Prólogo
Prólogo
Estuve esperando a que ella llegara, la acepté como novia porque simplemente quería darle una oportunidad, Alice ha estado enamorada de mí desde que fuimos apenas unos niños, esta noche no sería diferente, simplemente necesito seguir con su juego, sin lastimarla, debe darse cuenta de que no somos el uno para el otro…
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La noche había caído repentinamente, como si el tiempo jugara una mala broma, pues todo a su alrededor parecía haber quedado suspendido, una quietud incómoda rondaba toda la habitación, él vio que a sus pies se encontraba el cuerpo tibio de la mujer que ahora comprende ha sido el verdadero amor de su vida, intenta acercarse a ella, es su único boleto a la realidad, da más pasos en dirección a ese brillante cabello lacio con intenciones de despertarla, pero nada funciona.
«¿Qué hace en el suelo?» Mauricio tuvo que preguntarse lo mismo más de una vez.
No logra entender en qué momento sus caminos entrelazados desde hace tantos años, pudo haberse separado para alejarlos de esa manera, él necesitaba decirle cuáles son sus sentimientos, pero aquella barrera no dejaba que ni una sola palabra se hiciera eco, la dulce e inocente joven cuya sonrisa permanecía en sus recuerdos, siempre ha estado en su corazón, esa es la única verdad que conoce, su mente se niega aceptar lo que acaba de suceder:
«¿Cómo es posible que no pueda llegar a ella?, la tengo justo frente a mis ojos.»
El esfuerzo se hacía inútil, tanto, que a pesar de insistir, su cuerpo no lo obedecía, dar unos pasos era prácticamente inútil.
«¡Esto debe ser solo un sueño!, más bien… ¡Una estúpida pesadilla!»
Necesito despertar…
Aquellas frases desesperadas se transformaron en súplicas, él gritó tanto, que aquel esfuerzo fácilmente lo hubiera dejado sin voz.
«Por favor, Dios, energía suprema, creador del Universo…»
Alguien debe escuchar…
«¡Quién sea que me escuche!, por favor… que esto sea solo un sueño y me permita despertar para corregir todo lo malo que he hecho gracias a mis actos ególatras e injustificados…»
Él, finalmente logra llegar hasta ella, pero la mujer no despierta, sigue durmiendo.
—¡Por favor despierta!. —Cuando la sostuvo en sus brazos, la abrazó tan fuerte como pudo evitando llegar a lastimarla.
—No juegues conmigo de esta manera.
El cuerpo de la joven solo se movía con la suavidad de una respiración lenta, pero profunda, al menos ese sutil movimiento significaba que la vida seguía en ella.
—En verdad no podría continuar sin ti a mi lado, por eso necesito que despiertes… No, no recuerdo tu nombre, pero ahora estoy seguro de que no puedo vivir sin ti, es la verdad que conozco.
Mauricio juraría que es ella la dueña de su corazón, ¿Cómo pudo olvidar su nombre?, presentía que la dulce mujer a quien no dejaría de abrazar, tal vez y seguiría dormida si él no logra recordar.
—Debes despertar y volver a mí… ¡Por favor!...
Un reflejo confuso lo hacen pronunciar una palabra, la cual al principio queda estancada en su pecho.
«¡Mi voz!, sé que lo recuerdo, su nombre...»
—Alice.
«Eres Alice.»
Ella abrió los ojos y le regaló una sonrisa…
«¿Pero qué demonios es esto.? ¿Dónde he estado todo este tiempo?»
Se dijo a sí mismo…
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¡Hola!, bienvenid@s a ésta nueva aventura llena de romance vainilla, drama, y la infaltable intriga que tengo como un sello especial en mis novelas. Te invito a acompañarme y a soñar junt@s. :) Y bien... ¿Qué rayos pasó aquí?, bueno... Ya lo descubriremos.