Acuerdo de paz

1234 Words
Valeria, consciente de que su oportunidad de convertirse en la señora García se estaba desvaneciendo, decidió actuar rápidamente. Sabía que si lograba opacar el nombre de la familia De la Vega, especialmente el de Victoria, podría forzar a Luis Carlos a reconsiderar su compromiso. Junto a su amigo Álvaro, comenzaron a lanzar una serie de noticias negativas y tendencias en las r************* para desprestigiar a los De la Vega. Las primeras publicaciones insinuaban escándalos financieros y problemas internos en la familia De la Vega. A medida que las noticias se difundían, más y más personas comenzaban a cuestionar la integridad de Victoria y su familia. Valeria y Álvaro utilizaron perfiles falsos y cuentas anónimas para sembrar la duda y la desconfianza. Luis Carlos, mientras tanto, se encontraba en una reunión importante cuando recibió una notificación sobre las noticias virales. Intrigado y preocupado, decidió investigar más a fondo. Al revisar las publicaciones, reconoció un patrón: todo apuntaba a un intento deliberado de sabotaje. —Martín, necesito que investigues estas acusaciones contra la familia De la Vega —ordenó Luis Carlos, frunciendo el ceño—. Algo no cuadra aquí, y no quiero que se vean perjudicados por información falsa. Martín asintió y se puso a trabajar de inmediato. En pocas horas, logró rastrear algunas de las cuentas anónimas hasta Valeria y Álvaro. Con esta nueva información, Luis Carlos sintió una mezcla de ira y determinación. Mientras tanto, en la mansión de Valeria, Juana observaba atentamente. Ella siempre había sido buena para captar los movimientos estratégicos y sabía que Valeria estaba detrás de este escándalo. Decidió mantenerse cerca, esperando el momento adecuado para intervenir y utilizar esta información a su favor. En la oficina, Martín regresó con un informe completo. —Señor, hemos encontrado pruebas concluyentes de que Valeria y Álvaro están detrás de estas acusaciones. Están utilizando cuentas falsas para difundir información negativa sobre la familia De la Vega. Luis Carlos cerró los ojos por un momento, intentando controlar su ira. —Gracias, Martín. Sabía que no podía confiar en Valeria. Ahora debemos actuar rápido para limpiar el nombre de los De la Vega y asegurarnos de que Valeria no pueda causar más daño. Con un plan en mente, Luis Carlos contactó a sus abogados y a un equipo de relaciones públicas. En cuestión de días, comenzaron a contrarrestar las acusaciones con pruebas de su falsedad, desmantelando una a una las mentiras difundidas por Valeria y Álvaro. Además, se aseguraron de que los responsables detrás de las difamaciones fueran expuestos públicamente. Valeria, al ver que sus esfuerzos estaban siendo revertidos, se desesperó aún más. En un último intento, trató de contactar a Luis Carlos para manipularlo emocionalmente. Sin embargo, Luis Carlos estaba preparado. —Valeria, he sido paciente y he intentado entender tus motivaciones, pero esto ha ido demasiado lejos —le dijo con frialdad cuando ella trató de confrontarlo—. Has difamado a una familia inocente y has tratado de manipularme en cada paso. Ya no hay lugar para ti en mi vida ni en mis planes futuros. Valeria, al ver que su juego había llegado a su fin, intentó cambiar de táctica, pero Luis Carlos ya no estaba dispuesto a escuchar. La presión social y la exposición pública de sus acciones la dejaron sin apoyo, incluso Álvaro comenzó a distanciarse, temiendo por las repercusiones legales y sociales. Mientras tanto, Luis Carlos se concentraba en reconstruir su vida y sus relaciones. Con el nombre de los De la Vega restaurado, comenzó a explorar nuevamente la posibilidad de un compromiso con Victoria. Aunque su corazón aún estaba dividido por el dolor de la aparente pérdida de Lilith, sabía que debía seguir