Un nuevo día, un adiós a una cruel pesadilla.

1304 Words
Me desperté con una jaqueca horrible, aunque las lámparas estaban apagadas, la luz que irrumpía en la habitación a través de la ventana me producían fotofobia, tomé una almohada cubierta por una funda celeste y me cubrí el rostro, un movimiento automático que trajo terribles consecuencias, mi columna vertebral crujió y la consciencia se adueñó de mi cuerpo despertándome completamente, me dolían hasta las raíces del cabello, lo peor era el calvario que estaba viviendo mi espalda, el más mínimo movimiento de mis músculos era una tortura para mí, fue allí cuando poco a poco vinieron imágenes a mi cabeza con los recuerdos de la noche anterior… malditos Kyle y Liliana, iba a asegurarme de que me las pagasen todas, ¿Cristopher?, era una completa vergüenza pensar en mi hermano ahora y lo que vio la noche anterior, estaba a punto de ser abusada, casi desnuda y cubierta en vómito, agregado al hecho de que seguro estaba drogada, si Frank hubiese estado aquí no habría pasado nada de ello, claro, ni siquiera hubiese ido a esa estúpida fiesta, grité con todas mis fuerzas ahogando mi grito en la almohada de color… ¿celeste?, inmediatamente me senté alerta, la adrenalina y el miedo recorrían mi sangre apaciguando el dolor, ¿dónde me encontraba?, definitivamente ésta no era mi habitación. _ ¡Silencio Cathy! -exclamó un niño en susurros mientras abría la puerta de la habitación, sin mis lentes no podía visualizarle y reconocerlo, pero su voz lo delató- ¡no podemos hacer ruidos fuertes! _ Lo siento Tommy, ¿dónde está Cris? -respondí adolorida, en un tono quizás demasiado alto debido a la columna que no paraba de atormentarme- buenos días… _ ¡Basta Cathy!, si no eres capaz de hablar bajo entonces mantente callada, ésos monstruos nos encontrarán si sigues así -su voz era un susurro apenas audible, con mucho cuidado cerró la puerta y encendió la televisión que había en la habitación, el sonido estaba al mínimo y era apenas audible, apenas entendía fragmentos sobre unos monstruos a los que denominaban “engendros” y estaban azotando al país. _ Cariño, debes dejar de ver ese tipo de películas o animación, vas a terminar sufriendo alguna paranoia. _ Había olvidado que estás ciega, ve a ponerte tus lentes y míralo, es el canal de noticias, mientras lo haces has el menor ruido posible por favor -exclamó en un susurro mientras seguía de pie junto al televisor, escalofríos me recorrieron, pero preferí mantener mi mente en blanco y obedecerle. Aquí estaba yo, haciéndole caso en su fantasía a un pequeño de seis años, donde lo más probable es que fuese una broma orquestada por Cristopher para asustarme, pero bueno, me levanté con todo el dolor de mi alma caminando como si fuese una embarazada con las manos en mi cadera tratando de enderezar la columna, entre suspiros y sollozos llegué hasta el baño con mi estuche de lentes de contacto en la mano, aproveché de hacer mis necesidades y luego de lavarme bien las manos me los coloqué, a diferencia de lo que muchos pensaban, mis lentes eran transparentes y lo utilizaba por tener una miopía a la cual le faltaba poco por rozar la ceguera. Pude observar que me encontraba pálida y con moretones en mis brazos descubiertos, tenía una franela roja y pantalón de pijama n***o, ropa femenina que probablemente pertenecía a Evelyn, el solo pensar en ella o mi hermano aseándome me hizo querer morir de la vergüenza, definitivamente ésta sería la última noche que bebería y saldría con estudiantes estúpidos y mañosos, ante la amenaza de que se me escapasen las lágrimas de solo pensar en él, reprimí el impulso de llorar poniendo mi mente en blanco y me dirigí en busca de mis cosas, Tommy aún estaba viendo la televisión, en el canal CNN, monstruos semi humanoides muy