Narra Emma
La forma en que Ismael me tocó fue eléctrica. El poder que sentí al chuparle el pene y hacer que se corriera era embriagador. Quería hacerlo una y otra vez, pero pude ver su arrepentimiento una vez terminado. Dolía que se arrepintiera y, sin embargo, sabía que su libido estaba luchando con su conciencia. Hasta ahora, estaba ganando. No me gustó que se sintiera atormentado por eso y deseé poder hacerle ver que lo que estábamos haciendo no estaba mal.
Me emocioné cuando me di cuenta de que estaba celoso por la atención de Marcos. En el fondo Ismael me deseaba. Me aferré al pensamiento mientras lo dejaba revolcarse en la culpa y volví al trabajo. Al día siguiente estaba de regreso en clase y trabajando en mi tesis, lo que nos dio a ambos un día para reflexionar. Por mi parte, es
