La inocente novia del CEO

1- Decepción

Capitulo 1

Decepción

Alice

No me mostraría débil, no dejaré que él sienta lástima hacia mí, estos seis meses significaron un tiempo para demostrarle que yo sí soy capaz de enamorarlo, pero, tal situación no ocurrió, no sé qué dolía más, saber lo que pensaba de mí, o que yo haya sido una ilusa todo este tiempo, aquellas palabras, las cuales escuché cuando fui a buscar a mi Mauri siguen grabadas en mi mente…

—¿Estás saliendo con Alice?, vaya… Jamás imaginé que te gustaran las niñitas tontas y sobreprotegidas.

Mi "sorpresa" finalmente se arruinó, o “Ari”, como le decía desde niños, pero me encontré con una sorpresa poco agradable, la sonrisa en mi rostro se borró por completo.

—Es la amiga de mi hermana, solo estamos saliendo por un tiempo, no me gusta, ni siquiera es agradable besarla, prefiero a las mujeres mayores, que no necesiten ser guiadas todo el tiempo, además tenemos un acuerdo, el cual planeo finalizar hoy mismo.

Esas fueron las palabras de mi “novio secreto”.

¿Qué quiere decir?, se está burlando de mí, pero si por culpa suya nunca antes salí con nadie, quise que me diera mi primer beso, y lo logré, inclusive él mismo me lo robó. Para mí fue un momento mágico, no pude ver aquellas “mariposas”, de las que escuchaba siempre como una descripción de la sensación en el estómago cuando estás enamorada, el otro hombre, imagino, es un amigo suyo, simplemente reía sin cesar.

—Sí, concuerdo contigo, la mujer con quien sales ahora es hermosa, me encantaría correr con tu misma suerte, aunque me sorprende tu decisión de casarte, sigues siendo muy joven.

¿Con quién sale?, pero… Nosotros somos novios.

¿Casarse?

¿Cuándo sucedió?

—Mi respiración se hacía cada vez más rápida, necesitaba salir y decirle que es un idiota, nunca confió en mí.

—Lo sé, ella es perfecta, debo terminar mi relación con Alice, si puedo llamarlo de esa manera, tampoco quiero ni busco lastimarla, debe darse cuenta de que no siempre tendrá lo que desea, eso me incluye, apenas cumplió diecinueve años, no será la primera vez que terminen con ella.

Mauricio se escuchaba convencido, al parecer nunca considero nuestra “relación amorosa”, como tal. Pero entonces… ¿Por qué aceptó mi propuesta aquel día?.

—Bien, entonces, hazlo de una vez, ahuyentarías a cualquier bella mujer si te ven con Alice, llama demasiado la atención con ese rostro angelical que posee, más aún por su torpeza.

El amigo de Mauricio, seguía burlándose de mí, ambos son unos tontos.

—Mira Casimir, yo sé perfectamente lo que debo hacer, no insistas. —Mauricio finalmente le puso un alto al cretino que tiene como amigo, ambos continuaron con su conversación, ya no logré escuchar otro cuestionamiento, lo único verdadero es que siempre he sido una ilusa.

Esperé una hora antes de ir junto a él, cuando mi teléfono celular vibró, lo primero en lo que pensé es en el cinismo de su llamada, llena de amabilidad, de seguro planea terminar conmigo, yo sigo escondida en uno de los armarios, un mueble nuevo que la familia de Mauricio trajo a su mansión, tras esa llamada, decidí salir de mi improvisado escondite, me lavé el rostro y me quedé justo allí, en el baño.

«Debe estar apresurado, y allí iniciar su relación con esa mujer a quien mencionó con emoción.»

—Alice, te llamé demasiadas veces. ¿En dónde te metiste?. —Su voz ahora suena cargada de enfado, ya lloré sentada en el suelo hace apenas un momento. — No me agrada que desaparezcas así.

—¿Qué necesitas?, no sabía que estarías buscándome. —Le digo, al mismo tiempo que acomodo mi cabello.

—No respondiste mi último mensaje. —Suena algo confundido, pues siempre respondo sin demora.

—Porque estoy aquí. ¿Podemos tener una cita?. —Mauricio me observa sorprendido, no esperaba que yo lo alcanzara hasta el gimnasio en el que entrena sin descanso, al menos en éstas últimas semanas, había instalado un gigantesco gimnasio al lado de su casa.

—¿Ahora?, pero estoy algo ocupado, además no creo que sea una buena idea, tienes clases, y yo me he comprometido… —No dejo que continúe, él ignora que conozco cuáles son esos planes, se trata de su “nueva conquista”, aunque no sé qué tan lejos llegaría esta vez con esa mujer.

—Por favor, considéralo como una petición entre dos personas que se conocen de toda la vida. —Por dentro, un océano estaba a punto de desbordarse, pero hice que mis ojos fueran como montañas capaces de retenerlas lo suficiente.

—Bien, me daré una ducha e iremos a donde quieras. —Lo esperé como media hora, cuando finalmente llegó hasta el auto en el que iríamos, me detengo un momento a observarlo.

«El plazo había finalizado, no conseguí nada favorecedor.»

—Alice, no hagas las cosas más difíciles. —En todos estos meses él ha salido con mujeres a quienes no conozco, sus supuestas amigas, en cambio, a mí, me ha rechazado tantas veces que ya he perdido la cuenta. Nunca me invitó a su casa como más que una amiga y conocida, si salíamos, él no dejaba que bebiera nada de alcohol y me acercaba a casa temprano.

—Solo será una taza de café y galletas, no pediré nada más que al menos treinta minutos de tu tiempo, en realidad aún nos queda un poco antes del vencimiento del plazo. —Sonrío ante mi desdicha.

—Jamás te negaría una taza de café. —Ambos estuvimos en silencio, él se casaría en un par de semanas, se enamoró de alguien más con facilidad.

—Mauricio, quiero romper ésta relación contigo, admito que estos meses fueron divertidos y a la vez un poco reflexivos, porque me di cuenta de mi fracaso, te deseo toda la felicidad del mundo. —Él baja la taza de manera brusca, se ve sorprendido ante mi comentario, yo me levanté en ese mismo instante, coloqué una de mis manos en mi rostro, tuve que correr, tan rápido como pude...

«Lo sé, conozco lo que hacías mientras yo intentaba enamorarte…»