Carla.
Salgo de bañarme directo a la habitación, comparto con mis hermanos, me molesta un poco porque muchas veces necesito mi espacio, mi casa es pequeña, tiene dos habitaciones y mis papás son profesores, sus sueldos no son altos que digamos, tienen que mantener una casa, tres hijos, uno en la universidad, y dos en el secundario, cuesta mucho porque encima mi mamá solo trabaja de tarde donde mis hermanos van de tarde al colegio y pagar niñera es demasiado gasto.
—Carlota, —ruedo los ojos porque los dos me dicen de todas las maneras menos mi nombre.
—¿Qué quieres?.
—Que tu novio te mandó mensaje.
—No tengo novio. —busco la ropa que me voy a poner en la mañana, me gusta dejar todo acomodado asi me levanto, me cambio y salgo.
—Entonces porque manda corazones. —sonrío mirando la ropa sin decir nada, hasta me da dolor de pansa por algo tonto—. Seguro estas sonriendo, de aca siento la sonrisa por el mensaje de tu novio.
—No es mi novio.
—No sabia que los compañeros del colegio mandan corazones. —lo miro a Camilo alzando las cejas—. Muy buena esa, la voy a usar. —dejo las cosas en el escritorio que tenemos, cada uno tiene su ropa acomodada para ahorrar tiempo.
—Hasta mañana. —apago la luz y voy a mi cama, tenemos una cucheta que la usan ellos y yo una cama sola, me tapo bien y ahi reviso el celu.
Adiel—. Hola, ¿Cómo estas?.
Adiel—. Espero no molestar. —sonrío porque manda un conejito con una flor y un corazón.
Carla—. Hola, perdón por no responder, me estaba bañando y no molestas. —le mando una carita con corazones.
Carla—. ¿Hiciste lo que te dije de no revisar las cosas?.
Adiel—. Si, no agarré nada, pero repasé mucho con mi papá, él me preguntaba y yo respondía.
Carla—. Bueno, espero que te halla servido el repaso.
Adiel—. Me sirvió tu repaso porque no estaba entendiendo mucho, me despejaste muchísimas cosas que me dejaste tranquilo y confiado.
Carla—. La verdad que me alegra ser de ayuda.
—Charly, deja ya eso que quiero dormir.
—Si, ya lo dejo.
—Y dice que no son novios, laaa que mentirosa.
—Muy mentirosa Carmensita.
—Duérmanse de una vez pesados, y me llamo Carla.
—¿Quién lo dice?.
—Son unos tontos.
—Apaga eso y ya.
Carla—. Adiel, te debo dejar, duermo con mis hermanos y me molestan por la luz del celu, nos vemos mañana.
Adiel—. Nos vemos, besitos.
Adiel—. Que duermas bien. —me giro mirando a la pared sin dejar de sonreír porque me puse muy nerviosa.
—Hasta aca se siente tu sonrisa Carmelita, ya para loca.
—Pesados.
*******
Llego a la facultad un poco mas tarde porque como no rindo el parcial no hacia falta que venga, pero vine asi apoyo a Adiel y asi estudio aprovechando de ponerme al día y adelantar, porque donde le explico todo desde cero a Adiel me atraso en mis cosas. Sentada afuera de la sala donde están rindiendo reviso mi libreta de horarios y el programa del segundo cuatrimestre asi ya voy consiguiendo el material de estudio que despues de ser caro es difícil conseguir, son demasiadas cosas y como yo subrayo todo para tener todo prolijo y no perderme en nada, tengo que sacarlas si o si, y voy a tener que ir a la biblioteca a encargarlas y dejarlas paga con anticipación, alzo la mirada viéndolo salir con una sonrisa enorme.
—Buenas. —me paro sin dejar de sonreír porque él se ve muy feliz, se ve aun mas bello con esa sonrisa de alegría y no triste como estaba.
—¡Aprobé Carla, gracias!. —me da un abrazo que me llega a alzar donde no me lo esperaba, grito del susto, peso como noventa kilos o mas, y me alza como nada.
—¡Felicidades!, fuiste tu solito con tus deseos de aprender. —me baja y ahí nos miramos a los ojos, tengo mis manos en sus hombros sosteniéndome donde me aprieta tanto que debo estar en punta de pies—. La verdad que eres duro, pero no te pones en negativo.
—Eso si me gusta, un puño en medio de la cara seguido de un halago. —me alejo un poco porque me siento un poco incómoda, mis pechos aplastados y los siento muy arriba, casi en el cuello.
—¿Te vas a tu casa ahora?.
—No, me gustaría que me des una mano en química de la contaminación.
—Bien, vamos a la biblioteca entonces.
—¿Vamos a comprar algo? Dejamos las cosas en la biblioteca asi no nos sacan el lugar y vamos a comprar algo de comer que me muero de hambre.
—¿Te pasa que despues de un parcial te da hambre?.
—Si, me pongo tan nervioso que no como nada. —abre la puerta y con la mano libre me hace seña de caminar—. ¿Qué podemos comer?.
—Mmmm, como no p**o no opino.
—Misshh, ¿Cómo es la cosa?.
—¿Qué cosa?.
—Te digo que quieres comer y me sales con que si no pagas no opinas.
—Y no.
—¿Qué acabo de decir? ¿Le hablo al aire?. —me da mucha risa porque mueve las manos y se agarra la cabeza, se para delante mio agarrando mis hombro y se inclina pegándose bien a mi cara que no sé qué hacer—. Cuando yo diga, te invito, es porque te invito, no soy ese idiota con el que saliste, yo soy bien macho que si digo te invito te voy a comprar hasta la luna.
—¿Tanto asi?.
—Tanto asi.
—Bien, entonces quiero donas con chocolate.
—Entonces vas a tener donas con chocolate. —despues de dejar todo en la biblioteca salimos caminando—. ¿Tienes horarios para llegar a tu casa?.
—No, mientras no sea despues de las ocho de la noche.
—Estamos iguales, aunque me llaman a cada hora preguntando donde estoy y qué hago.
—Los mios no llegan a eso, a veces ni me consultan donde estoy o si comi, básicamente actúan como que no les importa lo que hago o que no existo.
—Bueno, yo voy a preguntarte a cada hora que haces, como estas, que necesitas, si comiste, que comiste, —comienzo a reir porque me agarra de la mano corriendo asi cruzamos la calle—. Hasta cuantas veces al dia respiras te voy a preguntar.
—¿Entonces voy a tener que recordar todas esas cosas? Voy a pensar demasiado Adiel.
—Si, obvio que si, porque no juego, voy a mandarte mensaje todo el rato, tanto que vas a decir, que pibe mas sopa que es, me tiene cansada, hasta ese punto voy a llegar.
—¿Me quieres cansar asi te alejas?. —me mira dejando de reir, y hasta deja de sonreir mirándome—. ¿Qué?.
—No quiero cansarte, estaba jugando.
—Yo tambien, no crei que te lo ibas a tomar a mal.
—No me lo tomé a mal, solo que bromeaba, no quiere decir que voy a hacer algo para alejarme de ti, todo lo contrario, me caes re bien.
—Tu a mi igual. —vuelve a sonreir asintiendo.
—Me gusta pasar tiempo contigo Carla, no te rias, lo digo de verdad.
—No me burlo, me tomas de sorpresa Adiel.
—Las sorpresas son buenas de vez en cuando. —entramos al supermercado y yo creyendo que iba a ir a una panadería—. Bien, vamos a la panadería, vemos que hay de comer para el mediodía y nos vamos enseguida que no puedo mas. —agarra un carrito y lo empuja inclinado sobre él—. Esto me hace acordar a cuando éramos chicos y mi papá nos llevaba al super sin mi mamá asi podíamos elegir lo que queríamos.
—¿Se enojaba tu mamá?.
—Si, porque llegábamos con puras tonteras y comida basura, entonces le pegaba unas miradas que se hacia el tonto, y otras que lo retaba feo, pero le entraba por un oído y le salía por otro porque con mis sobrinos hace lo mismo.
—Uy, tus hermanos se deben enojar.
—Si, mi hermana Sefo se re enoja, Jemi no, ella es mi papá en pinta aunque todos dicen que es mi mamá, pero para mi es mi papá porque ella siempre asi, como neutra.
—¿Cómo seria eso?.
