Samanta al escuchar que se despedían se dirigió al sitio donde se encontraba oculta Melania para ella también hacerlo, luego de ver que no había peligro dado que el hombre de nombre Samir había abandonado el lugar empezó a relatar todo el malévolo y cruel plan que tenían para esa noche. El sujeto al que por desdicha le había causado interés había hecho un trato con Giorgio, prometiéndole una gran suma de dinero a cambio de intimar conmigo y también llevarme con él. Por esa razón volvimos a pedir el permiso para salir, mintiendo que compraríamos medicamentos para el dolor de estómago, dolencia que tuvimos que fingir que teníamos para que pudieran aprobar nuestra petición. Al habernos permitido que saliéramos nos enviaron con un hombre de seguridad para que nos vigilara, mismo que burlamos