Carla.
Como siempre llego primera a la clases busco el lugar que me gusta, que es al fondo, pero me gusta, me siento comoda y que no molesto a nadie, me gusta llegar temprano porque me gusta repasar y poder ir adelantando, la verdad que con los estudios siempre fui muy pesada, y me considero la loca de los plumones, tengo un montón y cada materia tiene su propio color y cada tema a estudiar lo mismo, me es mas practico porque la gama del rosa lo utilizo en psicología, entonces cada tema que tocamos tiene diferente tonos de rosa, de esa manera me guio mas que bien. Miro la puerta cuando entra Adiel, viene hacia mi sonriendo, se saca la gorra cosa que me parece raro que use todo el tiempo.
—Buenas. —me da un beso en la mejilla y se sienta no a mi lado, en la silla que sigue—. Usemos esta de mesa.
—Dale.
—Para, soy zurdo asi que esta mesa me incómoda. —hace un bochinche tremendo para cambiar la mesa con la silla, cuando queda saca su equipo de mate y unos bizcochos de grasa—. ¿Te gustan?.
—Si, me gustan, ¿vas a tomar clases después?.
—Si, ¿tienes cosas qué hacer?.
—No, yo p**o la comida.
—¿Puedo elegir?.
—Si, vamos al mercado que esta a dos calles.
—Dale, asi compramos comida y no porquerías. —toma el primer mate y saca los cuadernos y lapiceras—. Espero tengan empanadas, tengo terribles ganas de empanadas.
—Yo de no sé, una carne azada o pollo tambien.
—Oojj que rico, anoche mi hermano menor cocinó un pollo, pero estaba salado, se re pasó el idiota.
—¡Que malo!.
—Lo comimos igual, pero me tomé como cuatro litros de agua. —me da un mate, no paro de reir porque hace caras—. ¿Cuántos años tienes?.
—Veintidós, ¿y tu?.
—Tambien, bueno, estoy por cumplir los veintidós.
—Dijiste sobrinos, ¿tienes muchos?.
—Cinco, mi hermano mayor tiene una nena y un nene, mi hermana tiene un nene, y mi otra hermana tiene dos nenas.
—¿Cuántos hermanos son?.
—Cinco. —le devuelvo el mate y saco bizcochos—. Los dos mas grandes son gemelos o mellizos, ni idea la verdad, pero algo de eso son. —me sale la risa de nuevo—. Elias es el mas grande, despues sigue Sefo, después esta Jemi, yo, y Bena, él es el menor.
—Nombres cristianos, que lindo.
—Si, somos cristianos.
—Yo igual, aunque no voy a la iglesia, cuando era chica iba con mi abuela, cuando crecí ya no quise ir mas.
—¿Tienes hermanos?.
—Si, tengo dos hermanos menores, soy la mayor.
—Uuhh, ¿mucho mas chicos?.
—Nos llevamos todos cuatro años, Camilo tiene diecisiete casi es su cumple y Pedro trece.
—Nosotros todos seguidos, bueno, mas que nada los tres mas grandes, ustedes bastante diferencia.
—Si, porque no jugué con ninguno de ellos, cuando Camilo comenzó a jugar a mi ya no me interesaban esos juegos, me interesaba por el maquillaje, la ropa, y entre ellos pasó lo mismo prácticamente.
—Y es que es entendible tambien.
—Buenos días. —entra el profesor y los demás alumnos—. Siempre primera Huichapan.
—Asi me agarro el lugar que me gusta.
—Como si fuéramos muchos. —sonrío porque la otra chica lo mira sonriendo y él nada, ni la pesca—. Bien, vamos a seguir con el repaso del parcial, hoy vamos a sacarnos dudas muchachos. —lo miro sonriendo y niega.
—No voy a preguntar nada si no le entiendo, te pregunto a ti.
—Dime que cosas asi le pregunto y luego te explico.
—Mejor.
Pasa la clase super tranquila con Adiel tomando mates sin parar y comiendo, hasta me siento muy aburrida porque entiendo todo lo que han dado, pero me quedo siempre a los repasos para saber si estoy bien y para poder ayudar a los demás, cobro por las clases porque lo necesito, y si me pagan por entender quiero darles la mejor información posible.
Al terminar la clase vamos a la biblioteca a dejar las cosas asi guardamos una mesa, no va nadie, pero nunca esta de mas ser precavidos, y como el bibliotecario controla nadie toca nada gracias a Dios, me muero si me roban algún cuaderno o fotocopia, libro no compro porque salen un ojo de la cara, es imposible comprar libros de estudio.
—Espera. —me agarra del brazo cuando iba a cruzar la calle—. Ahora si.
—Soy media tonta para cruzar.
—¿Y en auto cómo haces?.
—Ahi si, voy bien y miro todo, pero caminando siempre soy tonta. —lo miro de reojo porque como que esconde la cara de la gente, ¿será de alguna mafia para que haga eso?, y se viste raro, la primera vez que lo vi andaba todo de deporte, la segunda con un jean y camisa suelta, y ahora anda con un pantalón con muchos bolsillos, zapatillas urbanas, y un pulóver enorme amarillo, sin decir que un gorrito que le tapa toda la cara—. Esperemos que halla lo que queremos comer.
—Uuuy ojala, traje plata asi que tranquila, compramos algo copado.
—¿Trabajas?. —me mira dudando—. ¿Qué?.
—Si, trabajo, igual, mis papás me pagan los estudios.
—¡Que bueno!.
—¿Tu solo enseñas?.
—Si, mis papás tambien me bancan la carrera. —en el super entro primera, busco un canasto y vamos a la parte de comida.
—Nooo, se siente hasta aca el olor, que rico.
—Huele como a papitas y hamburguesas.
—No sé, yo huelo a carne asada. —nos reimos donde sentimos diferentes olores—. Mira, se ven varias cosas. —nos paramos delante de la góndola viendo que hay, hay muchas cosas en bandejas y para comprar que te sirvan—. Mira, hay pollo asado como querías. —toca el timbre asi nos atienden.
—Hola, ¿si?.
—Hola, quiero dos porciones de pollo asado, dos milanesas y media docena de empanadas. —ay mi Dios, no tengo como para tanta comida—. Y una bandeja grande de papas a la crema.
—¿Algo mas?.
—Nada mas, gracias. —agarra las cosas sonriendo—. Compra para tomar y pan.
—Esta bien, porque no tengo tanta plata.
—No iba a dejar que pagues tampoco. —agarro una bolsita de pan y vamos por la bebida.
—¿Sabes que no tenemos? Cubiertos.
—Yo tengo, pero debemos compartirlo.
—Aaah buenísimo entonces, yo ando sin nada, tengo que comenzar a andar con esas cosas.
—Yo tengo porque mi mamá me prepara todo sino estaría como tu, sin siquiera agua. —llegamos a las heladeras mirando todo.
—¿Cuál quieres?.
—Mmmm. —mira todo pero va a donde estan los jugos—. Esta, me encanta.
—Llevemos otra mas. —en la caja agarra varios chocolates y gomitas, pagamos y nos volvemos a la escuela—. ¿Tienes vistas que empresas Adiel, ósea, mandar curriculum cuando te recibas?.
—Si, al laboratorio AdBen.
—Nooo, competencia, mi sueño es trabajar ahí.
—Pues entonces corre amiga porque te saco el puesto.
—Aaaggg, yo que te explico con toda mi paciencia y mi amor tienes pensado cagarme.
—En el mundo laboral no hay amigos ni familia, —lo dice con burla y mas cuando lo empujo—. Naaa, yo creo que entras seguro, de clavado, eres una genio.
—Tal vez en los estudios, capas que en el trabajo no sirvo para nada. —abre la puerta de la biblioteca dándome permiso de pasar.
—No digas esas cosas, confianza, vas a ver que entras de una.
—No se olviden de dejar limpia la sala.
—No, tranquilo, siempre dejo limpio. —de nuevo abre la puerta de la sala asi entro primera, cuando cierra señala hacia afuera.
—¿Se habrá enojado porque le dimos comida?.
—Que se enoje no mas, a él le dan comida a nosotros ni pan nos dan.
—Pero le podríamos llevar algo. —mira las cosas en la mesa, saca la bandeja de empanadas dejando dos, pone una pata de pollo, unas papas y le lleva, por mientras acomodo las cosas—. No le llevo mas, pretencioso.
—¿Qué dijo? ¿Qué pasamos con un montón de cosas y solo eso le llevaste?.
—Si, me dice, con un montón de bandejas y mira lo que me traes, descarado, olvídate no le llevo mas.
—Yo te dije, si me ha hecho lo mismo.
—Voy a escuchar cada cosa que me digas.
—Hombre sabio vas a ser, —abro los jugos acomodándolos y lo miro sonriendo—. Si tu novia te dice algo hazle caso y van a ser felices.
—Faaa, hablas como mi papá dándome los consejos de obedecer sin decir nada.
—Ves, ahí tienes un hombre sabio.
—¿Tu novio te hace caso?.
—Sali con un chico dos meses y jamás escuchó nada de lo que dije ni me gustaba.
—¿Un idiota?. —saca los cubiertos que vamos a compartir.
—Un tremendo idiota, pero no hablemos de él, quedó en el pasado.
—Bien, como digas jefa.
—Asi se habla, me debes hacer caso.
—Lo capté a la primera querida, no me sigas amenazando.
Comemos mientras le explico las cosas que necesita, mañana es el parcial y esta nervioso, yo tengo fe de que aprueba, por como responde cada cosa que le pregunto me dice que ya esta preparado, espero que a la hora de hacer no entre en pánico, porque sino le queda la opción de sacar libre o esperar al otro año, no es linda ninguna de las dos, no eh pasado por eso pero lo eh visto a lo largo de estos tres años, compañeros que se frustraron tanto que dejaron, otros que cambiaron las carreras y otros llorar y ponerse furiosos por no entender, es una carrera muy dura, cuando les dije a mis papás me dijeron que lo piense bien porque las estadísticas son muy bajas de personas recibidas, hace tres años que no se recibe nadie, cuando entré una sola chica se recibió y venia de hacer la carrera por doce años, no se dio por vencida pero le costó muchísimo.
—Nos vemos mañana. —me da un beso en la mejilla cuando llegamos a mi auto.
—Nos vemos, descansa, no te pongas loco leyendo y queriendo hacer todo.
—Voy a intentarlo.
—Si estas muy nervioso o con dudas escríbeme, entiendo la sensación.
—Gracias, es muy probable que lo haga, oh, espera. —saca los chocolates y golosinas que había comprado—. Los compré para ti, disfrútalos.
—Gracias, eres un tierno. —se va sonriendo, le veo la espalda donde el pulóver dice, "Amo a Jesús", se gira alzando la mano—. COMO A LAS DIEZ TE ESCRIBO.
—TE VOY A ESPERAR.
De camino a mi casa voy feliz comiendo los chocolates que me regaló, con el chico que salí un par de veces no me regaló ni el saludo, era un tacaño extremo porque todo calculaba, de que si gastaba en un poco de pan despues se arrepentía porque decía que podría haber comprado otra cosa, y eso que lo mantenían los padres, no sé que va a pasar el día que trabaje, y las tres veces que salimos que me invitó él, tuve que pagar mas de la mitad de la cuenta porque justo se olvidó la plata, justo tuvo que pagar unas cosas y justo tenia que comprar otra cosa. En mi casa estaciono al frente de la casa porque mi mamá y mi papá tienen sus autos ocupando el frente de la casa, y el vecino de al lado va a molestarnos si ponemos un auto cerca de su frente, asi que para evitar problemas lo dejamos a lo de los vecinos del frente, es una pareja joven amante de las motos y ellos nos dijeron que para ellos no es ningún problema hasta que le usemos el garaje, guardo los chocolates en la mochila y voy a mi casa.
—Buenas.
—Llegaste un poco mas tarde.
—Si, la clase de apoyo se alargó. —me siento en la mesa mirando la tele.
—¿Y porqué se alargó?. —mi papá me da un mate.
—Porque el chico tiene recuperatorio mañana, entonces estuvimos repasando un montón.
—¿Y te paga lo que pides?.
—Si, este muchacho no tiene ningún problema y es estudioso, eso me gusta, porque no tengo que renegar mucho.
—Que bueno.
—Carlota, después necesito que me ayudes con unas cuentas.
—Bueno, lo que no me estresa Adiel me lo vas a estresar tu.
—Soy tu hermano, tienes que aguantar.
—Aaa mira el tipo. —se aleja porque le tiro un golpe—. Ya te voy a dar vas a ver.
—Basta los dos.
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