Días después del incidente con Lilith, Valeria decidió visitar la oficina de Luis Carlos, decidida a poner fin a la relación comercial entre el Grupo García y Lilith. Entró en la oficina con determinación, sin previo aviso, y encontró a Luis Carlos revisando unos documentos.
—Luis Carlos, necesitamos hablar —dijo Valeria, cerrando la puerta detrás de ella.
Luis Carlos levantó la vista, tratando de mantener la calma. Sabía que esta conversación era inevitable.
—Valeria, ¿qué sucede? —preguntó, aunque ya sospechaba la razón de su visita.
Valeria se acercó a su escritorio, sus ojos llenos de determinación.
—Si realmente deseas continuar con nuestro compromiso, debes dejar de apoyar a Lilith. Ella no es una socia comercial importante, y el Grupo García no perderá nada al cortar lazos con ella. De lo contrario, mi familia tomará venganza contra la familia García —dijo Valeria, su tono firme y amenazante.
Luis Carlos respiró hondo, sintiendo la presión de la situación. Sabía que Valeria era capaz de cumplir sus amenazas, pero también sabía que no podía dejar que Lilith cayera víctima de su venganza.
—Valeria, entiendes que las decisiones comerciales no se toman a la ligera. Lilith y su empresa han demostrado ser socios valiosos para nosotros. No puedo simplemente cortar los lazos porque tú lo ordenes —respondió, intentando mantener un tono razonable.
Valeria frunció el ceño, su paciencia agotándose.
—Luis Carlos, esto no es una petición, es una advertencia. Mi familia no se quedará de brazos cruzados si continúas apoyando a Lilith. Tú decides, nuestra relación o ella —dijo, dejando clara su posición.
Luis Carlos sintió la gravedad de la situación. Sabía que cualquier movimiento en falso podría desencadenar una guerra entre las familias.
—Valeria, necesito tiempo para considerar esto. No puedo tomar una decisión tan importante de inmediato —dijo, tratando de ganar tiempo.
Valeria lo miró con desdén.
—No tardes demasiado en decidir, Luis Carlos. No esperaré eternamente —dijo, antes de darse la vuelta y salir de la oficina, dejando a Luis Carlos con una decisión difícil.
Luis Carlos se contacto con Lorena. Lorena estaba en su oficina cuando recibió un mensaje de Luis Carlos pidiéndole que se reunieran en privado. Sabía que algo serio estaba ocurriendo y se dirigió a su despacho de inmediato.
—Luis Carlos, ¿qué sucede? —preguntó Lorena al entrar en su oficina.
Luis Carlos le explicó lo que había ocurrido con Valeria y la presión que estaba ejerciendo para cortar los lazos con Lilith.
—No podemos ceder a sus amenazas, pero también debemos ser cuidadosos. Necesitamos un plan para proteger a Lilith y nuestras operaciones —dijo Luis Carlos, visiblemente preocupado.
Lorena asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.
—Estoy de acuerdo. Lilith es una aliada importante y no podemos dejar que Valeria la destruya. Hablaré con Lilith y la mantendré informada. Mientras tanto, necesitamos pensar en una estrategia para neutralizar la amenaza de Valeria —dijo Lorena, decidida a ayudar.
En la oficina de Lilith:
Esa tarde, Lorena se reunió con Lilith para contarle lo sucedido. Se encontraron en la oficina de Lilith, y Lorena cerró la puerta para asegurarse de que nadie pudiera escucharlas.
—Lilith, tenemos que hablar. Valeria estuvo en la oficina de Luis Carlos y le exigió que dejara de apoyarte. Está usando su compromiso para intentar separarnos —dijo Lorena, con una expresión seria.
Lilith frunció el ceño, sintiendo una mezcla de preocupación y frustración.
—No puedo creer que Valeria llegue a estos extremos. Pero no voy a dejar que me intimide. Necesitamos encontrar una manera de seguir adelante sin ceder a sus amenazas —dijo Lilith, con determinación.
Lorena asintió, sabiendo que Lilith no se rendiría fácilmente.
—Estoy contigo en esto, Lilith. Hablaremos con Luis Carlos y encontraremos una solución. No estás sola en esta lucha —dijo Lorena, brindándole apoyo.
En los días siguientes, la tensión en torno al conflicto entre Lilith, Valeria, y Luis Carlos seguía creciendo. Mientras tanto, Roberto, que había estado investigando por su cuenta, descubrió un secreto que podría poner a la familia García en una situación muy comprometedora.
Roberto sabía que debía hablar con Luis Carlos lo antes posible. Sabía que revelar esta información podría cambiar el curso de los acontecimientos y darle una ventaja. Decidido, Roberto intentó ponerse en contacto con Luis Carlos varias veces, pero sin éxito. Luis Carlos, consciente de la situación, evitaba reunirse con él.
En la oficina de Luis Carlos:
Lorena entró en la oficina de Luis Carlos con una expresión de preocupación.
—Señor, Roberto ha estado intentando contactarte insistentemente. ¿No crees que deberíamos al menos escuchar lo que tiene que decir? —preguntó Lorena.
Luis Carlos negó con la cabeza, claramente decidido.
—Lorena, no puedo permitirme una reunión con Roberto en este momento. Estoy seguro de que solo busca aprovecharse de la situación para su propio beneficio. No podemos confiar en él —respondió Luis Carlos, su voz firme.
Lorena suspiró, pero no discutió más. Sabía que Luis Carlos tenía sus razones para ser cauteloso.
En la oficina de Lilith:
Mientras tanto, Lilith estaba lidiando con las consecuencias del enfrentamiento con Valeria. Seguía trabajando en sus proyectos, pero la sombra de las amenazas de Valeria la seguía inquietando.
En ese momento, su teléfono sonó. Era Lorena.
—Lilith, necesito verte de inmediato. Algo importante ha surgido —dijo Lorena al otro lado de la línea.
Lilith asintió, sabiendo que cualquier cosa que Lorena considerara importante merecía su atención.
Minutos después, Lorena llegó a la oficina de Lilith. Cerró la puerta detrás de ella y se sentó frente a Lilith.
—He estado pensando en la situación con Valeria. Luis Carlos está bajo mucha presión y necesita nuestro apoyo. Además, Roberto ha estado intentando contactarlo insistentemente. Creo que debemos averiguar qué sabe Roberto. Podría ser crucial para nosotros —dijo Lorena.
Lilith asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.
—Estoy de acuerdo, Lorena. Necesitamos saber qué está ocurriendo. ¿Cómo podemos contactar a Roberto sin que Luis Carlos se entere? —preguntó Lilith.
Lorena sonrió levemente, ya teniendo un plan en mente.
—Deja eso en mis manos. Me pondré en contacto con Roberto y lo citaré en un lugar discreto. Nos encontraremos y descubriremos qué sabe. No te preocupes, me aseguraré de que todo se haga con la mayor discreción posible —respondió Lorena.
En una cafetería discreta de la ciudad:
—Gracias por reunirte conmigo, Roberto. Sé que tienes información importante y necesitamos escucharla —dijo Lorena, sentándose frente a él.
Roberto asintió, sabiendo que no podía perder esta oportunidad.
—Lorena, lo que he descubierto podría poner a la familia García en una situación muy comprometedora. Sé que esto es delicado, Lorena, pero no tengo tiempo para juegos. Si Luis Carlos no se reúne conmigo en las próximas 24 horas, voy a liberar esta información a la prensa. Y no solo eso, me aseguraré de destruir a las personas más cercanas a él. No me refiero a Valeria —dijo Roberto, con una voz baja pero llena de amenaza.