Narra Ismael No podía creerlo. La envié a compartir mierda en las r************* y Marcos la tenía semidesnuda, sosteniendo el consolador nuevo en sus labios como una zorra. Jesús, tendría una erección por el resto de mi vida con esa imagen grabada a fuego en mi cerebro. La mirada en los ojos de Marcos mientras la observaba me hizo querer arrojarlo desde la ventana del piso veintiocho. Y a ella le gustaba. Ella estaba coqueteando con él. ¿Desde cuándo Emma es coqueta? ¿Había tomado mi no y encontrado a otro hombre para tomar su virginidad? ¿Era Marcos su nuevo recluta?De ninguna maldita manera. No mientras yo estaba cerca. Paseé por mi oficina mientras esperaba que ella viniera. No sabía qué decir, pero iba a poner mi ira sobre ella y Marcos. —¿Querías verme? —Cierra la puerta—mi tono