La furia la invadió en medio de su llanto y de inmediato llamo a su ángel guardián, a Madeline, que al principio no pudo ni siquiera creerle, pero luego empezó a atar cabos.
—Yo… Yo… No lo entiendo… Estuve ahí cuando los doctores intentaban reanimarla, sí, los ayude y todo… pero… en un momento, de repente me sacaron de la habitación porque yo empecé a llorar demasiado… Oh, Dios… ¿crees que en ese momento se robaron a tu hija?... —Su tono se llenó de horror y preocupación.
—¡¿Y cómo?! ¡Tú dijiste que eran de tu entera confianza! ¡Me lo prometiste! —No pudo evitar reclamarle a Madeline a pesar de que las dos estaban destrozadas, pero en ese momento estaba demasiado molesta.
—Eso pensé… El doctor en jefe era mi amigo… —Su voz llorosa empeoró—. Nos conocíamos desde la universidad, nosotros… Oh… Oh, por Dios… —dijo de pronto, como si acabara de tener una epifanía—. Él… Hubo una época en la cual ese doctor fue muy amigo del señor Wright… Creo… Quizás… Quizás era su espía… Tal vez le dijo que yo estaba ayudándote y, como su hija no podía tener hijos por su enfermedad… ¡debieron hacer algún tipo de plan retorcido para quitarte a tu hija! —sollozó con horror .
—¡¿Por qué?! —gritó ella, llorando peor—. ¡¿Por qué mi hija?! ¡¿Por qué ella?! ¿Por qué a mí…? —Su voz fue más suave, más triste y destrozada.
—No lo sé… No entiendo como un hombre para el que trabaje tantos años pudo ser capaz de algo tan horrible… —Volvió a sollozar—. Pero te prometo que lo averiguare, y también veré la forma de hacer que te devuelvan a tu hija. Yo… Creo que esto es mi culpa. Fui demasiado descuidada… permití que te hicieran tanto daño… —Su voz sonó llena de arrepentimiento.
—No… No es tu culpa, tú solo intentabas ayudarme… —En cuanto Nora dijo eso, Madeline suspiro con tristeza—. Pero… quiero a mi hija ahora. ¡Es mía, ellos me la quitaron! ¡¿Aiden siquiera sabe esto?!
—No lo sé, querida, la verdad que no… Yo hasta hace poco creí de todo corazón que ella era hija de Gwen y que el nombre era solo una coincidencia… Vaya que fue una descarada, ni siquiera le cambió el nombre… y la mantuvo oculta para que ni yo me diera cuenta de la brecha de edad, pero ahora que lo sé yo me ocupare de todo. ¡No dejaré que esta injusticia tan grande quede impune! Tú no debes preocuparte por nada, yo…
—¡No, lo haremos juntas! ¡Yo te ayudare! ¡En lo que sea que pueda ayudar, lo haré!
—Ay, Nora… me encantaría, de verdad que sí, pero sabes lo poderosa que es la familia Wright… Al yo ir en su contra, incluso puede que esté arriesgando mi vida…
—¿Qué? ¡Entonces con más razón debo ayudarte! ¡Crecí en las calles y sé defenderme, puedo protegerte de ellos!
—¿Contra sus armas y sus cientos de matones? Temo que es imposible… pero yo tengo una ventaja, y es que ellos confían en mí. El señor Wright ahora mismo está en Canadá atendiendo negocios, iré allá e intentaré averiguar todo lo que pueda para conseguir pruebas y presionarlos a que si no te devuelven a la niña sacaré todo a la luz. Temo que es la única forma de ir en contra de gente tan poderosa como lo son ellos.
—¿Pero no puedo demandarlos? ¿No puedo ir a la prensa yo misma? Todavía tengo todas las cositas de los chequeos de mi embarazo y si hacemos una prueba de ADN…
—Querida, debes entender que los Wright son muy poderosos. ¿Si los demandas? Compraran al juez. ¿Si vas a la prensa? Antes de sacar la nota la prensa le avisará a él que tú quieres hundirlos y entonces… Dios, quizás sea hasta capaz de matarte…
Se oyó a Nora gruñir de frustración.
—¡Ja, no me importa incluso si me mata! ¡Pero no voy a quedarme de brazos cruzados con los que se robaron a mi hija! ¡Nos la robaron a las dos, delante de nuestras narices! ¡Tenemos que hacerlos pagar!
—Pero ¿no quieres la oportunidad de criarla? ¿No quieres la oportunidad de hacer a esa niña feliz? La he visto, Nora… Gwen no la cría bien. La pobre pequeña solo es atendida por sirvientas, su propio padre apenas y sí la ve… Es tan callada y triste… Ahora me doy cuenta de que necesita a su verdadera madre…
Cuando Nora volvió a llorar, con el corazón totalmente roto por sus palabras, Madeline intento consolarla, pero Nora solo pudo llorar peor, por lo que ella volvió a hablarle de estrategias para recuperar a su hija, finalmente logrando que Nora se calmara y la escuchará con atención, puesto que si había algo que sentía más que dolor y rabia, eso era ganas de recuperar a su hermosa hijita.
—Si quieres recuperarla de forma segura, para poder criarla y darle la vida que merece, no debes hacer absolutamente nada. Solo debes esperar a que yo me encargue de todo, soy la única que tiene oportunidad. Y quizás tarde algunas semanas… o meses… —Se oyó muy apenada de no poder ofrecerle ayuda más rápido, pero también se escuchaba determinada—. Pero lo voy a lograr.
Nora siguió llorando un buen rato, obviamente llena de impotencia, pero finalmente cedió.
—Está bien… Te lo dejaré a ti… Confió en ti…
Sin embargo, a pesar de esas palabras… Nora realmente no estaba tranquila, así que le mintió descaradamente a Madeline.
Madeline era una persona buena, Nora de verdad creía eso… pero igual no pensaba dejarle todo el trabajo. Sin embargo, le prometió que no haría nada solo para no preocuparla.
Esa noche, se escapó de casa de su hermana sin siquiera decirle nada, simplemente juntó sus cosas y se fue huyendo por la ventana.
Ahora mismo, tendría que enfrentarse a personas muy poderosas, y no quería meter en problemas a su familia, era mejor alejarse de ellos mientras podía.
Se sentía muy culpable, pero su prioridad era su hija.
Tomó un tren, varios autobuses, hizo dedo y un par de conductores la ayudaron, y caminó kilómetros y kilómetros por las calles aun en la madrugada, sin dormir, sin importarle arrastrarse por el lodo, hasta que llegó a la mansión Wright de Florida, donde internet decía que vivía la esposa de Aiden actualmente.
La dirección en si no estaba muy clara en internet, pero como Luna subía tantas fotos a r************* , y como Nora las revisó a todas y cada una, logró hacer un mapa mental y la buscó usando el satélite de Google. Y claro que la encontró.
Sabía que no debería hacer nada, que no debía poner en riesgo el plan de Madeline para devolverle a su hija de forma segura, pero… quería ver a su hija… quería abrazarla… prefería la muerte antes que pasar un segundo más alejada de ella.
Pero… ¿cómo lo haría sin arruinar las cosas para Madeline y ponerla en peligro también?
Fue entonces que acabo yendo al mercado, donde logro ser contratada por empleadas de Gwen para lograr ser niñera de su propia hija…
Y ahora era que comenzaba su venganza.