Gabriel sonrió con comprensión. —Lo sé, parece increíble. Pero he estado trabajando duro y he tenido la oportunidad de hacer algunos trabajos adicionales bien remunerados. Además, he conocido a personas influyentes. Quizás podría hablar con mi jefe y ver si hay alguna posibilidad de ayudar con el contrato.
Lilith suspiró, sintiendo una mezcla de esperanza y escepticismo. —Gabriel, la situación es más complicada de lo que parece. Mi familia está en una competencia feroz por conseguir un contrato de 100 millones de dólares con el Grupo García. Quien lo consiga será el nuevo CEO del Grupo González. Mi padre está desesperado y no confía en ti.
Gabriel apretó suavemente las manos de Lilith. —Déjame intentar algo. No prometo nada, pero puedo hablar con mi jefe y ver qué se puede hacer. No tengo nada que perder, y si esto ayuda a que tu familia me vea de otra manera, valdrá la pena.
Lilith lo miró con una mezcla de agradecimiento y duda. —Está bien, Gabriel. Confío en ti. Solo ten cuidado. No quiero que te metas en problemas por esto.
Gabriel asintió. —No te preocupes, Lilith. Haré lo posible para ayudar. Y recuerda, te amo. Todo esto lo estoy haciendo por nosotros.
Después de la reunión, Gabriel regresó al Grupo García y se reunió con Martín.
—Martín, necesito que me ayudes con algo —dijo Gabriel, con determinación en su voz.
—¿Qué sucede, señor? —preguntó Martín, siempre dispuesto a ayudar.
—Lilith me contó sobre la competencia en su familia por el contrato de 100 millones de dólares con nuestra empresa. Quiero que manejemos esto con cuidado. Vamos a usarlo a nuestro favor, pero sin revelar aún mi verdadera identidad —explicó Gabriel.
Martín asintió, comprendiendo la estrategia. —Entendido, señor. Manipularemos la situación para asegurar que la familia González sienta la presión. Y mientras tanto, nos aseguraremos de que usted permanezca como Gabriel Hernández.
Gabriel sonrió, sabiendo que su plan estaba en marcha. Ahora, solo necesitaba esperar y ver cómo se desarrollaban los eventos, con la certeza de que pronto la familia González recibiría su merecido.
Gabriel, decidido a asegurarse de que Lilith tenga la mejor oportunidad posible, se reunió con Martín en privado para discutir su próximo movimiento.
—Martín, necesito pedirte un favor muy importante —dijo Gabriel, con una expresión seria.
—Por supuesto, señor. ¿Qué necesita? —respondió Martín, atento.
—Quiero que hables con Lorena, nuestra directora de operaciones. Dile que solo debe arreglar el contrato con Lilith. Si viene alguien más a nombre de la familia González, quiero que los corran de la peor manera posible. Debemos asegurarnos de que Lilith tenga la ventaja y que su familia vea el valor que ella aporta —explicó Gabriel.
Martín asintió, comprendiendo la importancia de la solicitud. —Entendido, señor. Me encargaré de que Lorena siga esas instrucciones al pie de la letra.
Poco después, Martín se dirigió a la oficina de Lorena, encontrándola revisando algunos documentos.
—Lorena, necesito hablar contigo sobre un asunto importante relacionado con los contratos de la familia González —dijo Martín, entrando en su oficina.
Lorena levantó la vista, intrigada. —Claro, Martín. ¿De qué se trata?
—El señor García ha dado instrucciones específicas. Solo debemos negociar con Lilith González. Cualquier otra persona de su familia debe ser rechazada de manera contundente —explicó Martín, asegurándose de que Lorena comprendiera la seriedad de la situación.
—Entiendo, Martín. Seguiré las instrucciones del señor García —respondió Lorena, aunque un poco sorprendida por la solicitud.
Días después, varios miembros de la familia González intentaron presentar sus propuestas en el Grupo García. Sin embargo, fueron recibidos con frialdad y rechazados de inmediato por Lorena y su equipo.
—Lo siento, pero no podemos considerar sus propuestas. Sus documentos están incompletos y no cumplen con nuestros estándares —dijo Lorena con desdén, devolviendo los documentos bruscamente.
—¡Esto es inaceptable! Representamos a la familia González —protestó el padre de Lilith, indignado.
—No estamos interesados en sus ofertas. Ahora, si me disculpan, tengo asuntos más importantes que atender —respondió Lorena, señalando la puerta.
Mientras tanto, Lilith, ajena a los rechazos que enfrentaban sus familiares, presentó su propuesta y fue recibida de manera muy diferente por Lorena.
—Lilith, hemos revisado tu propuesta y estamos interesados en negociar los términos. Creo que podemos llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes —dijo Lorena con una sonrisa.
Lilith se sintió aliviada y agradecida. —Gracias, Lorena. Aprecio mucho la oportunidad.
Gabriel, bajo su verdadera identidad de Luis Carlos García, observaba desde la distancia, satisfecho de ver cómo su plan comenzaba a dar frutos. Sabía que este era solo el primer paso para ganarse la confianza de la familia de Lilith y asegurarse de que ella se destacara como la pieza clave en su éxito.
Después de la reunión, Gabriel se encontró con Lilith en su lugar habitual.
—Lilith, ¿cómo te fue con la propuesta? —preguntó Gabriel, ansioso por saber los resultados.
—¡Gabriel, fue increíble! Lorena aceptó mi propuesta y estamos en negociaciones. No sé cómo agradecerte por todo tu apoyo —dijo Lilith, con una sonrisa radiante.
—Me alegra saberlo, Lilith. Sabía que podías hacerlo —respondió Gabriel, sintiéndose orgulloso de ella.
Mientras tanto, los otros miembros de la familia González estaban furiosos y confundidos por el trato que habían recibido, sin entender por qué sus propuestas fueron rechazadas. Pero para Lilith y Gabriel, esto solo significaba que su plan estaba funcionando a la perfección.
La noticia de que Lilith estaba en negociaciones con el Grupo García no tardó en llegar a oídos de la familia González. Decidieron preparar una fiesta para anunciar quién sería el nuevo CEO del Grupo González, un evento que reunía a todos los miembros de la familia, excepto Gabriel. La fiesta se celebró en la mansión familiar, y la matriarca, Juana González, estaba lista para hacer el anuncio oficial. Lorena del Grupo García también estaba presente, lista para seguir las instrucciones de Gabriel.