—Le chupa un huevo todo. —me agarro de su brazo riendo—. De verdad, cuando te los presente vas a ver que no miento, ella es tipo, asi siiii, mándale no mas, en cambio Sefo es explosiva, le llevo la contra en algo me casca, encima pega re fuerte, —mete unos chocolates al carro sin dejar de hablar—. El otro día me cansó y se la devolví, quedó llorando pero mi papá la retó, le dijo que si pegaba que se la aguante porque nunca se la devolvíamos pero se pasaba.
*****
Adiel.
—Mira, ahí hay donas.
—Si, las vi desde que doblamos la góndola.
—Bueno, ve a elegir. —desde el carro la miro, doy vuelta los ojos porque mira los precios, me acerco agarrando una bandeja cualquiera metiéndola en el carro—. Ey.
—No mires precios mujer.
—No me retes nene. —sin pensarlo la abrazo, tira la cabeza hacia atras sonriendo—. Fue un impulso, tengo dos hermanas que si las ofendo las abrazo.
—No estoy acostumbrada a los abrazos. —me alejo agarrando sus manos con una sonrisa.
—¿Pero puedo abrazarte?. —los ojos enormes tiene, sin decir que sonrie.
—Mientras no andes de manito larga esta bien.
—¿Manito larga?, Jamás en la vida, me enseñaron a respetar no solo a las mujeres, a todas las personas.
—Entonces confío en ti Adiel. —pone sus manos en mi hombro pecho podría decirse—. En que nunca te pasarías de loquillo.
—No sin tu permiso bonita.
—Oooww, buenísimo.
—Vamos a movernos que cada persona que pasa nos miran.
—Debemos parecer cualquier cosa. —vuelvo al carro sonriendo sin poder dejar de ver como elige que comer con lo que ya hay envasado, va dejando en el carro y vuelve a mirar—. ¿Te gusta la berenjena?.
—Si, solo si es al escabeche.
—Justito, vamos a tener que llevar pan. —de camino a la caja voy metiendo mas golosinas al azar porque aun no sé que le gusta, entonces voy a ir probando hasta que dé en el clavo, y agarro un bolso reciclable.
—Asi no vamos de nuevo con las cosas en las manos. —al salir le saco el bolso de las manos—. Yo lo llevo.
—Me había olvidado del machismo que cargas. —doblo mi brazo mirándola con una sonrisa.
—Agárrate de mi que te puedes caer.
—Si me caigo te llevo conmigo.
—Llévame donde quieras entonces. —me acomodo mejor el gorrito porque en el super me di cuenta que me miraban mucho y no quiero la locura con Carla a mi lado—. ¿Qué fecha es tu cumple?.
—El dos de febrero.
—Uuhhh, queda mucho.
—Si, bastante, ¿Y el tuyo?.
—No queda tanto, el doce de agosto.
—¿Festejas?.
—Mmmm, asi con toda la fiesta no, mas bien una comida con mi familia mas cercana, por lo general salimos a cenar, que son los de la casa, mis abuelos y los suegros de Jemi y Elias, nadie mas.
—¿Te llevas mal con ellos?.
—No mal, no soy como mis hermanos, es todo. —queda en silencio cosa que me hace sentir incómodo—. Me refiero a que no me digas que me extrañas y que no me ves si no te tomas la molestia de ir a vernos. —miro hacia el suelo recordando las discusiones en mi casa por esto mismo—. Y prácticamente no me importa si me invitan a sus cumpleaños, prefiero dormir.
—¿Te hicieron alguna cosa?.
—No, solo que como no pegamos mucho, y no hablo de todos, hablo de algunos de mis primos que no me gustan los chistes que hacen, de mis hermanos lo soporto, reconozco que soy temperamental, aguanto mucho pero cuando me saco me saco. —abro la puerta de la biblioteca asi entra, vamos al área silenciosa en silencio asi no molestamos.
—Quedaste en que eres temperamental.
—Ah si, la ultima agarrada que tuve fue por mi sobrina, la mas grande, —saca las cosas de la bolsa y yo los cubiertos y pañuelitos asi los usamos de servileltas.
—¿Le dijeron cosas?.
—Si, no la dejaban en paz porque no pronuncia la R, me re calenté porque la hicieron llorar de tanto que la molestaban, Benaias se enojo y se agarro con uno de mis primos y seguían, asi que me saqué como nunca me había sacado y lo agarré a golpes a mi primo Máximo que mi hermano Elias se tuvo que meter. —la miro que no aguanta la risa hasta que le sale—. Si, ríete que mi papá despues me agarró.
—Pero defendiste a tu sobrina sin importar nada.
—Si, les dije no queria que ni la saluden porque los voy a partir. —preparo el mate sonriendo porque no deja de reir—. ¿Tu cómo eres?.
—No sé, no comparto mucho con mi familia, mis papás son del norte, cuando se recibieron se vinieron para aca porque allá no había trabajo y no los veo, como cuatro veces fuimos y esas veces los vi.
—Escuché y vi muchas personas venirse por eso mismo. —tomo los primeros mates asi no están fuertes—. Bueno, ¿por dónde empezamos?.
—Por bioquímica, asi vamos a la par.
—Bien, con estas donas y mis buenísimos mates vamos a ir piola.
—Buenísimos. —se rie tentada y yo con ella pero por su risa—. Te tiras flores solo.
—¿Si yo no me halago quién lo hace?.
—Yo te tiro todas las flores que necesites.
Hacemos el trabajo que esta en la bibliografía y algunas cosas las entiendo fácil, otras con esfuerzo y después esta lo que me debe explicar, me siento un idiota la verdad, haciendo una carrera donde no entiendo casi nada, cuando ella me explica me da la sensación de que esta haciendo mi carrera tambien y yo me llevo el crédito, voy a esforzarme para que ella se concentre con sus cosas y lo mas mínimo me tenga que explicar.
Papá—. ¿Hola hijo, cómo va?.
Adiel—. Hola, bien, estoy en la biblioteca estudiando con mi compañera.
Papá—. ¿Desayunaron?.
Adiel—. Si, tomamos unos mates y comimos donas, wacala.
Adiel—. Pero Carla eligió donas.
Papá—. Jajajaja.
Papá—. Si quieres enamorarla es el primer paso. —quedo mirando el celular sin saber que decir a eso.
—¿Adiel, comemos? Me dio hambre la verdad.
—Si, voy al baño primero.
—Voy contigo así me lavo las manos.
—Dale. —me paro rápido asi salimos, la dejo salir primera y mi celular suena.
—Tu celu.
—Si, es mi papá, cuando volvamos le respondo, es descortés ahora porque voy contigo. —salgo del baño rapidito esperándola, me apoyo en la pared mirando el celu.
Papá—. No te enojes hombre.
Papá—. Fue una broma.
Papá—. ¿Comieron?.
Papá—. ¿Quieres que les mande comida?.
Papá—. ¿Te enojaste?.
Papá—. ¿Por eso no me respondes?.
Adiel—. No me enojo, esta bien bonita mi compañera.
Papá—. Ay nene, ¿esta?, no hables asi.
Adiel—. Y si lo esta, solo que no pasa nada, solo me da clases y es una buena amiga.
Papá—. Bueno, si piensas que puedes tener algo con ella dale para adelante, no te acobardes hijo que despues te vas a arrepentir, mejor errar que vivir pensando que podía pasar.
—Listo, ¿vamos?.
—Si, le estaba contestando a mi papá. —cuando llegamos a la sala hay una parejita medio apretando, es muy incómodo verlos.
—¿Ustedes estaban aca?.
—Si. —los mira y despues me mira haciendo cara de asco—. Bueno, veamos por donde comenzamos.
—Yo quiero comenzar con la carne que se ve buenísima.
—Chicos disculpen, ¿pero nos harían el favor de dejarnos solos?.
—No, —Carla se inclina hacia adelante mirándolos—. Estamos en una universidad, si quieres intimidad vayan a otro lado, y estábamos primero nosotros estudiando.
—Bueno, pero queremos estar aca, asi que si no se van es problema de ustedes.
—Problema tuyo no mío, yo estoy estudiando en un área de estudio, si hubiera un cartel que dice Telo te doy la razón. —la miro sonriendo porque saca las cosas acomodando la mesa—. Bien, comemos juntos si no te molesta.
—Para nada.
—Vámonos, váyanse bien a la mierda. —comenzamos a reir cuando salen.
—Mire, desubicados que son, encima no me esperaba que le respondas asi.
—De esos hay siempre, eh estado muchas veces aca y vienen a querer intimar, no me voy a ningún lado.
—Y no, que se vayan a otro lado. —deja el tenedor y lo agarro sacando papas— Mmmm que rico.
—Si, menos mal que hacen buena comida.
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