Una venganza comienza
Camino por el césped, la flor favorita de cada uno está en mis manos. Los extraño tanto, a todos. Nadie nunca me dijo que perder a mi familia dolería tanto, que me destrozarían en vida, que me robarían las ganas de vivir. Porque cada uno de ellos significó en mi vida todo, ellos eran la razón por la cual era feliz y de pronto un día desaparecieron dejando un vacío inmenso que nadie puede llenar, nadie puede hacerlo porque ellos no regresaran, nunca más volverán y es algo que, aunque duele se. Es por eso que detengo mi caminar y miro sus lápidas.
Higurashi Naomi
Higurashi Sota
Lágrimas de dolor caen por mis mejillas, extraño sus tonterías, aún recuerdo los sonidos de sus voces, mirar esto me daña, pero tengo que hacerlo para hacer lo que tengo pensado. Nadie nunca me dijo que dejarlos ir rompería mi corazón de una manera que aun pasados los años sigue doliendo, porque siendo la herida fresca en mi pecho.
Me cuestione muchas veces el por qué yo seguía con vida mientras ellos ya no estaban. Sentí que no merecía ser feliz, respirar, porque ellos no estaban con vida, porque por mi culpa terminamos de esa manera, todos muriendo, porque yo me convertí solo en un pedazo de carne que anda por el mundo, pero por dentro estoy vacía, no tengo nada más que rabia, que odio, que rencor y muchas ganas de tomar venganza, muchas ganas de hacer pagar a quienes nos destruyeron de esta manera
Puedo recordar perfectamente todo, las conversaciones, las sonrisas… Aun las imágenes de ese día pasan por mi mente.
Flash back
—Mamá, ¿mamá dónde estás?—mi grito se escucha por toda la casa, es extraño que no hayan respondido por lo cual me adentro a la casa en busca de mamá, necesito contarle la emoción que tengo, el cómo todo fue maravilloso este día.
—Mierda Taisho tenemos un problema—esa voz no la conozco por lo que sigo caminando hacia ella.
—¿Qué sucede?—pregunta otra voz.
—La hija de esta perra está viva, el idiota de Miki no la mató como teníamos planeado—al escuchar el nombre de mi novio mi sangre se congela.
—Mátala—corro hasta la cocina, pero solo veo un hombre que tiene la cara llena de cicatrices, el terror comienza a navegar por todas mis venas.
—¿Q-Quién e-eres t-tú?—me quiero golpear por tartamudear, pero justo ahora tengo miedo por lo que trago en seco sintiendo el pánico comenzar a atravesar mi cuerpo..
—Quien te mandará hacia el otro mundo—a paso rápido él se acerca y solo siento como la sangre sale de mi estómago cuando él lo atraviesa con el filo de una navaja, miro hacia los lados y mis ojos se llenan de lágrimas.
—Mamá, Sota—el cuerpo de ambos está en el suelo, sus miradas vacías me hacen querer vomitar—NO, NO, ¡MAMÁ! ¡SOTA! NO ME DEJEN POR FAVOR—lágrimas caen y no las puedo controlar.
—Te ayudaré a encontrarte con ellos—clava el cuchillo en mí, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho veces y luego escucho su risa—el trabajo está hecho Taisho—mis ojos pesan y los cierro para quedar en la oscuridad.
Fin del flash back
Dejo las flores en cada una de sus lápidas, miro por última vez, se siente tan extraño, pero ya no hay marcha atrás. Sé que a mi madre no le gustaría la idea de que yo tome venganza. Mi madre era una mujer muy dulce que odiaba los actos de violencia, pero ellos la mataron aun cuando sé que ella con tal de no salir dañada o que uno de nosotros saliera dañado, daría todo. Sé que mi madre habría cooperado porque sabía cómo era ella, sin embargo, a ellos no le importó eso y la mataron dejándola bañarse en su sangre. Dejando que mi pequeño hermano presencie ese cruel acto mientras era torturado.
Una vez me pregunté cuan cruel es el mundo, pero ya no me importa la respuesta, porque yo misma me convertiré en la verduga de muchos. Yo misma tomaré venganza por todo lo que les hicieron.
—Juro vengarme mamá... Sota, haré a los Taisho papillas, no quedará nada de ellos, los destruiré, uno por uno caerá, lo juro, se los juro—hablo y mi voz suena tan oscura, pero no me asusto de eso, yo debo ser así—ellos pagaran en carne propia lo que les hicieron, me cobraré sus muertes de la misma manera, los atacaré como ellos no atacaron a nosotros. Ninguno de ellos es libre de mi mandato, porque fueron señalados y yo conoceré la presa principal—susurro cargada de rencor, de odio—me tendrás que perdonar mamá, pero mis manos se mancharan de sangre porque ya no me importa lo que pase conmigo, yo solo deseo ver a los Taisho caer, uno por uno quiero verlos rogar por su maldita vida, quiero verlos ser miserables, quiero destruirlos de la manera en la que ellos te destruyeron mamá—cierro los ojos controlando las ganas que tengo de ir ya mismo por ellos—solo te pido fortaleza para verles la cara todos los días sin intentar aniquilarlos en ese momento. Dame la fortaleza para que esta venganza se cumpla y pueda acabar con ellos. Aun cuando vaya al infierno por lo que haré los amo y eso nunca cambiará, mamá, Sota—me levanto y respiro hondo para caminar lejos de ellos. Salgo del cementerio y camino hasta mi coche.
—¿Dónde señorita?—me pregunta mi chofer y amigo Koga. Es un hombre guapo moreno de ojos azules que podría fácilmente parecer modelo, él es uno de mis aliados, él es una de las personas que realmente conocen la oscuridad de mi corazón.
—A mi penhouse—le respondo de manera distraída.
—¿Se encuentra bien?—veo preocupación en su mirada al preguntar, pero yo solo finjo mi mascara de hielo.
—Si—suspiro—hoy comienza mi venganza, vamos a planear todo, Sango debe estar esperando—él pone el auto en marcha y durante todo el trayecto nadie dice una sola palabra, cuando llegamos subimos en el ascensor.
—Pensé que tardarías más tiempo—me dice Sango al tiempo que entro por la puerta.
—¿Por qué lo pensaste?—me mira tranquila, ella sabe que no debe indagar mucho en lo que hago porque eso me molesta. Aun cuando ella no está de acuerdo con todo lo que quiero hacer sigue a mi lado ayudándome, sigue siendo esa amiga que un día me prometió estar en las buenas y en las malas.
—Olvidarlo—la miro curiosa—los informes han llegado—una sonrisa malvada aparece en mi rostro—hoy conoceremos todo sobre la familia Taisho—camino contorneando mis caderas hasta uno de los muebles, me siento y tomo entre mis suaves manos ese grandioso documento.
—Veamos que tenemos aquí—abro la carpeta y leo.
Nombre: Inu No Taisho
Edad: 47
Ocupación: Empresario
Empresa: Shikon No Tama
Estadía: casado
Esposa: Izayoi Taisho
Hijos: Dos.
El señor Inu no Taisho es el mayor empresario, sus millones no tienen fin, casado con la que dice ser el amor de su vida.
—Vaya—Sango mira la foto y para su edad está para comerse—nada mal el viejito—la miro mal y se calla—aunque ya lo había visto en fotos, la única que ha renegado de verlos eres tú—comenta y la miro para que haga silencio. Lo hice porque si sabía sobre ellos no planearía nada y simplemente iría yo misma a meterle un tiro a cada uno de ellos. Conozco lo impulsiva que puedo llegar a ser, es por eso que opte por lo más fácil para mí.
—Continuemos...
Nombre: Sesshomaru Taisho
Edad: 29
Ocupación: Empresario
Empleo: Trabaja en la empresa de su padre Inu No Taisho
Estadía: comprometido
Prometida: Kagura Hoyo
Hijos: Ninguno
—Al parecer todos los Taisho son unos bombones estupendos—miro a mi amiga con desaprobación. Ella sabe perfectamente que soy de poca paciencia y parece que quiere jugar con la poca que me queda.
