Aunque comprendía la lógica detrás de la sugerencia del señor García, no podía evitar sentirse abrumada por la idea de separarse de su familia.
—Gabriel, ¿por qué el señor García querría ayudarme a mí? ¿Qué interés tiene en todo esto? —preguntó Lilith, con una mirada de confusión.
Gabriel la miró con calma, entendiendo su escepticismo. —Lilith, el señor García ve tu potencial y cree en ti. Quiere asegurarse de que estés protegida y puedas alcanzar tus metas sin ser manipulada por tu familia o por nadie más. Él ve algo en ti que merece ser nutrido y apoyado.
A pesar de las palabras reconfortantes de Gabriel, Lilith seguía sintiendo dudas en su interior. La idea de separarse de su familia le pesaba en el corazón, y la incertidumbre sobre las verdaderas intenciones del señor García la llenaba de desconfianza.
—No estoy segura, Gabriel. Esta decisión me está rompiendo por dentro. No sé si puedo dejar atrás a mi familia, incluso si eso significa protegerme a mí misma —confesó Lilith, con la voz cargada de emoción.
Gabriel la abrazó con ternura, comprendiendo su conflicto interno. —Lilith, entiendo tus sentimientos. Pero a veces, para protegernos a nosotros mismos, debemos tomar decisiones difíciles. Estaré aquí para apoyarte, sin importar lo que decidas.
Lilith se aferró a Gabriel, sintiendo su presencia reconfortante en medio de la tormenta de emociones que la invadía. Aunque el camino por delante era incierto y desafiante, sabía que tenía a Gabriel a su lado, dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo juntos.
Con esta conversación, Lilith se enfrentaba a una encrucijada en su vida. A pesar de las dudas y el dolor que la acompañaban, sabía que debía tomar una decisión que definiría su futuro.
Lilith regresó a casa de su padre, con el peso de la conversación con Gabriel aún en su mente. Al entrar, encontró a su abuela esperándola en la sala, con una expresión ansiosa en el rostro.
—Lilith, querida, necesito hablar contigo —dijo su abuela con seriedad.
Lilith asintió y se sentó frente a ella, preparándose para lo que fuera que su abuela tuviera que decir.
—He estado pensando mucho en lo que pasó en la fiesta y en nuestras conversaciones anteriores. He llegado a una decisión —comenzó su abuela, mirándola con determinación—. Si logras hablar con Lorena y recuperar los contratos perdidos, serás la nueva CEO del Grupo González.
Las palabras de su abuela la sorprendieron. Lilith recordó la advertencia que le hizo Gabriel sobre el Grupo García y las manipulaciones de su familia. Se encontraba en una encrucijada, dividida entre el deseo de ayudar a su familia y protegerse a sí misma.
—Abuela, lo pensaré. No puedo tomar una decisión apresurada —respondió Lilith, con cautela.
Su abuela asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. —Por supuesto, hija. Tómate tu tiempo. Pero recuerda que esta es una oportunidad única.
Lilith pasó la noche reflexionando sobre su futuro y las palabras de su abuela. A la mañana siguiente, decidió que hablaría con Lorena para ver qué podía hacer para recuperar los contratos perdidos.
Cuando llegó al edificio del Grupo Internacional García, se sorprendió al ver a Laureano esperándola afuera. Su presencia le recordó las advertencias de Gabriel y la hizo sentir aún más decidida a descubrir la verdad.
—¿Qué estás haciendo aquí, Laureano? —le preguntó Lilith, con firmeza, al acercarse.
Laureano la miró con arrogancia. —Vine a hablar con Lorena. Tengo derecho a saber por qué el Grupo García rechazó nuestras propuestas.
Lilith frunció el ceño, recordando las palabras de Gabriel sobre la posible manipulación de su familia. Sin embargo, antes de que pudiera responder, los guardias de seguridad del edificio salieron y rodearon a Laureano.
—Señor González, no está autorizado a entrar. Le pido que se retire del lugar de inmediato —dijo uno de los guardias, con frialdad.
Laureano protestó, tratando de resistirse, pero fue rápidamente sacado a empujones y golpes, mientras los guardias lo escoltaban fuera del edificio.
Mientras tanto, Lilith fue recibida con calidez por el personal del Grupo García, quienes la condujeron hasta la oficina de Lorena con cortesía y respeto.
Lilith se sintió aliviada al ver que era bienvenida en el edificio, pero también se preguntó sobre la verdadera razón detrás del rechazo de Laureano. Sabía que debía hablar con Lorena para obtener respuestas y resolver la situación de una vez por todas.
Laureano regresó a casa de su abuela, con el orgullo herido y la frustración palpable en su rostro. Al entrar, se encontró con su abuela, quien lo esperaba con ansiedad.
—Abuela, fue una humillación total. No me dejaron entrar y me sacaron a empujones del edificio. En cambio, trataron a Lilith como si fuera la dueña del lugar —dijo Laureano, con resentimiento.
Su abuela frunció el ceño, preocupada por la situación. Había puesto sus esperanzas en que Lilith pudiera resolver los problemas con el Grupo García, pero ahora se enfrentaban a un nuevo obstáculo.
—Lilith prometió que hablaría con Lorena y haría todo lo posible para solucionar este problema. Solo tenemos que tener fe en ella —respondió su abuela, tratando de mantener la esperanza.
Mientras tanto, en la oficina de Lorena, Lilith fue recibida con cortesía pero también con franqueza. Lorena no perdió tiempo en abordar el tema principal.
—Lilith, ¿has recibido el mensaje del señor García? —preguntó Lorena directamente.
Lilith se sintió confundida. —No estoy segura a qué te refieres. ¿Qué mensaje?
Lorena suspiró, dando por sentado que Lilith estaba al tanto de la situación. —El señor García envió un mensaje a través de su chofer. Te pidió que consideraras independizarte del Grupo González.
Las palabras de Lorena dejaron a Lilith atónita. No solo porque el señor García estuviera involucrado en su vida de esa manera, sino también porque la idea de independizarse del Grupo González era algo que nunca había considerado.
—¿Independizarme? ¿Por qué? —preguntó Lilith, confundida.
Lorena explicó la situación con franqueza. —En el último año, el Grupo González ha presentado proyectos de baja calidad y con altos riesgos. Por esa razón, el Grupo García no desea continuar negociando con ellos. Sin embargo, debido a la cercanía que tiene Gabriel con el señor García, él quiere darle una oportunidad a Lilith.
Lilith se sorprendió al enterarse de la cercanía entre Gabriel y el señor García. Nunca había sospechado que hubiera algún tipo de relación entre ellos, y ahora se enfrentaba a la difícil decisión de independizarse de su familia en busca de una oportunidad para ella misma.