El hombre más feliz

1027 Words
La mesa queda en absoluto silencio y todos esperan que yo hable, pero solo estoy muda. Estaba preparada para este momento psicológicamente, pero en este instante la voz ha abandonado mi cuerpo. No muevo un solo musculo para tratar de reaccionar y contestar que acepto casarme con él, pero para mí, el tiempo se ha detenido. Los recuerdos bombardean mi mente logrando que de mis ojos naveguen lágrimas solitarias de dolor. Obligo no solo a mi mente sino también mi cuerpo a reaccionar y dibujar una muy falsa pero creíble sonrisa en mi rostro. Inuyasha me mira en espera de que hable, pero aún estoy choqueada. —Claro que si Inuyasha—me lanzo a sus brazos de forma eufórica, aunque esto solo lastime mi orgullo. Una sonrisa hermosa debo admitir, se forma en sus labios los cuales se ven carnosos y desea... Alejo esos pensamientos cuando quieren llegar más lejos de donde deben llegar. —Me haces el hombre más feliz del mundo—susurra Inuyasha, pero al voltear a ver a los demás nos damos cuenta que esperan muy inquietos una explicación a todo esto. —Toda la noche he esperado pacientemente que me expliques qué diablos está ocurriendo aquí Inuyasha—la fuerte voz de Inu No Taisho hace que Inuyasha suspire cansado. —El tiempo que duramos en el viaje nos fuimos conociendo. Descubrimos que teníamos más cosas en común de lo que imaginábamos. Claro, aparte de que empezamos a llevarnos mejor. Kagome se fue acercando poco a poco a mi corazón y sin poder hacer nada ambos estábamos atrapados en una burbuja que muy difícilmente, se podía salir—explica y todos nos miran atentos—Kikyo eligió a otro hombre, se enamoró de él y entonces ya dimos por terminada una relación que no quedaba nada—todos hacen silencio. —Deja de mentir y diles a todos como engañaste a mi hermana con—me mira con asco—esta mujercita—termina de decir Kagura. —Él no engaño a nadie—le defiendo enojada. —Claro que lo hizo—la voz de Kikyo inunda todo. Lo que faltaba, la ex, con problemas mentales de su novia. —Kikyo—susurra Inuyasha molesto. —Anda y di la historia completa Inuyasha—se acerca a nosotros y su voz cada vez que habla hace que mis tímpanos quieran llorar—cuenta cómo te revolcaste con esta basura—mis ojos se agrandan y no por sus palabras, sino por la curita que lleva en la nariz, al parecer golpeo muy fuerte—que sepan todos que tienen un maldito destroza corazón y muy infiel como hijo—lágrimas falsas como sus senos caen por su rostro—eres un farsante Inuyasha Taisho, eres un maldito ser tan horrible que no siente remordimiento al lastimar a alguien—continua su falso discurso—no sabes cómo detesto todo lo que pasamos porque ahora todo esto vive en mi memoria y mi cuerpo recordándome todos los días lo maldita estúpida que fui al confiar mi amor en una basura como tú que no vales nada al igual que la aparecida esta con cara de mosca muerta—termina llorando con su hermana abrazándola. Todos en la mesa la miran con una tristeza enorme y no es demás. Su actuación merece un premio al mejor farsante de la historia... Kikyo. Comienzo a reír como loca y hasta lágrimas salen de mis ojos mientras agarro mi estómago por doler tanto. —Ese papel no te queda Kikyo—comento riendo. —¿De que diablos hablas?—pregunta confunda y enojada. —El de la víctima inocente. No te queda—repito y todos están escuchando atentos. —Kagome, no es por defenderla, pero no criamos a mi hijo con esas malas mañas—murmura Izayoi mirando de mala manera a su hijo. —Madre todo lo que dice es mentira—habla Inuyasha. —Sabes que es verdad. ¡No mientas Inuyasha!—grita enojada Kikyo. —Inuyasha ¿es verdad o no?—pregunta su padre enojado. —¡Es mentira!—grito en defensa del bastardo al que ahora tendré que llamar mi prometido—ella engañó a Inuyasha con mi chófer—concluyo. —Eso es mentira, yo soy una señorita muy respetada—me dice acercándose desafiante y haciéndome rodar los ojos. —Y esto—saco las fotos y las tiro sobre la mesa, todos abren los ojos sorprendidos porque no sabían que Kikyo en realidad es más puta que la v****a de una prostituta—mi chófer—niego sonriendo—y luego te haces la santa. Por favor. Aquí solo viniste a quitarle la máscara a los señores Taisho y dejando ver lo zorra que eres—sus ojos me miran llenos de odio y ganas de matarme. —Esas fotos son una falsa—comenta dudosa. —No lo son y lo sabes—me acerco a ella—y ten mucho cuidado con los pasos que des porque me entero que le quieres hacer algo a Inuyasha, mi prometido y tendremos problemas, pero muy serios—amenazo. —No lo puedo crees Kikyo—niega Izayoi confundida—te abrimos las puertas de nuestra casa, nuestro cariño, nuestra confianza y lo más preciado que tenemos; nuestro hijo y tú haces esto—niega molesta—quiero que te largues de mi casa—Kikyo la mira sorprendida—¡QUE TE LARGUES!—ella se marcha corriendo y su hermana le sigue los pasos. —Siento todo esto—comento mostrando en mi rostro una mirada preocupada. —Tranquila querida, no tuviste nada que ver en esto—sonrío a Izayoi. —Inuyasha, eres un gran hombre para mi amiga—comenta una feliz Sango. Aunque no sé si es fingido o de verdad. —Muchas gracias Sango—ella asiente sonriente. —¡Felicidades chicos!—todos se acercan y nos felicitan. Yo solo sonrío y trato de parecer la mujer más feliz del mundo, aunque por dentro me rompo en pequeños fragmentos que no se si algún día alguien armará.
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