—Melania Simond, no sé si te suena ese nombre, la pobre perdió la memoria y es parte de una venganza de quien se la vendió. Al parecer la misma persona que se la llevo a mi hermano la secuestro y ahora está en nuestras manos —contestaba Giorgio con un puro entre los dedos —Que sorpresa, la veía conocida, pero no creí que fuese ella. Tengo conocimiento de quien se trata, es muy famosa así como hermosa, la había visto en revistas y demás publicidades. También tengo entendido que está casada con un millonario francés. ¡Qué pena! el pobre debe de estar sufriendo por su desaparición —tras ese comentario, de Samir surgió una sonora carcajada—. ¿Cuánto quieres por ella, Giorgio? nadie sabrá que la tendré en mi poder, además, sabes para que la quiero y cuando me aburra de ella conoces exactamen