similares a los hombres lobos y con la pupila completamente roja causaban terror en la ciudad, saltaban por todas partes en una c********a de humanos y animales, nada ni nadie podía escapar de sus garras, aterrada y con las manos temblorosas me dirigí en busca de mi teléfono, se encontraba en mi cartera, lo había obviado al sacar las lentillas para no distraerme, lo desbloqueé y el pitido con decenas de notificaciones inundó el ambiente, Tommy saltó sobresaltado, bajé entre ellas viendo post de personas que seguía sobre la tragedia que estaba asolando al mundo, si, el planeta entero, tanto en el canal de noticia y en los diversos post que leía, eran azotados por unos extraños seres que destrozaban todo a su alrededor, aún no se sabían las causas… Temblando me abracé a mí misma con dificultad para respirar, sentía un gran peso en mi pecho y que de pronto el oxígeno era insuficiente para poder respirar, retrocedí saliendo de la habitación mientras terminaba de revisar las notificaciones cuando llamó mi atención, sesenta y dos llamadas perdidas de mi padre, cientos de mensajes... respiré profundo y marqué para llamar a mi padre, varios repiques y me envión a buzón, podía sentir mi corazón martillar con fuerza, espasmos me invadieron y no pude evitar gritar cuando Tommy me tomó del brazo para darme un abrazo, sin soportarlo más, el terror de la noche anterior con el de éste momento me hicieron colapsar, me dejé caer y drenar en lágrimas todas mis emociones en un pequeño que probablemente lo necesitaba más que yo. _ Tranquila Cathy, Cristopher salió con mamá a revisar las residencias de al lado, buscan sobrevivientes y suministros, vamos a un cuartel donde estaremos a salvo -decía mientras acariciaba mi cabeza y me abrazaba con fuerza, podía escuchar el temblor y el miedo que luchaba por controlar, con más fuerza lo abracé- por cierto, Cris dijo que tu papá y abuelos están en el bunker de su casa, en el cuartel nos esperará un helicóptero que nos lleve, vamos, mamá me ha dicho que no es tan malo como parece, que no debe ver la televisión, hacer ruido o preocuparme innecesariamente… Golpes sonaron justamente en el piso de arriba paralizándonos en el acto, mis lágrimas aún corrían silenciosas por mi rostro, el sonido de fuertes pisadas y algo moviéndose arriba nos alertó, justo encima del apartamento de Evelyn, a lado del nuestro vivía… “Frank”, el idiota había regresado al fin por sus cosas, la ira inundó mis venas y me levanté enojada, metí mis cosas en la cartera y me disponía a salir cuando Tommy me retuvo, le expliqué que conocía al vecino de arriba y que tenía algo que hablar con él, le pedí que me esperase y comencé a subir las escaleras del cuarto piso, escalofríos inundaron todo mi ser al observar el desastre que había en las escaleras y el suelo, huellas y suciedad de barro se hallaban esparcidas por el lugar, incluso la puerta estaba salpicada, con las manos temblorosas giré la manilla abriéndola y echando un vistazo dentro, di pocos pasos y me detuve al observar el suelo bañado en sangre de pelos dorados doquier, similares a los de un perro pero más largos, como los de una bestia o las criaturas que… Muchas veces vemos a al protagonista en completa soledad dirigirse al lugar del asesino, el fantasma, vampiro, bestia o lo que sea que aterrorice en su historia, incluso muchas veces gritan algo como “¡hola!, ¿hay alguien que quiera matarme por allí?, aquí estoy ven a por mí”, eso por lo menos fue lo que pensé ante esta situación, por suerte un niño de seis años fue lo suficientemente inteligente e intuitivo como para no meterse en la boca del lobo, en cambio una atolondrada estudiante como yo vino directo a ello, heme aquí lista para ser ¿desayuno o almuerzo de ese algo?
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