Capítulo 4

2273 Words
Antes de que el cansancio de un largo día llegase a él, Ross se atrevió a echar un vistazo hacia el exterior por una de las ventanas; Él vio solo una luna en el cielo y esta solo era de un punto blanco muy brilloso en medio de una noche muy oscura, oh, y las estrellas también eran muy brillantes, pero de un tamaño mucho más pequeño, eran puntitos adornando el panorama n***o. A decir verdad, las noches eran mucho más hermosas en su planeta; Las lunas eran de un color casi amarillas con sutiles franjas violetas, y la noche se teñía de un violeta muy apagado. Pero había algo igual de especial en este anochecer. No podía solo dedicarle palabras negativas, era hermoso a su modo y tan diferente, le gustaba.  Luego su mirada recayó en los edificios luminosos, aunque poco a poco las luces iban desapareciendo. Por lo que entendía que los terrestres ya estaban preparados para irse a dormir. Por que si, la luz era molesta a en ese momento. Poco a poco su mirada recayó en las calles, ahí habían luces flotantes indicando los caminos. Era lindo, este lugar lo era. —Pero... ¿cómo conseguiré dinero?— Pues ya le resultaba más que claro que necesitaba de ello para sobrevivir el la Tierra, deduciendo que con ayuda del dinero se pagarían por algunos servicios, o simplemente podría conseguir lo que quisiese. —Tal vez otra pizza..— Esta estaba siendo la primera vez en la que un alimento le llamaba tanto la atención, simplemente su gusto había quedado fascinado. Se perdió unos más mirando por la ventana abierta, y cuando el viento frío sopló él decidió que ya era momento de volver al sofá y mantenerse calentito ahí. Pero, cerró la ventana y se giró, aquel terrestre aun se encontraba en su sofá, si, desde ahora sería su sofá, ¡Y él ya se encontraba dormido! ¡Y lo peor de todo es que ya no había más pizza! Pero en fin, aun se sentía muy lleno. —¿Debería de despertarlo?— Se preguntó por lo bajo, volviendo muy lentamente hacia el sofá, acomodándose y cubriéndose la manta de lana. —Supongo que debería dejarlo— Porque el terrestre debía de estar realmente cansado para quedar así de dormido, él no despertaba aun cuando Ross se estiró por completo, dejando sus pies sobre el regazo del chico ya dormido. Sin embargo, hubo otro problema. —Pantalla, apágate— Él intentó de varias maneras, pero la pantalla aun seguía emitiendo luz y mostrando imágenes. Arrow aun se encontraba ahí. Y recordó que Ryan, el humano, manejaba la pantalla con un objeto. Lo buscó con la mirada, dando con el aparato encima del respaldo del sofá. Él presionó todos los botones hasta que al parecer dio con el correcto ya que todo de pronto se volvió oscuro, y solo la luz lunar iluminaba tenuemente. Ross sintió sus parpados pesados, si había sido un muy largo y duro día, ahora solo debía de preocuparse de entender las costumbres humanas, y claro, estaría estudiando y practicando arduamente el idioma. Pues esperaba no tener que usar el poco avanzado multi-idiomas. . Al despertar Ryan se encontró muy adolorido, como si no hubiera dormido en su cama, además él sentía un bulto debajo suyo. Muy incomodo por cierto, simplemente le hacia estar en una posición muy molesta. Por lo que poco a poco sus parpados empezaron a abrirse, con algo de dificultad ya que los rayos mañaneros eran sumamente cegadores.  Entonces, cuando Ryan ya se encontró en sus cinco sentidos, él supo lo que había y estaba pasando. Claramente se había quedado dormido en el sofá mientras se encontraba viendo su serie favorita. Idiota. ¿Pero y la incomodidad en su espalda? Uh, tal vez no recordó del todo, o lo tomo como parte de un sueño, si, aquello ultimó estaba pasando. Se irguió en su lugar, aun sentado, y estirando sus brazos él quedo muy quieto al ver, al verlo. ¿Así que no había sido un sueño, uh? —Por supuesto, no lo fue— Las imágenes del día anterior llegaron como ráfagas a su mente. —Increíble— Su mirada dio con las piernas en su regazó, pequeños pies y dedos se mostraron. Y si no estuviera aun adormilado, él no hubiera tenido el rápido pensamiento que esos pies se veían adorables. O quien sabe. Ryan analizó nuevamente la situación mientras observaba al chico aun muy cómodamente dormido. Ahora tendría un compañero de piso y uno un tanto rarito, pues al parecer aquel chico venia de una familia que vestía muy ¿romanamente?, además, él había conocido la pizza recien ayer, eso, eso era un gran locura. Aunque había otra cosa destacable, al parecer este chico no era para nada pudoroso, puesto que literalmente se había desnudado a su lado sin problema alguno. De locos. O estaba siendo un tanto muy exagerado, después de todo eran hombres. —Pero él dijo que lo querían casar con un tipo, un hombre...