de nuestra… —Esa palabra se me quedó atorada, ¿cómo podría decir “relación"? — De nosotros. —Por esto no quería decirte antes del plazo, eres demasiado sensible Alice. —Lo miro enfadada. —¿Sensible?, pues sí… Lo soy, aún así pudiste ser honesto, sin tantos rodeos, fingiste mucho tiempo, eso es lo más doloroso. —Perdóname, estoy hablando sin argumentos, esa conversación, solo olvídala, te llevo a casa. —Aprovecho el momento en el que me suelta. —No quiero. —Vendrás conmigo. —¡No iré!. —Alice, vendrás conmigo, porque tú no sabes conducir, y en estas condiciones, no dejaré que vayas con nadie más que no sea yo. ¿Entiendes?. —Vine sola, y puedo ir sola, deja de tratarme como si fuese una niña pequeña. —Te comportas como una, en ciertas situaciones, ya terminaste conmigo. ¿Te sientes mejor ahora?. «Por dentro estoy muy rota.» —Eres muy cruel, solo déjame aquí, y vete. —Mi voz se torna apacible, mi madre haría demasiadas preguntas si me ve en estas condiciones, le mentí, también a mi padre, ellos no están enterados de que Mauricio y yo, de una u otra forma fuimos novios durante estos meses. —Él no responde, solo me toma del brazo, y me carga sobre sus hombros. —Bien, vendrás conmigo, sea como sea, cuando estés tranquila, entonces hablaremos. —No volveré a hablar contigo. —Yo llevaba puesto un vestido, siempre optaba por los más largos, algunos hasta mis tobillos, el que traía puesto hoy, tampoco era la excepción, hacía calor, por eso opté por uno de una tela ligera y fresca, el escote no era pronunciado, además tenía unas bonitas mangas. — ¡No tienes derecho de llevarme así!. Cuando llegamos hasta su automóvil, me bajó en el asiento de atrás, quise salir, pero fue en vano. —Ni lo intentes, está con el seguro. —Me quedé allí, en silencio, intentando controlar las ganas de seguir llorando, pero mis ojos se empaparon, ahora además de desilusión sentía mucho enojo. —Eres detestable. —¿Qué puedo hacer?, nunca le gusté ni un poco, en estos seis meses ni siquiera me tocó, de seguro su prometida es muy bonita y sexy. «Pensé que mi primera vez sería con él, porque decidí que así fuera, sin embargo; tampoco sucedió, debo parecerle fea y desagradable.» Me lo repetí el resto del camino. Mauricio. Esto terminó de la peor manera posible, nunca desee verla triste, intenté cuidarla, me resistí a un sin fin de tentaciones cuando la tenía cerca, ella merece estar con alguien que la ame de verdad, siento algo molesto e inquietante en mi pecho, ya hace cuatro meses de mi relación romántica con Charlotte, ella supo entender mi posición, tampoco fui del todo honesto con ella, por proteger a Alice, nos veíamos a escondidas todo este tiempo. —Alice, por favor… Desde un principio esto se trató de un experimento, o como prefieras llamarlo. —Ella sigue observando en la ventanilla del auto, ignora mis palabras, luego de unos largos minutos, decide romper el silencio. —Bájame en la entrada trasera de la casa. «Sigue siendo temprano, No querrá que su madre la vea así, tampoco deseo que tal situación ocurra, mi madre y la suya son muy amigas.» —De acuerdo, vendré en la noche, para hablar… —Su respuesta fue casi instantánea. —No es necesario. «Detesto que se comporte como si nada le afectara, aunque suceda lo contrario». Estacioné donde lo solicitó. —De acuerdo entonces hablemos aquí, nos conocemos desde hace demasiado tiempo, la amistad que existe entre nuestras familias es indiscutible, nos seguiremos viendo. —Sí, lo sé, si te preocupa que hable con tu madre sobre lo que hiciste, no lo haré, desde un principio fue un acuerdo entre ambos, no debían existir terceros, yo sí cumpliré la parte del acuerdo, además no será difícil para mí olvidarte, ahora estoy llorando porque me enfadé, supongo que te hubieras enfadado también, si esta parte de la historia fuese al revés. —Alguna vez lo entenderás, cuando te enamores de verdad. —Puedo salir con alguien más, mañana mismo. «¿Me olvidará fácilmente?», no puede ser verdad, ella no podría olvidarse de mí tan fácilmente. «¿Salir con alguien más?» —No tiene sentido lo que estás diciendo, nada que hagas por venganza o despecho puede ser algo bueno. —Ella sonríe con cierta pesadumbre. —¿Por qué?, admítelo Mauricio, tú mismo dijiste que no te gusto, lo sospeché porque me rechazaste más veces de las que quisiera contar, sé que no soy tan sexy como debe ser esa chica con quien sales, pero siempre he sido honesta contigo, la primera vez que te hablé de mis sentimientos fue cuando cumplí quince años, no debiste besarme ese día, sembraste en mí una chispa de esperanza, también dijiste que soy bonita, ambos sabemos que mis abuelos siempre han preferido a mi hermano, tal vez hasta mis padres, no lo sé. —Alice, es suficiente, además no me arrepiento de aquel beso, tampoco me desagradas. —Moría de deseo, justo ahora la haría mía con intenciones de demostrarle cuán equivocada está, pero no puedo, ella no es como cualquier mujer, de seguro sueña con ese momento, y ya debió planearlo todo, sé que no soy la persona correcta, no estamos destinados a estar juntos, hay demasiadas diferencias entre ambos. —Di lo que quieras, lamento que hayas tolerado mi compañía, mis mensajes, mis audios hablando de tonterías, pero lamento aún más haberte escogido para eso. —Vuelve a detenerse. — Adiós, de nuevo te deseo mucha felicidad, tal vez nos veamos en esa boda, porque sería extraño que yo no acompañará a tu hermana, Briz si es una buena persona y amiga. —La vi alejarse, suspiré tan profundo como pude, ese adiós resultó incómodo, regresé a mi auto, vi como cinco llamadas perdidas de Charlotte, aún así, preferí estar solo, cuando llegué a mi departamento, cerré la puerta con llave y fui directamente hasta la ducha, estuve allí por un largo rato. —No pienso en nada, simplemente estoy aquí… «Muy bien, debo alegrarme, todo terminó, ahora simplemente presentaré a Charlotte, ella será mi esposa… No hay nadie mejor que ella, ambos somos el uno para el otro.»
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