3- Solo quiero estar lejos

1433 Words
Capítulo 3 Solo quiero estar lejos Alice El día de la boda había llegado, efectivamente seguí guardando aquel secreto, hoy estaría parada en la boda del hombre a quien amo, y quien se supone fue mi novio hace apenas dos semanas. —Alice… ¿Estás segura de esto?, puedes quedarte, no es necesario que vayas a la boda. —Con Briz nos llevamos unos pocos años de diferencia, pero crecimos juntas, la veo como a una hermanita menor, le prometí que la acompañaría. —Debo ir, o de lo contrario no podré creer del todo lo que sucedió, necesito convencer a mi corazón. —¡Mi hermano es un tonto!, nunca conocimos a esa novia de quien tanto habló estos días, no creo en ninguna de sus palabras. —Ella se cruza de brazos y me observa con atención. —¿En qué piensas Briz?. —Que no haré ni un solo esfuerzo en mi apariencia, pero tú debes verte muy bonita, a fin de que ese tonto se arrepienta. —No, en verdad prefiero desistir, he intentado conquistarlo en vano en este tiempo, me dolerá, unos días tal vez. —De acuerdo, entonces me comportaré, si quieres arruinarle el traje, cuenta conmigo. —Ambas sonreímos tras aquella traviesa idea. —Mi madre dice que cuando amas de verdad a alguien, deseas que sea feliz, y a pesar de todo, no le deseo ningún mal. Cuando terminaron con el maquillaje, me mire al espejo, mis labios tenían un tono rosa claro, combinaban con el color verdoso de mis ojos, o al menos eso dijo uno de los maquilladores, como tengo el cabello largo, preferí llevarlo así, sin ningún adorno en mi cabello castaño, sonreí para mí misma cuando vi el vestido que escogí, es de color champán, con unas tiras muy finas sobre mis hombros. «Muy bien, debo salir y sonreír…» La boda es en casa de Mauricio, no había querido ver a su futura esposa, pero fue inevitable no hacerlo, ella es perfecta… «Muy hermosa.» La miré, e hice comparaciones absurdas entre ambas, la diferencia de nuestras siluetas eran muy obvias, ella tiene unas curvas pronunciadas, su cintura es muy estrecha, lleva el cabello rubio y lacio que le llega hasta los hombros, cuando levanto la mirada, me percato de los pasos apresurados de Mauricio. ¿En dirección a mi?. «¡Que no se acerque!, por favor…» Volteé y seguí respirando pausadamente. —Viniste. Lo escucho tan cerca, cierro mis ojos y volteo hacia él. —Sí, le dije a Briz que la acompañaría. —De acuerdo, si no te hace daño, entonces está bien. —¿Crees que sigues haciéndome daño?, es mejor que no vuelvas a hablar conmigo jamás, de mi parte evitaré, en lo posible, hacerlo. —Nadie aquí te conoce más que yo, ni siquiera mi hermanita. —No me conoces lo suficiente, pero eso te sorprende que haya asistido a tu boda. —Él no imagina mi decisión de viajar, en realidad justo ahora estoy mintiendo, porque resulta triste verlo aquí a menos de una hora de casarse con otra. —De acuerdo, no discutiré contigo, pero… —No termina su frase. —¿Pero qué?. —Insisto. —¡¡Mi amor!, quiero presentarte a unos amigos! ¿Tú eres amiga de mi futuro esposo?. —Charlotte, se dirige a mí. —No, solo nos conocemos. —Respondo sin titubear. — Con permiso. Doy vuelta y busco una mesa libre, sonrío con educación cuando veo a alguno que otro conocido en la fiesta privada, en apenas unos breves minutos, tomo mi teléfono celular y llamo a mi papá. —¿Qué sucede princesa?. —Papá… Ya no quiero estar aquí. ¿Podríamos adelantar ese viaje?, por favor. —Creo que todos mis allegados conocen mis sentimientos hacia Mauricio Montchbacher, pero nadie imagina que fuimos novios. —Hija, te dije que no fueras a esa boda, solo te lastimas, por supuesto que podemos adelantar el viaje, en unos minutos el chofer irá a buscarte. —Gracias. Es lo único que digo, veo a mi madre a lo lejos, no pretendo dar explicaciones, y tampoco arruinar la velada de ninguna persona. En definitiva la decoración se veía hermosa, admiré los detalles que pude apreciar con cada paso