11. Falsa imagen

1103 Words
Luego de que Enrique se fuera, se le podía ver muy feliz a Isabella, quien nuevamente cantaba por todo el castillo mientras se encargaba de sus múltiples tareas, el rey Vladimir la escuchaba a lo lejos y se disgustaba consigo mismo por tener tan malos pensamientos acerca de su prometido, él tenía la impresión de que se trataba de un arribista y, aunque sabía que terminaría con la ilusión de ella, debía desenmascararlo. Los preparativos para la fiesta tenían a todo el palacio trabajando hasta altas horas de la noche, pues todo debía estar impecable para ese día, el rey ya había mandado a hacer las invitaciones y comenzaban a ser repartidas entre las familias más ricas y poderosas, las cuales no serían muchas. Enrique estaba en la lista, pues quería conocer todo de él y tenerlo en la mira todo el tiempo. Isabella ni siquiera lograba sospechar las verdaderas intenciones del rey, creía que lo que había conocido hasta ahora, solamente era una máscara para encubrir el gran dolor de haber perdido a sus padres y que en realidad el rey, su rey, era una buena persona. Enrique se había quedado tranquilo con la conversación que tuvo con el rey, al saber que Isabella no había sido deshonrada ni lo sería, pues ahora creía que realmente eran puras habladurías, como el mismo rey le había mencionado, en cuanto a la relación de él con las mujeres del palacio. A fin de cuentas, no había una sola mujer que se atreviera a decirlo de verdad, al ser un hombre guapo, era normal que todas quisieran estar entre sus brazos y soñaran, incluso, lo inventaran como parte de su ilusión. El compromiso del rey que pronto se daría a conocer, lo exhoneraba de todas esas acusaciones. En cuanto Enrique recibió la invitación al palacio, sus hermanas y su madre comenzaron a buscar su mejor atuendo para estar ante la presencia del rey y codearse con las familias más distinguidas del reino y sus alrededores, sentían que tenían un trébol de la buena suerte en sus manos y debían cuidarlo y adorarlo hasta el último momento, ese trébol era Isabella. Ellas no habían tenido la oportunidad de conocerla en persona aún, pero por todo lo que Enrique les contaba, la creían un ángel caído del cielo para cambiar su suerte, no es que a Enrique le fuera mal, pero con la ayuda del rey, podrían tener una mejor posición en sociedad, lo cual, a nadie le desagradaba. Isabella, por tanto, nunca pensaba en esas cosas, al contrario, ella era feliz tal y como era ahora, con lo poco que tenía como suyo y con todo el amor con el que inocentemente soñaba, la ambición no era parte de su esencia, su más grande sueño era casarse y formar una familia, la familia que le habían arrebatado de niña. Creía que al ser amada como ella esperaba, no sería necesario recordar quién era ni reclamar nada de lo que le había prometido a aquél hombre que la rescató de la muerte, pues sentía que al regresar a ese lugar, debería enfrentarse a lo que tanto temía, su padrastro, el hombre que guardaba odio en su mirada y el culpable de la muerte de su madre, aunque le dolía su pasado y fallar a su promesa, no estaba en sus planes volver a lo que había sido y solamente se permitía pensar en ello de vez en cuando, cuando retrocedía en la lectura de sus diarios y había decidido que luego de su compromiso con Enrique, escondería sus escritos para empezar un diario desde cero, con su nueva vida feliz y llena de amor, así que ésta, sería ls última vez que los leería sólo para despedirse de su pasado. Al final, solamente añadió una nota disculpándose por pensar en ella y en su hermoso futuro, sabía que sus padres se sentirían orgullosos de ella al no pensar en venganzas ni en odios, pues siempre le inculcaron buenos sentimientos y valores. También escribió una nota al rey Vladimir, a consideró un segundo padre, en la nota le expresaba su felicidad y esperaba que se sintiera como ella sl verla casarse con un buen hombre como él tanto le aconsejaba. "Enrique me trae una flor diaria, me recuerda mucho a tí cuando cada día me regalabas las flores más bellas del todo el reino " Podía leerse en las líneas que escribía. Como cada noche, Vladimir espiaba a Isabella, la veía escribir junto a su ventana favorita, esa que a veces brincaba para disfrutar del cielo azul y la brisa del atardecer hasta ver emerger cada estrella y resplandecer con la luz de la luna. Él no se explicaba qué era lo que hacía a Isabella tan especial ante sus ojos, no tenía un cuerpo perfecto como el de las mujeres que solía tener en su cama, pero podía ver en sus ojos esa luz que a él tanta falta le había hecho desde que perdió a su madre, el brillo en su mirada, la sonrisa, su perfume y el dulce tono de voz le provocaban sentimientos que odiaba, pues lo hacían vulnerable y no estaba dispuesto a ceder ante nadie, ni siquiera me ella. Y así, cada noche decidía alejarse de su habitación y no espiarla más para huir de sus sentimientos, esos que poco a poco iban alimentándose de su luz. Al día siguiente continuaban los preparativos, Miguelina al fin había regresado y el rey estaba feliz de verla de nuevo, aunque fingía no tener ninguna emoción ante los demás, solía llamarla en privado para pedirle mimos y consejos, era como un niño pequeño al que Miguelina le brindaba su amor incondicional. — Miguelina, no vuelvas a irte por tanto tiempo, ¿que no ves que eres como la mamá de todos? Y sin tí estamos perdidos — Mi rey, no digas eso, yo sólo soy una vieja enferma y... — No digas eso, tú no estás enferma — Pero vieja sí y todos sabemos lo que les pasa a los viejos — Se vuelven más lindos y tercos con la edad — Tú eres muy joven y muy terco también — Pero así me quieres, ¿no? — Por supuesto, mi niño, siempre serás mi niño consentido — Y el único, espero — Claro que sí, hijo Isabella a veces se quedaba atrás de la puerta y lograba percibir un poco de esta tierna escena, ahora sabía porqué Miguelina lo defendía tanto siendo a veces tan cruel y arrogante, efectivamente, sólo era un niño que ocultaba su dolor tras esa furia que mostraba a diario.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD