Tiene que estar de nuestro lado

1098 Words
Gabriel, abrumado por las respuestas que le había dado su padre y aún lleno de dudas, decidió visitar a María. Ella había sido una figura clave en su infancia y, aunque le había dado cariño, sabía que también guardaba muchos secretos. Llegó a la casa de María y fue recibido con una sonrisa cálida. —Gabriel, qué sorpresa verte. ¿Cómo estás? —preguntó María, notando la tensión en su rostro. —María, necesito hablar contigo. Hay cosas sobre mi madre y mi padre que necesito entender —dijo Gabriel, entrando y tomando asiento en la pequeña sala. María asintió, comprendiendo la gravedad del asunto. —Claro, hijo. Pregunta lo que necesites. Gabriel respiró hondo, tratando de ordenar sus pensamientos. —Cuando estaba con Lilith... mi madre... ¿hablaba mucho de Gabriel? ¿O de Luis Carlos? María se tomó un momento antes de responder, mirando fijamente a Gabriel. —Lilith hablaba de Gabriel, sí. Pero no lo hacía con cariño. Hablaba de él con resentimiento y dolor. Ella no sabía que Gabriel y Luis Carlos eran la misma persona. Si lo hubiera sabido, estoy segura de que habría tomado decisiones muy diferentes. Lilith creía que Gabriel la había abandonado y eso la hizo sentir humillada y traicionada. Gabriel frunció el ceño, sintiendo una mezcla de tristeza y confusión. —¿Por qué no supo la verdad? ¿Por qué mi padre no le dijo quién era en realidad? María suspiró, recordando los días oscuros que habían compartido. —Luis Carlos, o Gabriel en ese entonces, estaba tratando de protegerla, o eso decía. Pero Lilith siempre sintió que la dejaron sola, que nadie la protegió realmente. Ella pasó por mucha humillación y sufrimiento, y todo el tiempo pensaba que Gabriel la había abandonado. Gabriel sintió una punzada de dolor en su pecho al escuchar esto. La imagen de su padre como un protector se desmoronaba aún más. —Entonces, ¿mi madre fue víctima de las circunstancias? ¿De las decisiones de mi padre? María asintió lentamente. —Sí, Gabriel. Lilith fue víctima de muchas cosas, incluyendo las decisiones de tu padre. Pero también era una mujer fuerte que hizo lo mejor que pudo con las cartas que le tocaron. Ella te amaba profundamente, eso lo sé. Gabriel se quedó en silencio, asimilando las palabras de María. La imagen de su padre estaba cada vez más empañada por las decisiones y secretos del pasado. —Gracias, María. Necesitaba escuchar esto —dijo finalmente, levantándose para irse. —Gabriel, recuerda que la verdad puede ser dolorosa, pero también te hace más fuerte. Usa esa fuerza para hacer lo correcto —le aconsejó María, mirándolo con preocupación y afecto. De regreso en la mansión García, Gabriel estaba más decidido que nunca a confrontar a su padre con las verdades que había descubierto. La tensión entre él y Luis Carlos era palpable. Esa noche, después de la cena, Gabriel encontró a su padre en el despacho una vez más. —Padre, necesito que me expliques algo más —dijo, su voz firme y decidida. Luis Carlos levantó la vista, preparado para más preguntas difíciles. —Claro, Gabriel. ¿Qué más necesitas saber? Gabriel lo miró con una mezcla de dolor y determinación. —María me contó cómo mi madre hablaba de Gabriel. Ella no sabía que eras tú. Dijo que mi madre fue humillada y que pasó por mucho sufrimiento porque pensaba que Gabriel la había abandonado. ¿Por qué nunca le dijiste la verdad? ¿Por qué dejaste que pensara que estaba sola? Luis Carlos suspiró profundamente, sabiendo que no había excusas que pudieran justificar completamente sus acciones. —Gabriel, en ese momento, creí que mantener mi identidad en secreto era la mejor manera de proteger a tu madre y a ti. Las circunstancias eran peligrosas y complicadas. Pero reconozco que mis decisiones fueron erróneas y que causaron mucho dolor. Pensé que estaba haciendo lo correcto, pero me equivoqué. Gabriel apretó los puños, tratando de contener su ira. —¿Y qué hay de Lilith? ¿Sabías que ella sufrió y fue humillada por tu decisión de mantener tu compromiso con Valeria? ¿Por qué no hiciste más para protegerla? Luis Carlos cerró los ojos, sintiendo el peso de sus errores. —Sabía que Lilith estaba en peligro, pero también estaba tratando de mantener a salvo a nuestra familia y a nuestra posición. Pensé que podía manejar ambas cosas, pero fracasé. Lilith merecía más de lo que le di. Gabriel se quedó en silencio, sus pensamientos girando. Sentía un profundo resentimiento hacia su padre por las decisiones que había tomado y el sufrimiento que había causado. —No sé si puedo perdonarte, padre. Mi madre merecía la verdad, y tú se la negaste. Y ahora, todo lo que he descubierto solo me hace sentir más resentimiento —dijo finalmente, su voz quebrada por la emoción. Luis Carlos miró a su hijo con tristeza. —Entiendo tu dolor, Gabriel. Y no espero tu perdón de inmediato. Solo espero que algún día puedas comprender por qué hice lo que hice, aunque sé que no justifica mis acciones. Gabriel asintió, sus ojos llenos de determinación. —Lo que sé es que haré todo lo posible para honrar la memoria de mi madre y asegurarme de que su sufrimiento no haya sido en vano. Y eso significa enfrentar las verdades, por dolorosas que sean. Con esas palabras, Gabriel salió del despacho, dejando a Luis Carlos solo con sus pensamientos y arrepentimientos. Mientras tanto, Laureano, viendo que sus manipulaciones estaban dando fruto, continuó presionando a Emilia para que profundizara la brecha entre Gabriel y su padre. —Emilia, necesitamos que Gabriel entienda completamente cómo su padre falló a Lilith. Debes recordarle constantemente el sufrimiento de su madre y cómo Luis Carlos prefirió mantener su compromiso con Valeria. Eso lo hará ver a su padre bajo una luz diferente y lo acercará más a nosotros —le dijo Laureano una noche. Emilia, aunque cada vez más conflictuada por sus propios sentimientos hacia Gabriel, asintió. —Lo haré, padre. Pero espero que sepas que esto no es fácil para mí. Gabriel merece la verdad, pero también merece justicia y paz. Laureano sonrió fríamente. —Lo sé, hija. Y esa es precisamente la razón por la que debemos seguir adelante. Solo así podremos asegurarnos de que Gabriel se una a nosotros completamente y que Luis Carlos pague por sus errores. Emilia, decidida a cumplir con los deseos de su padre pero también impulsada por su propio amor por Gabriel, se preparó para el siguiente paso en su plan.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD