Narra Emma Salí del ascensor al piso de siempre el miércoles sintiéndome confiada y esperanzada. Me pregunté si Isamel había encontrado mis bragas en su baño ayer y cuál había sido su reacción. Sabía que estaba inquieto cuando se fue el lunes, pero ahora, con un día de diferencia, espero que haya tenido tiempo de darse cuenta de que yo era un adulto que tomaba mis propias decisiones. No tenía nada que ver con mi padre o mis aspiraciones profesionales. Y si todavía desconfiaba, con suerte tendría tiempo para convencerlo.Entré al área de oficinas para pasantes y vi una nota de la secretaria de Ismael pidiéndome que me comunicara con ella. Dejé mi bolso y luego me dirigí a su escritorio. Mientras me acercaba, vi la puerta de Ismael abierta, pero la luz estaba apagada. —¿Querías verme?— pre