Capitulo 1
Adiel.
—Hola, sabes, queria saber si conoces a alguien que dé clases de apoyo de Física.
—¿De qué año y carrera?.
—De tercer año y estoy en Edafología, somos seis alumnos, pero si conoce a alguien que sepa de Física así me explica lo básico me sirve, porque no me sé el nombre de ninguno de mis compañeros como para pedirle.
—Si, conozco a alguien que estudia Edafología de hecho y en el año en el que estas. —revisa en una lista que tiene—. Ella cobra por las clases, ¿No sé si te sigue interesando?.
—Si si, necesito que me den una mano enorme.
—Bien, llega en una hora, siempre se sienta en el área silenciosa, si te quedas cerca cuando llegue te digo quién es.
—Buenísimo, me quedo aca asi aprovecho de hacer tarea.
—Dale.
—Necesito el libro de química tres, ¿tendrá alguno disponible?.
—Para usar aca si, no para llevar.
—Si, lo uso aca.
Me siento cerca del escritorio del bibliotecario así me avisa cuando llegue la chica que da clases, dijo que estudiaba tambien y la verdad que no sé quién será, van dos chicas en mis clases, pero como no me hablo con nadie no tengo idea de cual será lo suficientemente capas de dar clases de apoyo, no sé ni sus nombres menos sus calificaciones porque en los listados solo busco mi nombre, y necesito urgente una maestra de apoyo, reprobé mi parcial, ahora debo ir a recuperatorio y sacarlo si o si o pierdo la materia, eso no va a pasar ni loco, no les dije a mis papás aun, acabo de ver la nota y ya me voy a ir preparando, creí que lo aprobaba, estaba muy seguro que aprobaba, no sé qué pasó, pero debo estudiar mas porque por algo fue.
Me pongo los auriculares y me concentro en hacer la tarea que me mandaron, me gusta la química, la parte practica porque las cuentas y todo eso sé me esta complicando tambien, aunque ahora necesito la ayuda en física, despues me preocupo por química.
—Ey. —me saco los auriculares mirando al de la biblioteca.
—¿Llegó?.
—Si, es aquella gordita. —entra al área super silenciosa y yo junto mis cosas.
—Gracias, voy enseguida. —con las cosas en la mano y la mochila voy al área, hay ventanas por eso la miro que esta sola en el salón y tiene libros en la mesa, entro cerrando enseguida—. Buenas, —me mira sonriendo y si, la recuerdo, se sienta al fondo del salón de clases en total silencio.
—Hola.
—Soy Adiel, —le estiro la mano saludándola—. Me dijeron que das clases de apoyo.
—Si, pero cobro.
—Si. —me siento frente a ella y en la silla de al lado acomodo mis cosas—. p**o, no hay problema.
—¿De qué necesitas?.
—Por ahora de física.
—¿Te preparas para el recuperatorio?.
—Si, tengo que aprobarlo.
—Bien, cobro tres mil la hora.
—Si, no sé cuanto vamos a estar.
—Dije tres mil.
—Si, escuché. —la miro de frente asintiendo—. No tengo problema si realmente eres buena y me haces entender.
—Bueno, entonces veamos que material tienes.
—Tengo todo. —saco las cosas de la mochila y ella agarra el libro—. Eso es de química.
—¿Necesitas ayuda en química tambien?.
—En realidad soy malísimo con las matemáticas.
—Tambien doy clases de matemáticas, química, psicología, antro y me manejo un poco con bioquímica.
—Justo en lo que necesito ayuda, y bueno, el leyes tambien.
—En toda la carrera por lo que veo. —asiento riendo mientras busco en el cuaderno—. Veamos qué tienes.
—Esas son las formulas y cuando revisé el parcial estaban bien, mira, les saque fotos para repasarlas. —le enseño el celu con las fotos.
—El resultado esta bien, solo que el proceso no, veamos, comencemos del principio para ir de a poco.
—Si, yo te sigo. —me explica y la verdad que no entiendo mucho aunque ella me explica bien—. Espera, me llama mi papá. —como no hay nadie mas que nosotros atiendo—. Papi.
—Hola hijo, ¿Dónde estas?.
—En la uní, estoy con una chica que me esta dando clases de apoyo.
—¿Reprobaste?.
—Si, me faltó un punto pa, me quiero morir.
—Ey, calma, ya hablamos de esto Adiel, ya hablamos que no satures hijo, la cosa es llegar no el primero que lo hace.
—Lo sé, pero un solo punto papá, por una cosa lo perdí y me queda una oportunidad y la voy a aprovechar.
—Bien, en casa hablamos mejor hijo.
—Ya casi terminamos aca, en un rato voy.
—Llámame cuando salgas.
—Si, besitos. —guardo el teléfono y la miro—. Bueno, te p**o asi ya me voy.
—Si no tienes ahora me puedes pagar la próxima.
—No, tengo, tranquila, —cuento la plata y se la doy—. ¿Nos podemos volver a ver?.
—Si, ese es mi número, escríbeme así te agendo y nos ponemos de acuerdo.
—Bien. —guardo el papel en mi pantalón y junto mis cosas—. A penas llegue a mi casa te escribo. —Junta sus cosas mirando el reloj—. ¿Te vas?.
—Si, vamos a la mismas clases, vine a estudiar.
—Si, te vi varias veces, ¿quieres que te lleve?.
—No, tengo auto, gracias. —le abro la puerta asi sale primera—. Voy al baño primero, nos vemos.
—Gracias, eres buena explicando.
—Gracias. —me acomodo la gorra bajando bien la visera asi no se me ve bien la cara y camino con la cabeza gacha, no me creo la super estrella, pero no quiero que me sigan.
Adiel—. Papá, ya estoy por salir a casa, ¿pasó por alguna cosa?.
Papá—. No amor, ven no mas, te estamos esperando con mamá para los mates.
Adiel—. Ya salgo, espérenme.
En la casa tomamos unos mates con mis papás y con Bena que no toma mates, él se toma una leche con chocolate que el mamilon espera que mi mamá le haga, yo tambien tomo al menos un vaso al día, y tambien me cuido muchísimo con las comidas, gracias a Dios todos nos acompañan porque si yo estoy comiendo verduras hervidas y todos fideos me volvería loco.
—¿Vas a salir a correr?. —Bena esta parado en la puerta de mi cuarto.
—Si, ¿vas?.
—Si, me pongo zapatillas y vamos. —me ajusto las zapatillas y bajo poniéndome la remera.
—¿Mami?.
—Aca hijo. —voy al taller de Sefo viendo que mi mamá esta acomodando unas telas que se ve que le compraron—. ¿Van a entrenar?.
—Vamos a ir a correr, tal vez una hora.
—Bien, los espero con la comida preparada.
—Adi ya estoy.
—Vamos entonces. —tomamos agua y nos vamos—. ¿Para dónde vamos?.
—Salgamos por la calle, asi vamos hasta la ruta de atras y volvemos.
—Bien, —caminamos a la entrada asi aprovechamos de calentar—. Primero hagamos un trote tranqui, vamos calentando mas duro, después un picadito.
—Dale, arranquemos.
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