— Ryan no estaba entendiendo del todo, sin embargo lo dejo así, las explicaciones de todas formas llegarían tarde o temprano, además relamente no era hora de pedirlas, él tenía que preparar el desayuno y alistarse para empezar el día, el cual comenzaba con su primer trabajo que solía ocurrir por las mañanas; Pasear perros. Retiró sin mucha delicadeza las piernas delgadas y se puso de pie, —Diablos— Ugh, su cadera dolo un poco, y como no, si había estado por horas en una posición realmente incomoda, pero esto no hubiera pasado si él no estuviera. —Como sea, ya supéralo— Se dijo a sí mismo, aceptando de una vez su actual situación. A pasos normales se dirigió hacia su habitación, busco una toalla recién lavada y caminó con ella hacia su baño. Luego de una rápida ducha, él se encargó de preparar algo muy rápido y comestible, y él había recalentado algo de pizza, pero ya no había más. Si, sus hábitos alimentarios eran muy malos, y tanto su abuela como su hermana se lo recordaban con el fin de que algun día cambiase aquello. Tomó un tazón de uno de los cajones de la alacena, luego en de otro tomó una caja de cereales, de esos de colores, y terminó su búsqueda una vez tuvo la botella de leche en su mano. Cereal con leche, solía ser también un desayuno muy repetitivo en su vida. Simple y rápido. Y al momento de volver a dejar la botella de leche de nuevo en la heladera, él le echó una mirada al bulto en su sofá. Tal vez debería de despertarlo y que tomara el desayuno. Segundos pensándolo, y él ya se encontraba caminando hacia Ross. —Hey— Destapó por completo a su amigo, porque ayer por la noche ellos había quedado como amigos, ¿verdad? —Despierta, Ross— —¿Q-qué...?— Este por supuesto se vio desorientado, removiéndose lentamente en su lugar. —El desayuno te espera— Ryan no volvió inmediatamente a la cocina, después de todo él tenía su tazón en manos y se encontraba comiendo sin apuro, aun faltaba una hora para ir en busca de "sus perros". Ya que aun eran las siete y media. —¿Desayuno?...— Ross tomó asiento muy lentamente, su mirada era cansada y sus parpados se entrecerraban. Lucia muy gracioso ahora mismo, y Ryan no dudo en reír un poco, —Claro...— —En la mesada de la cocina— Ryan indicó apuntando el tazón que había dejado. Sonriendo a boca llena ante la imagen; Ross se veía como uno de sus sobrinos cuando despertaba, sus cabellos desordenados y cara adormilada bastante graciosa. Ross asintió mientras frotaba sus ojos, poco a poco iba despertando, y él despertó del todo cuando el nuevo alimento estuvo en su boca. No eran tan delicioso como la pizza, pero era muy comestible y dulce. Ryan limpió las comisura de su boca y preguntó —¿Dormiste bien anoche?— Porque yo no... siguió en mente.  Ross asintió, él había dormido como un bebe —El sofá en muy cómodo, dormí estupendamente— Metió otra gran cucharada a su boca. —Come despacio, no se dar primeros auxilios, estas advertido— Él si sabia como lavarse las manos de las situaciones, o no. Ross se ahorró su comentario que era imposible que se ahogase o atragantase con el alimento, —Esta bien— Pero él siguió comiendo muy apresuradamente, hasta que su tazón se vio sin más contenido. —¿Más?— Esto seria un problema para Ryan, al parecer tendría que comprar más comida, no solo para dos personas, sino que para tres —Increíble, ¿cómo es posible que aun tengas hambre?— Era simplemente sorpréndete, ¿no ayer se había comido una pizza entera y algunas porciones más? Pero bien, era el estomago del chico, aunque nuevamente.. —Tendrás que buscar un trabajo para pagar todo lo que comas, hay más leche en la heladera y en ese cajón esta el cereal— le dijo e indicó. —Por supuesto— Sonrió —¡Gracias!— Él ya estaba yendo por su segundo tazón de leche con cereales. Y ahora su pregunta era, —¿Dónde consigo trabajo?— Aunque no estaba muy seguro, ya que en lo que llevaba de vida, él no había trabajado nunca. Ah... ¿Entonces también tendría que ayudar al chico a conseguir trabajo? —Creo que en la cafetería necesitan otro mesero, ¿tienes experiencia en algo?