Juegos de poder. Pactos y secretos

Gabriel tieneun accidente

Luis Carlos estaba en su oficina, sumido en pensamientos cuando su teléfono sonó. Al ver que era su madre, Isabel, respondió de inmediato.

—Hola, madre.

—Luis Carlos, como líder de la familia García, tienes que solucionar los problemas que hay en Starville. Debes viajar lo antes posible —dijo Isabel, su voz firme y autoritaria.

Luis Carlos suspiró, consciente de la gravedad de la situación en Starville. Los negocios de la familia estaban en juego, y su presencia era esencial. Sin embargo, la complicada situación con Lilith y la doble vida que había llevado como Gabriel hacían que el viaje fuera una tarea casi imposible.

—Lo sé, madre. Estoy al tanto de los problemas en Starville, pero la situación aquí es complicada —respondió, tratando de ganar tiempo.

—No hay peros, Luis Carlos. Tienes que partir cuanto antes. No podemos permitirnos perder Starville —dijo Isabel con determinación.

Después de colgar, Luis Carlos se quedó mirando al vacío, sopesando sus opciones. Sabía que su viaje a Starville duraría al menos tres años y no podía dejar cabos sueltos. Necesitaba un plan para desaparecer a Gabriel sin lastimar a Lilith.

Decidido, llamó a Martín a su oficina.

—Martín, necesito tu ayuda para ejecutar un plan delicado. Tengo que viajar a Starville y estaré fuera por tres años. Necesitamos hacer que Gabriel desaparezca, pero sin herir a Lilith —dijo Luis Carlos con seriedad.

Martín asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

—Entiendo. ¿Qué tienes en mente?

Luis Carlos explicó su plan con detalle. Necesitaban hacer que Gabriel tuviera un accidente que lo alejara de la vida de Lilith, pero sin causarle daño real. Al mismo tiempo, necesitaban asegurar que Luis Carlos pudiera seguir protegiéndola desde lejos.

—Primero, necesitamos que el doble esté completamente preparado. Debe asumir la identidad de Gabriel de manera convincente. Luego, organizaremos un accidente falso que lo lleve lejos. Durante este tiempo, mantendremos a Lilith segura y le haremos creer que Gabriel está recibiendo tratamiento en algún lugar remoto —dijo Luis Carlos.

Martín asintió, comenzando a ver el plan con claridad.

—Será complicado, pero podemos hacerlo. Tendremos que coordinar cada detalle para que parezca real.

Mientras tanto, Luis Carlos se reunió con el doble de Gabriel para darle instrucciones precisas.

—Escucha, tu papel es crucial. Debes actuar como Gabriel hasta que organicemos tu "accidente". Después, desaparecerás por un tiempo, y yo me encargaré del resto —dijo Luis Carlos, mirándolo fijamente.

El doble asintió, consciente de la importancia de su papel.

Días después, todo estaba en marcha. Gabriel (el doble) continuaba con su rutina, asegurándose de ser visto por la gente adecuada. Mientras tanto, Luis Carlos preparaba su partida a Starville, coordinando los detalles finales con Martín.

En la mansión de Valeria, Juana seguía observando con atención cada movimiento de Gabriel. Sus sospechas creían y ella no dejaba pasar ningún detalle.

Finalmente, el día del "accidente" llegó. Gabriel (el doble) fue visto por última vez en un área remota, siguiendo las instrucciones al pie de la letra. El plan se ejecutó a la perfección: un accidente cuidadosamente orquestado, con testigos que confirmarían la historia.

Luis Carlos, ya preparado para partir a Starville, recibió la noticia del "accidente" con una mezcla de alivio y tristeza. Sabía que esto era necesario, pero también entendía el dolor que causaría a Lilith.

Antes de partir, se aseguró de que Lilith fuera informada de que Gabriel estaba recibiendo tratamiento en un lugar lejano, sin posibilidad de contacto por un tiempo. Lilith, aunque devastada por la noticia, decidió mantenerse fuerte y continuar con su vida y trabajo.

Luis Carlos, ahora en su rol de líder de la familia García, partió hacia Starville, dejando atrás una situación complicada pero manejada. Sabía que en los próximos tres años, tendría que encontrar una manera de volver y enfrentar las consecuencias de su doble vida. Mientras tanto, Juana y Valeria seguían con sus planes, sin sospechar que el verdadero Gabriel estaba más cerca de lo que imaginaban.

Juana, siempre atenta a los acontecimientos que rodeaban a su familia y a Lilith, no pudo evitar sentirse intrigada por el supuesto accidente de Gabriel. Algo no cuadraba en la historia que le habían contado. Decidida a llegar al fondo del asunto, comenzó a investigar más a fondo.

Desde la mansión de los González, Juana contactó a algunos de sus informantes en el ámbito médico y policial. Con su influencia y recursos, no tardó en obtener detalles sobre el accidente de Gabriel. Lo que descubrió la dejó aún más perpleja: no había registro oficial del accidente en los hospitales locales ni en las estaciones de policía. Era como si el accidente nunca hubiera ocurrido.

Juana no se detuvo allí. Usando su red de contactos, logró rastrear a algunas de las personas que supuestamente habían sido testigos del accidente. Uno de ellos, bajo la presión de Juana, confesó que le habían pagado para mentir sobre lo sucedido.

—Fue todo un montaje. Nos dijeron exactamente qué decir y hacer. Nunca hubo un accidente real —confesó el testigo, con miedo en la voz.

Con esta información, Juana se sentó en su estudio, conectando los puntos. La historia del accidente había sido una farsa, pero ¿por qué? ¿Y por qué Gabriel habría sido trasladado al exterior e incomunicado?

Decidida a obtener respuestas, Juana hizo una llamada a Valeria.

—Valeria, necesito hablar contigo. Hay algo muy extraño en el accidente de Gabriel. No hay registros oficiales y los testigos fueron pagados para mentir. Algo está muy mal —dijo Juana, su voz firme.

Valeria, quien aún estaba dolida y sospechaba de Luis Carlos por la muerte de su hermano Roberto, escuchó con atención.

—¿Qué estás diciendo, Juana? ¿Que todo fue un montaje? —preguntó Valeria, sorprendida.

—Exactamente. Y necesitamos averiguar por qué. ¿Qué razón tendría alguien para inventar un accidente y trasladar a Gabriel al exterior, incomunicado por tanto tiempo? —respondió Juana, pensativa.

Valeria frunció el ceño, sintiendo que todo comenzaba a encajar. Recordó sus sospechas sobre Luis Carlos y el extraño comportamiento de Gabriel. ¿Podría haber una conexión entre estos eventos?

—Juana, hay algo más. Sospecho que Luis Carlos podría estar involucrado. Ha estado actuando de manera extraña y su comportamiento con respecto a Lilith y Gabriel ha sido peculiar. Necesitamos investigar más a fondo —dijo Valeria.

Decididas a descubrir la verdad, Juana y Valeria comenzaron a trazar un plan. Sabían que debían ser cautelosas y meticulosas en su investigación para no alertar a Luis Carlos.

Mientras tanto, Luis Carlos, ya en Starville, recibía informes periódicos de Martín sobre la situación en la ciudad y sobre Lilith. Aunque estaba lejos, su preocupación por Lilith y el complicado entramado de mentiras que había tejido lo mantenían en constante tensión. Sabía que en algún momento, todas las piezas del rompecabezas podrían encajar y revelar la verdad.