hasta la salida, aunque pronto comenzó a llover muy fuerte, no me importó empaparme de pies a cabeza, inclusive se sintió bien, cuando subí al auto, envié un mensaje para Briz… “Lo lamento amiga, pero soy una debilucha, lloraré si me quedo más tiempo, mi papá adelantó el viaje, nos vemos pronto, en tus vacaciones.” Iría directamente al aeropuerto luego de recoger mis maletas, aun durante el camino, me pregunté cuáles serían las razones por las que Charlotte y Mauricio escogieron la fiesta antes del acto en sí de la famosa frase “Los declaro marido y mujer”, yo imaginaba mi boda de otra manera, que el novio solo me viera cuando esté camino al altar… Mauricio. Para ser el día de mi boda, estoy demasiado nervioso, me siento feliz, pero a la vez no dejo de culparme por la tristeza de Alice, ella no merecía descubrir lo mío con Charlotte, tan drásticamente. —¿Por qué estás tan pensativo?. —Casimir se acerca con una copa de vino tinto. —Bueno, tal vez y me apresuré con esta boda, no lo sé. —¿Es por Alice?. —Ella escuchó nuestra conversación, es culpa tuya porque siempre te burlas de ella, nunca debí confiar en ti, mucho menos seguirte el juego. —Pero lo hiciste, me contaste de tu romántico noviazgo de medio año. —Sonríe con descaro. —Bien, ya es algo del pasado. Es mejor no seguir pensando en lo mismo. —Así es, ahora estás a menos de una hora para dar el sí, tus padres están buscándote, acomoda tu traje de pingüino, aunque te queda bien el n***o con esa camisa blanca, es muy clásico. —Me alejo deprisa. —De acuerdo, hablamos después. —Mi luna de miel no duraría más de dos semanas, Charlotte deseaba viajar a Italia, he trabajado con mi padre desde hace cinco años, voy conociendo el negocio familiar, por la misma razón, no puedo darme el lujo de alejarme mucho tiempo. —¡Espera!. —Briz llega corriendo, y me golpea en la espalda, ella parece una pequeña muñeca vestida de n***o. —¿Viniste vestida de n***o a la boda de tu hermano?. —Sí, porque no estoy de acuerdo con tu decisión, y mi ropa expresa lo que siento, además estoy molesta contigo. —Sonrío con una expresión de curiosidad. —¿Por qué?. —Porque yo lo sé todo, te vi a ti y a mi mejor amiga besándose un día, entonces Alice no tuvo de otra más que hablar con la verdad, jamás pensé que fueras tan patán. «Ruedo mis ojos, otra niñita intentando hacerme sentir peor de lo que ya estoy, a causa de mis erróneas palabras..» —Sabes que no le haría daño intencionalmente, ella debía darse cuenta de que no somos el uno para el otro, es sencillo, nos veremos de nuevo mañana, porque mi luna de miel es en un par de días, entonces Alice y yo seguiremos como antes. —No volverás a verla. —De seguro, ella no querrá hablar conmigo, pero de todas formas, le pediré disculpas, la buscaré en la universidad. —No la encontrarás, ella ahora mismo está camino al aeropuerto, pero se quedará en su casa un rato. «¿Qué está diciendo?... ¿Se irá?» —Estás jugando Briz. —No estoy jugando, eres un tonto, vas a arrepentirte de esta decisión, ella en verdad te ama, y a ti también te gusta, muchas veces te descubrí mirándola irrespetuosamente. —Cállate Briz, entonces iré a disculparme ahora mismo. —¿Ahora?, pero está lloviendo muy fuerte. —Su casa está cerca, y aún tengo tiempo, además, aquí tengo dos trajes más, empaparme, es un problema insignificante. Me dirigí hasta el garaje, no demoraré más de treinta minutos, es tiempo suficiente, Alice no puede irse lejos de aquí por culpa mía. La lluvia se hizo más intensa, en cuestión de segundos toda la calle se veía con mucha agua, y el parabrisas, no fue la excepción. «No veo casi nada…» Cuando unas luces me encandilaron del otro lado de la carretera, quise hacerme a un lado, pero fue imposible detener el automóvil. Lo último que escuché, fue el sonido del rechinar de las ruedas, y el pitido intenso de unas bocinas...
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