Narra Ismael
Ojalá supiera qué le había pasado al hombre fuerte y en control que solía ser, porque este hombre nuevo estaba jodiendo mi vida por completo. Esta noche era el décimo aniversario de que Valeria y yo comenzábamos la compañia y en lugar de honrarla a ella ya lo que logramos, me estaba tirando a mi pasante.
Claramente, había bebido demasiado, por lo que cuando vi a Marcos poner su mano en el trasero de Emma, lo vi rojo. Probablemente es por eso que dejé que mi frustración y rabia sacaran lo mejor de mí. Sabía que era virgen, y sabía que mi pene era más grande que el de la mayoría de los hombres. Y, sin embargo, allí yacía en mi sofá, con sus grandes ojos redondos y su dulce sonrisa, pareciendo sentirse perfectamente satisfecha. Había una parte de mí que quería tirar de ella en