— Dejó su tazón en el lava platos, donde claro, prosiguió a lavarlo. ¡Oh! Ross si tenía experiencia, él era un experto en domar bestias, solo les hablaba con mucho cariño, pero contaba de todas maneras. También era bueno manejando las naves de tecnología muy avanzada, ya sean acuáticas o de otra clase, él y su mejor amigo eran bastante buenos en ello. Pero supuso que aquellas experiencias no valían en este planeta. Ya que él no veía grandes bestias, tampoco veía naves tecnológicas voladoras, acuáticas, de tierra o espaciales. Por lo que terminó negando. Ryan no estaba acostumbrado a esto, a él le gustaba estar solo y no estar al pendiente de alguien más las veinticuatro horas, o bueno, tal vez no por el día entero, pero su espacio, su tiempo estaba siendo tomado sin previo aviso. —Iras conmigo a pasear perros, es uno de mis trabajos— Pensó, tal vez podría disminuir su carga horaria de sus trabajos al otorgar uno de ellos al chico. Aunque a él le gustaba pasear perros, tal vez.. entregar su trabajo de mesero en la cafetería no sonaba mal. —Ve a cambiarte, iras conmigo— Decidió, además de que no quería dejar al chico solo en su departamento, aun no había demasiada confianza. Minutos después Ross se vio con otras ropas, claro eran prestadas, en esta ocasión luciría un conjunto deportivo de color n***o con zapatillas blancas, y puede que no sean de su talla, pero no se sentían incomodas. —¿Estas listo?— Ryan le dio una ultima mirada, le vio asentir y tomó sus llaves. —Bien, hora de irnos— Y realmente no sabia como esto resultaría. ... Para la sorpresa de Ryan, Ross aprendía simplemente muy rápido. Y le resultó de gran ayuda al ocuparse de tres de los perros, era mucho más cómodo para él. Ryan los guió hacia la plaza donde solía llevarlos, y soltó a los cuatro perros para que hicieran lo suyo.  —Esta bien, puedes soltarlos ahora— Ryan le dijo a Ross, y este lo hizo. Y Ross tampoco se quedo quieto, él fue detrás de perro que se llamaba Max. Era bastante juguetón y al parecer si quería que jugara con el. —Max, ladra— le ordenó, y el perro obedeció —Muy bien, ahora rueda Max— Este volvió a obedecer, —Rueda otra vez Max— ¿Lo ven?, él era un experto en domar bestias.  Ryan miró con sorpresa, Max nunca le había obedecido o escuchado, de hecho, la mayoría de los perros que cuidaba lo ignoraban. —¿Cómo diablos fue qu- —¡Ahora vuela Max!— Correcto. Ryan no pudo contener la risa, él rió por un buen rato, sin estar seguro si es que aquel chico había hablado en serio o no, aunque si había sonado que iba muy en serio... lo cual lo hizo mucho más gracioso. —¿Estas burlándote de mi?— Ross se cruzó de brazos y observó a parpados entrecerrados a Ryan, —Ya deja de reírte de mi...— Vamos, ¿cómo rayos iba él a saber que los animales de cuatro patas no volaban en este planeta. La idea era tan rara. —E-esta bien, solo, solo fue muy gracioso— Ryan limpió sus lágrimas y volvió a erguirse con normalidad, —Tú definitivamente eres un chico muy raro—  Ross le miró —¿Eso es malo?— Encogiéndose de hombros le respondió —Depende, pero hey, no te preocupes, hay personas mucho más raras en el mundo— —En el universo—  —Claro, si hubiera vida fue de la Tierra tal vez— ¿Por qué este terrestre daba por sentando que no había mucha más vida fuera de este planeta?, —La hay, estoy muy seguro de eso— Ryan le sonrió ladino —¿Un fan de la Ciencia Ficción?— Ross asintió, nuevamente sin saber pero él no podía ser d*********o, por qué... por qué... ¿Por qué? Tal vez asustaría al humano y trataría de dañarlo. Uhm... —Si, me gusta la Ciencia Ficción..— —Por supuesto, y esta bien, no me meto con las ideas y pensamientos de los demás, cada quien es libre de pensar lo que quiera. De vivir su vida como lo desee, ya sabes, todos merecen ser felices— El tono en su voz fue un tanto decaído, recuerdos de un pasado no muy lejano atravesaron su mente. Ross pudo percatarse de ello, pero también le dio mucha importancia a las palabras. Él estiro su brazo hasta que su mano dio con la mano de Ryan, la tomó y apretó. —Estamos de acuerdo, otra vez— Le sonrió, y su mirada mostró estrellas. Ryan solo quedo hipnotizado con los ojos azulados, veía la más agradable de las noches en ellos. Ignorando la presión en una de sus manos. Alguien estaba observando la escena, y ese alguien habló:—¿Ryan?—
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD