Una fiesta peculiar (1era. Parte)

1982 Words
La misma noche New York Alessia Sabía que no sería una noche como cualquier otra, más bien tendría una cita con el hombre que me tiene enredado el corazón, entonces decidí usar toda la artillería pesada, me vestí de una forma provocativa sin caer en lo vulgar, para tener la certeza que me mirara como mujer, y no como su amiga de infancia, y vaya que Mustafá me desnudó con sus ojos marrones, pero no me bastan unas miradas ardientes, pues yo no quiero ser una aventura, un capricho para saciar un momento de pasión, en realidad la razón es más profunda, necesito descubrir si puedo llegar a convertirme en la dueña de su corazón y él del mío, aunque no voy a negar que estar bailando entre sus brazos ha sido demasiada tentación, puesto que no solo sus miradas intensas me descolocaban, sino que su aliento en mi rostro me ha dejado en un pánico silencioso, sumado al reflejo de sus ojos en los míos que desataron un caos en mi cuerpo. Igual buscaba la forma de disimular mis nervios llevando las riendas de la conversación, pero para mí sorpresa creo que estuve a dos segundos de saber algo que desconocía de Mustafá, al punto de percibir cierto reclamo de novio celoso en nuestra charla, lo malo es que nuestro momento se arruinó con la presencia de Julius, incluso aun no logro entender, ¿Qué hace aquí? ¿Por qué me mintió? En verdad mi compañero me tiene un poco desconcertada con su actitud, es que ni siquiera le encuentro lógica, más espero que no me traiga problemas. Aunque estoy saliendo de mi curiosidad al contemplar que Julius está acompañado de mi prima Desirée, en tanto siguen saludando a los presentes, pero poco a poco se acerca a la pista, mientras continuó bailando con Mustafá que intenta disimular su incomodidad cambiando el tema. –Alessia sácame de una duda, ¿Tendrás más citas conmigo? Porque para mí no basta una sola, más bien soy de esos hombres que necesita conocer a la chica que tiene delante suyo, como tal debemos tener muchas citas– declara entre risas nerviosas y yo niego con la cabeza mordiéndome los labios. –Mustafá como te burlas de mí, pues nosotros nos conocemos desde que éramos unos niños, me viste crecer a tu lado, y te aseguro que no he cambiado por más que pueda parecer lo contrario– afirmo dejándolo con el rostro pensativo. –Entonces déjame confirmarlo teniendo muchas citas, recuperar el tiempo perdido, volver hacer parte de tu vida, pero está vez no habrá distancia que nos separe, te lo garantizo mi estrella– replica haciendo acelerar los latidos de mi corazón sin abandonar mis ojos grises. –Mustafá no hagas promesas que no puedas cumplirlas, porque te recuerdo que ahora cada uno tiene una vida lejos del otro– reacciono volviendo a nuestra realidad. –Alessia no es una promesa dicha al viento, pues volverte a ver me ha dejado claro que necesito estar a tu lado, para tener esas largas charlas, para simplemente querer disfrutar una película, un baile, lo que quieras, pero juntos, igual que antes– dice desarmando toda mi lógica. ¡Diablos Mustafá! ¿Qué me sucede contigo? ¿Qué estás despertando en mí? ¿Amor o pasión? O estoy confundiendo las cosas entre nosotros y quieres seguir siendo solo mi amigo. Sería más fácil si pudiera abrirte mi corazón, contarte que me tienes confundida, pero tal vez saldrías corriendo y no quiero perderte de nuevo, me grita mi subconsciente hasta que vuelvo a la realidad al tener junto a nosotros a Julius y Desirée obligándonos a detener el baile. –Hola Alessia, está muy animada la fiesta, en buena hora me decidí a venir con Desirée– repite Julius saludándome con un beso en la mejilla para después mirar alrededor. –Hola Julius, no esperaba verte aquí, porque pensé que estarías descansando en el hotel, pero bien por ti que te animaste a disfrutar la noche– respondo dándole una sonrisa afable. –Hola chicos. Alessia necesito que me acompañes, porque aún tenemos una sorpresa más, ¿Vamos? –saluda mi prima para después jalarme por el brazo. –Mustafá después seguimos charlando, ¿De acuerdo? –digo y él asienta quedándose en compañía de Julius. Mustafá Decidí que no podía permitir que mi cita con Alessia se arruine por mis celos con su compañero de baile, más bien era hora de aprovechar la oportunidad que tengo para demostrarle que estoy interesado en ella, que quiero mucho más que una amistad entre nosotros, teniendo que improvisar sobre la marcha pidiéndole más citas, sé que no basta, pero me cuesta repetirle con todas las letras que estoy enamorado de ella, necesito ir descubriendo lo que sus miradas me ocultan, para atreverme a más, para confesarle lo que me pide mi corazón. Aunque parece que tendré grandes problemas con el bailarín, porque el idiota no hace ningún esfuerzo por ocultar que le interesa Alessia, al punto de observar como la sigue con su mirada llena de lujuria, incluso se relame los labios, teniendo que mantener la compostura por más que tenga ganas de romperle la cara, pero denoto mi molestia tosiendo falsamente. –¡Diablos! En verdad soy un tipo suertudo por tener una novia tan hermosa como Alessia, y sería el mayor idiota si la dejo sola, menos mal que decidí asistir a la fiesta– comenta para terminar dándome una sonrisa forzada. –Julius no hace falta que armes este teatro, porque Alessia me dijo que entre ustedes no existe ninguna relación amorosa, que solo es una pantalla por su trabajo por insistencia de la compañía de baile– sentencio y él frunce el ceño. –¡Mustafá! Tal vez no tenga una relación amorosa en sí con Alessia, pero te aseguro que dentro de poco ella estará en mis brazos. Por una simple razón, conozco lo que quiere, lo que necesita, y sobre todo me lo vive demostrando con su proceder, de la forma como confía en mí, y ningún imbécil como tú me lo impedirá– repite confiado teniendo una mirada penetrante, y yo lo aniquilo con mis ojos. –Julius podrás repetir mil veces lo que crees saber de Alessia, pero ella es la única que conoce lo que quiere y tú no estás en sus planes. Lo mejor que puedes hacer es limitar su relación al trabajo por tu bien– argumento con el rostro comprimido. –¡Mustafá! No eres quién para decirme lo que puedo o no puedo hacer con Alessia, al contrario, eres un idiota que esta dé paso por su vida, que intenta llevarla a la cama, aunque no te juzgo, todo lo contrario, te entiendo mejor que nadie, porque también quiero hacerlo, pero la diferencia entre nosotros, es que yo lo lograré, me acostaré con ella– gruñe apretando los dientes haciéndome enfurecer por sus palabras. –Alessia no es un trofeo, o una mercancía que puedes tomar a tu antojo, es una mujer capaz de diferenciar a los idiotas como tú, y haré lo imposible para cuidarla incluso de ti, ¡¿Entendiste?! –exclamo con mi voz enardecida. –No harás nada, porque yo tengo todas las de ganar para llevarla a la cama, te recuerdo que vivo teniéndola entre mis brazos, paso horas tocando su cuerpo, en cambio tú ni en sueños la puedes tener– vocifera con una mirada desafiante. –¡Desgraciado! Eres solo su compañero de baile, nada más y seguirás siéndolo porque Alessia no te puede ver como hombre, solo como un amigo– grito a su rostro. –¡¿En serio lo crees?! Porque yo estoy seguro que con endulzarle el oído la llevaré a la cama, incluso varios sujetos lo han hecho y siempre cae…–declara con firmeza terminando de hacerme perder la paciencia. –¡Imbécil! Alessia no es cualquier mujer fácil como intentas sugerir, es una chica con mala suerte en el amor, pero no por eso voy a permitir que manches su nombre repitiendo estupideces. ¡Respétala! –grito sujetándolo del cuello de su camisa, fulminándolo con mi mirada asesina. Alessia Sigo los pasos de Desirée todavía sin entender adónde vamos, así cruzamos la pista sin poder evitar mirar hacia atrás, queriendo descifrar la charla entre Mustafá y Julius, pero es imposible cada vez nos alejamos más. Aunque en medio de mi curiosidad reacciono tirando de la mano de mi prima. –¡Desirée! Para por favor, no sé dónde vamos, ¿Puedo saber que sucede? –pregunto obligándola a detenernos. –Alessia creí que me reclamarías por Julius, igual quiero aprovechar para aclarar las cosas contigo. Solo invité a tu amigo, porque un pajarito me dijo que no tienes nada con él, de lo contrario no me hubiera atrevido– afirma para terminar soltando una mueca. –Desirée no hace falta que me des explicaciones de lo que haces, pero si te advierto que Julius no es un hombre de compromisos, más bien le encanta divertirse con todas las chicas, y tú serás una más en su lista si estás interesada en él, te lo advierto porque no quiero que te rompa el corazón y tampoco quiero problemas con mi tío Christopher– argumento con firmeza mirándola a los ojos. –¡Alessia! Tengo 20 años de edad, y lo que menos quiero son compromisos con nadie. Solo busco pasar un buen rato con alguien y si lo puedo hacer con Julius mejor, pero apurémonos para cambiarnos de ropa, porque vamos a bailar como odaliscas, muero por ver que caras ponen los chicos– sentencia con una voz envuelta en picardía, haciéndome negar con la cabeza mientras seguimos caminando. –Rápido chicas, aquí tienen sus trajes– nos dice Adamis entregándonos los vestidos apenas ingresamos a unos camerinos. –Desirée ahora me quedan claro los comentarios de las chicas, pero ten cuidado con quien te involucras, pues puedes quemarte en el intento, no todo es deseo, pasión, debería haber mucho más en una relación, te lo digo por experiencia– aseguro y ella me da una sonrisa envuelta en malicia en tanto nos cambiamos. –Prima si puedo tener a los hombres a mis pies lo hare, me divertiré con ellos hasta caer en las redes del amor, además pronto tendré que volver a Italia, a terminar mi carrera de diseñadora de modas, así que no habrá tiempo para nada más– explica buscando mis ojos grises. –Puras excusas para jugar con fuego, porque no eres la oveja negra de la familia, aunque haces muchos méritos para intentar serlo, más bien pienso que te falta madurar, crecer y encontrar el amor. –La oveja negra no sé si lo soy, igual no me interesa enamorarme, ya que no quiero estar como tú, que eres incapaz de vivir lo que siente por el hombre que ama, te conformas con un roce, con una mirada. Y no digas lo contrario Alessia, porque no soy ciega, desde que llegó Mustafá no te apartas de él. Deberían sincerarse sobre lo que sienten y tal vez haya boda pronto– afirma dejándome con el rostro desencajado. Un momento después En mi cabeza siguen las palabras de Desirée a pesar de que estamos saliendo de los camerinos, aun así, la música cada vez se escucha más fuerte teniendo que hacer la coreografía, pero para nuestra sorpresa en vez de encontrarnos con los chicos aplaudiendo y alentándonos, contemplo en el fondo de la discoteca a Mustafá sujetando a Julius por el cuello de su camisa vociferándole al rostro, claro que Nadir y Dante intervienen intentando bajar los ánimos. Sin pensar apresuro el paso para ayudarlos. –¡Mustafá! Suelta por favor a Julius, no arruines la fiesta de Adamis, ¡Escúchame! –pido sujetando su brazo buscando su mirada.
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