Pía
Creí que me dejarían en casa para cuando se fueran a la cena de presentación del compromiso de Paula, pero como era de esperarse mi padre me obligo a asistir, mamá había escogido el vestido que llevaría puesto, algo totalmente diferente al de mi hermana, evidentemente no deseaba que la opacara o no se al fin que mismo es que pensaría, ya que mi vestido es super recatado, a diferencia de Paula que su vestido tiene un gran escote y abertura, el caso es que pareciera que mis padres no confiaran en el intelecto y la belleza de mi hermana, pues la están prácticamente exhibiendo.
Al llegar al lugar nos separamos, yo me fui de un lado con mi gemelo favorito, quien contaba sus ocurrencias y lo que le estaban sucediendo actualmente, mi otro hermano, mis padres y Paula se encontraban con algunas personas riendo, asumo que deben ser las que tienen el interés de unir lazos.
Fui hacia un lado de la casa, la que tenia la vista en el jardín, era sin duda alguna hermoso, todo llamaba mi atención, era exclusivamente como si yo supiera de su existencia, era tal y como lo leí en uno de mis libros favoritos, así que sentí como si me estaba transportando a las líneas de mi libro, y era parte de la trama.
Sentí la presencia de alguien cerca, traía dos vasos de un coctel, yo había probado uno de aquellos minutos antes de estar en el lugar en el que me encontraba actualmente:
- Cada una de las flores representa algo, pues al tener colores diversos, al igual que su aroma, hacen que uno experimente cosas únicas – expreso el extraño.
- A decir verdad, no lo sabía, pero sin duda alguna usted tiene razón, pues al mirarlas nos pueden transportar a diversos lugares – dije finalmente.
- Imagino que eres una amante de la naturaleza como para encontrarte en este lugar - hablo
- Me llama mucho la atención, pero me encuentro aquí, ya que adentro no hay nada que me interesé – hablé
- Somos dos entonces, ¿tomarías un coctelito conmigo? – pregunto
- Porque no – conteste.
Horas después…
Quien me diría a mí que me encontraría en la cama con el extraño, que quien sabe que hicimos, (aunque a decir verdad no me duele nada), lo ultimo que recuerdo es que estábamos tomando unos cocteles y riendo, después de eso nos fuimos del lugar como todos unos delincuentes, por la parte de atrás, sin dejar rastros, y ya después no recuerdo nada, siento una vergüenza inmensa, debió pensar cosas terribles de mí.
Mi sorpresa fue mucho más grande cuando al abrir los ojos y detallarlo con la mirada, el solo me dijo: en mi defensa, eres la mujer equivocada.
Esas palabras calaron fuerte en mi mente, no se porque me las dijo, quien sabe que tiene en la mente, o sin duda alguna por mi estupidez ahora piensa que soy una facilona que se va con cualquiera, no dejo de pensar en aquello.
Por inercia me levante de la cama dándome cuenta que me encontraba vestida, no en mi totalidad, pero al menos no se me veía mucha carne, en silencio fui hasta el baño, lave mi cara, hice mis necesidades y salí, al dirigirme a la puerta, el apareció detrás diciéndome que, si deseaba que me llevara a algún lugar específico, y le dije que yo podía tomar un taxi, y sin más me fui del lugar con la poca dignidad que me quedaba, me sentía terrible, estaba siendo alguien que no me reconocía.
Alejandro
Creo que un ser más estúpido que yo no hay en la tierra, tanto me afecto Paula para que justamente yo actúe con su hermana de la misma manera, ella se ve a simple vista que no es como la arpía de su hermana, que es sin duda alguna diferente, y yo tuve que decir justamente lo que primero se me ocurrió.
Hoy mismo hablare con mis padres del hecho de porque no me quiero casar con Paula, remediare mi error y pediré disculpas, explicándole que yo tuve que ver con el hecho que ella amaneciera conmigo y que eso era para su hermana gemela, y que también yo desconocía que Paula tuviera una gemela, todo lo tenia calculado, en una planificación perfecta, hasta que se me ocurrió revisar mi celular, tenia como mil llamadas de mis padres, de Abel y de los padres de Paula, y unos cuantos de números desconocidos, además de mensajes, uno de ellos llamó mi atención, había sido enviado aproximadamente cuando estaba viniendo aquí con la hermana de Paula, en el estaba una amenaza si yo me casaba con Paula, y luego ahora en la mañana había otro que decía que me agradecía por dejarle el camino libre, y fue mucho más confuso para mí.
A la primera persona que llame fue a Abel, el me dijo que mis padres se dieron cuenta que me fui de la cena, pero que luego de ello, desapareció Paula por arte de magia, sus hermanos la buscaron a ella y a su hermana Pía, y ninguna de las dos fue encontrada, pero que el caso es que horas después llamaron a los padres de Paula diciendo que no busque a su hija, que se encuentra bien y feliz, asumieron que era conmigo que estaba, y como no contestaba el celular lo pensaron así, en fin algunas cosas más de la dichosa cena.
Termine la llamada para llamar a mamá y preguntarle a que se debían las llamadas que me hizo, y su respuesta fue lo que me dejó helado, ella había visto como estaba entretenido con Pía (ahora se como se llama) que nos vio salir del lugar, y para rematar una de sus amigas me vio entrar a esta cabaña con una de las hijas del matrimonio Artigas, y saco sus conclusiones, además que tuvo que tranquilizar a mi padre pues todo se volvió un caos cuando desapareció Paula, aunque a su parecer esa chiquilla es medio rara y lo tenía todo planeado, me dijo que si tuve cuidado con Pía, y mi estupidez una vez más salió a la luz, pero termine contándole a mamá que fue lo que le dije y lo que realmente paso, después de una regaño bien dado y con la promesa de que me dará con la chancla, corte la llamada para salir del lugar y dirigirme a la editorial donde tenia una cita pactada para este día antes de mi viaje a Norte américa.