Cruza sus piernas de manera provocativa después de sentarse en el taburete y yo me quedo observando la perfección de sus piernas y como puedo me siento en el taburete que está a su lado y me deja apreciar la vista de su anatomía.
Uno de los camareros se acerca a nosotros y al igual que yo se pone nervioso ante su presencia —¿Quiere que le sirva algo?— Le pregunta y ella sonríe.
—Un Cosmopolitan por favor. — Pide con mucha clase.
—Enseguida. — Responde él y se retira.
La observo mover su larga cabellera a un costado, y sin dudas es la mujer con más clase y más sensualidad que he conocido jamás... podría volver loco a cualquiera, y a mí ya me está volviendo loco con tan solo verla.
—Cuéntame todo de ti. — Le pido firme mientras bebo un sorbo del Gin-Tonic que he traído de la barra.
Clava sus ojos esmeraldas en los míos negros y me da una media sonrisa que hace que me olvide de todo —No sé qué quieres saber de mí, pero lo más importante ya lo sabes... me llamo Aria Favreu. — Expresa.
— ¿Y qué haces aquí Aria Favreu?— Pregunto inclinando mi cuerpo hacia el de ella.
—Vine a acompañar a alguien, pero tuvo que irse antes de entrar. — Me explica.
—¿Y ese alguien es tu novio? ¿Tu esposo quizás?— Inquiero y ella ríe.
El camarero regresa con su trago y con sus manos temblorosas se lo entrega y se va. Ella prueba bebe un sorbo y cierra sus ojos —Exquisito. —
《Joder... me está torturando y apenas la conozco...》
—¿Entonces?— Presiono.
—Entonces es mejor que no sepas mucho de mi.— Responde de manera misteriosa.
—¿Por qué?— Presiono sorprendido ante su respuesta.
—Es lo mejor, créeme.— Insiste y no puedo dejar que esa sea su respuesta.
—¿Acaso eres una narcotraficante? ¿Una asesina en serie? ¿Te busca la policía? – Pregunto preocupado, pero trato de disimular con una sonrisa.
—No, no soy ninguna de esas cosas. — Me contesta y sus ojos se fijan en la salida del recinto. —Lo siento Luka, debo irme. — Anuncia repentinamente y se levanta del taburete.
Imito su acción y antes que pueda alejarse la sujeto del brazo —Espera, apenas hemos empezado a hablar. — Le digo y ella me mira fijamente.
Sin entender lo que hace, se agacha y pretende buscar algo en el suelo, pero en realidad está escribiendo algo en un papel que ha sacado de su bolso. —Lo sé, pero debo irme. Si quieres verme, está es mi dirección. Ve después de la media noche. — Anuncia y sin que me lo espere mete el papel en el bolsillo trasero de mi pantalón mientras se despide de mi con dos besos.
《¿Me quiere volver loco?》 Me pregunto a mí mismo mientras que la veo salir de la discoteca con esos pasos tan elegantes que posee.
[...]
Horas después
Lo he pensado una y mil veces, pero aquí estoy parado frente al portal del edificio donde ella vive después de haberle pedido a Dante que se fuera a mi casa en un taxi. Sintiendo que no debería hacer esto, pero al mismo tiempo ignorando cualquier advertencia, tomo valor y toco el timbre.
—¿Quién?— Pregunta su sensual voz a través del intercomunicador.
—Soy, Luka. — Anuncio y el ruido me deja saber que me ha abierto la puerta.
Entro al edificio, tomo el elevador hasta el último piso del edificio y al llegar a la única puerta que hay allí golpeo. Sus ojos esmeraldas me miran hipnotizándome al abrir la puerta, y al recorrer su figura noto como aquel elegante y sensual vestido blanco ha desaparecido para darle lugar a un sensual camisón de seda color n***o que apenas cubre su cuerpo y es levemente cubierto por un albornoz transparente que me hace ver como un idiota ante su sonrisa triunfal.
—Guau...— Logro decir y ella toma mi mano para que entre.
Cierra la puerta rápidamente e intento concentrarme en lo lujoso que es su piso, el cual es prácticamente del mismo tamaño que el largo y el ancho del edificio, pero con ella vestida así es simplemente imposible —Supongo que no has venido hasta aquí para que conversemos, ¿no? — Me pregunta mientras camina hacia mí.
—No creo que logre hacerlo contigo vestida así. — Admito con mi voz ronca a causa de lo que me causa su presencia.
—Qué bueno...— Responde y cuando menos lo espero su mano se ubica en mi cuello y es así como me acerca a su boca y comienza a besarme como si no hubiese mañana.
No sé quién sea ella... solo sé que no puedo evitar dejarme llevar por la manera que me besa y como sus manos comienzan a deshacerse de mi ropa. Solo soy capaz de quitar su ropa y dejar que guie el camino hasta su habitación para recorrer esa piel color marfil que se está convirtiendo en mi obsesión.