—¿Me dejas continuar?—el fastidio es notable en mi voz y ella enfoca sus ojos marrones en los míos, buscando esa amiga que le seguía el ritmo a lo que dice, pero se encuentra con la máscara de hielo que siempre llevo haciéndola hacer una pequeña mueca.
—Claro—susurra.
—Bien, pásame el que sigue—comento dejando el infirme de Sesshomaru Taisho.
Nombre: Inuyasha Taisho
Edad: 27
Ocupación: Licenciado
Empleo: Trabaja en la empresa de su padre
Estadía: prometido
Prometida: Kikyo
—Demonios—me sorprendo al escuchar mi voz, este hombre está para comerse, es muy guapo. Creo que me impacta demasiado este hombre, observo la foto con atención tragando en seco porque de pronto todo lo que puedo ver es a él.
—Creo que te sorprendiste más que yo—me susurra Sango—estoy realmente sorprendida, pensé que eso no podría pasar—comenta ella y yo miro una vez más la fotografía del Taisho menor antes de enfocarla en ella.
—Creo que uno de los Taisho tendrá que quedarse sin prometida—el odio está inyectado en mi voz.
—¿Qué vamos a hacer Kagome?—le sonrío con tranquilidad y me levanto, camino despacio por la amplia sala.
—Mi elegido es Inuyasha—Koga y Sango me miran en silencio y veo la confusión en sus miradas—voy a casarme con él para poder llegar a toda su familia—la simpleza en mi voz los deja a ambos mirándome con terror.
—Pero él tiene prometida—me hace recordar Sango.
—Para eso está Koga—busco la imagen de la prometida de Inuyasha y me sorprendo al ver que se parece a mí—tendrás que volverte el amante de ella—él solo asiente—ahora Sango y yo nos cambiaremos para ir al cóctel que darán los Taisho ahora que soy su nueva socia—camino con sensualidad y subo las escaleras para encerrarme en mi habitación.
Unos días antes logré hacerme socia de los Taisho a través de Sango, hoy me conocerán personalmente, con el dinero que mi padre me dejó tengo para todos mis planes.
Tomo una larga ducha, cuando salgo me coloco un vestido largo color rojo, es ceñido al cuerpo con un escote de corazón bien voluptuoso. El rojo hace que mi piel clara se vea más pálida, me maquillo natural, mis labios los pinto de rojo carmesí, busco los tacones negros que compre ayer y me los pongo, mi cabello azabache lo dejo en ondas y varios mechones cayendo a cada lado de mi rostro, me coloco los accesorios y cuando me miro en el espejo sonrío con cara maligna.
Lo que les espera Taisho
Sé que soy una mujer hermosa y utilizaré todo lo que tenga a mi favor para vengarme de ellos. Si un físico puede hacerlos pagar lo voy a utilizar. Me he estado preparando para esto desde hace tiempo, para el día en que pueda vengarme de esa maldita familia. Es por eso que le regalo una sonrisa enorme a mi reflejo viendo la mujer sensual que se refleja en el espejo. Me giro en todos los ángulos buscando alguna imperfección porque eso esta noche está prohibido, al no ver ninguna asiento satisfecha.
Pongo todo lo necesario en mi bolso n***o y salgo, camino bajando las escaleras y haciendo que mis tacones suenen. Koga abre los ojos al verme y Sango sonríe. Sango lleva un vestido blanco hasta las rodillas, una fina correa color dorada, unos tacones blancos y su cabello lo tiene recogido a un lado.
—¿Nos vamos?—pregunta Koga y ambas caminamos hacia la salida.
En el camino Sango me comenta todo lo que sabe de ellos, por lo que presto atención para saber en qué puntos puedo atacarlos, porque ninguno de ellos puede librarse de mí. Pienso en Inuyasha Taisho y en todo lo que haré para que se fije en mí. Aunque no deberé hacer mucho, es imposible que alguien como yo pase desapercibida alguna vez.
Cuando llegamos a la empresa Shikon No Tama veo autos estacionados por todas partes, aunque uno reservado para mí, salgo del auto con ayuda de Koga y Sango se pone a mi lado, contoneo mis caderas en todo momento.
—Es hora de empezar—sonrío—una venganza comienza—entro y todas las miradas de clavan en mí.