adelante. Juana, observando desde las sombras, comprendió que Valeria había sido neutralizada, pero la situación seguía siendo volátil. Decidió mantener su distancia por ahora, pero estaba lista para intervenir si surgía otra oportunidad. El futuro de Luis Carlos estaba en un delicado equilibrio, con la esperanza de un nuevo comienzo y el constante recuerdo de lo que había perdido. Pero en su interior, una voz persistente le recordaba que nunca debía dejar de buscar la verdad, por el bien de aquellos a quienes amaba y por la paz de su propio espíritu. Doña Helena observaba desde la distancia con satisfacción cómo Luis Carlos defendía a Victoria de las calumnias orquestadas por Valeria. Aunque no había un compromiso formal entre Luis Carlos y Victoria, la matriarca de los De la Vega percibía una posibilidad prometedora. Decidió actuar, enviando a su hija a la oficina de Luis Carlos con una variedad de platillos caseros, un gesto que simbolizaba tanto hospitalidad como un acercamiento más personal. Martín, siempre atento a los intereses de Luis Carlos, conocía a Victoria y entendía la importancia de este gesto. Al ver a Victoria llegar con las comidas, la dejó pasar a la oficina de Luis Carlos sin dudarlo. Luis Carlos, sumido en sus pensamientos sobre el reciente caos y la reconstrucción de su vida, levantó la vista sorprendido al ver a Victoria entrar con las bandejas. —Victoria, ¿qué sorpresa tan agradable? —dijo, esbozando una sonrisa. Victoria, visiblemente nerviosa, colocó las bandejas sobre la mesa y se giró hacia él. —Luis Carlos, mi madre me envió con estas comidas. Ella piensa que podríamos compartir un momento agradable, y... —titubeó, bajando la mirada— quiero pedirte que tengas paciencia conmigo. Nunca he estado en algo tan serio como un compromiso, aunque aún no haya uno formal... Y, además, nunca he estado sola con un hombre en una habitación. Yo... soy virgen. Luis Carlos la miró con ternura, apreciando su honestidad y vulnerabilidad. —Victoria, no tienes que preocuparte —respondió con suavidad—. No hay presión aquí. Podemos tomar las cosas con calma y conocernos mejor. Aprecio mucho tu sinceridad. Victoria, aliviada, asintió y sonrió tímidamente. Luis Carlos se acercó a la mesa y comenzó a servir los platillos, eligiendo uno y ofreciéndoselo a ella. —¿Qué te parece si empezamos por disfrutar de esta comida juntos y hablamos de todo lo que quieras? —propuso. Victoria aceptó con una sonrisa, sintiéndose un poco más cómoda. Mientras compartían la comida, hablaron de sus vidas, intereses y sueños. Luis Carlos descubrió que Victoria era una mujer de principios sólidos, con una dulzura y una determinación que la hacían única. Mientras tanto, Martín, observando desde su posición, sonrió satisfecho al ver la conexión que se estaba forjando entre Luis Carlos y Victoria. Sabía que Luis Carlos necesitaba a alguien así en su vida, alguien que pudiera ofrecerle estabilidad y afecto genuino. Sin embargo, en el fondo de su mente, Luis Carlos no podía evitar pensar en Lilith. Aunque se convencía a sí mismo de que debía seguir adelante, una pequeña esperanza persistía, recordándole que no debía rendirse por completo en su búsqueda de la verdad. En ese momento, en la mansión de Valeria, Juana recibía noticias de los intentos fallidos de desprestigiar a los De la Vega. Decidió que era momento de trazar un nuevo plan, uno que pudiera finalmente consolidar su posición y acabar con las amenazas que enfrentaba su familia. Pero por ahora, en la oficina de Luis Carlos, un nuevo capítulo estaba comenzando. Mientras compartía una comida con Victoria, sentía que un futuro diferente, más prometedor, podría estar a su alcance, si lograba equilibrar su pasado con las nuevas oportunidades que se presentaban.
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