Proyecto Explorer

Capitulo 9

—¡Por aquí! —dijo la señora Fany, que trabaja en el área de servicio de la casa desde que Bárbara era una niña, o eso es lo que ella recordaba.

La casa de los Thonsom era una casa algo modesta, tenía sus lujos, pero no eran completamente ricos, sin embargo, el señor y la señora Thonsom tenían ínfulas de que si lo eran. La señora xxx caminaba como si un libro estuviese encima de su cabeza todo el tiempo, parecía una mujer robot. El señor Brad sin embargo le gustaba tener un cigarrillo habano en su boca que nunca encendía solo sujetaba los cerillos en la mano, y en el momento que lo iba a encender lo volvía a colocar en su caja. Kevin tenía la impresión que esa caja solo tenía un solo habano; pero por nada del mundo iba a contradecir a su futuro suegro, los cuales nunca le habían visto con buen ojo. Aunque siempre la señora Molly andaba sonriendo, Kevin en muchas ocasiones había visto como escaneaba con sus ojos desde sus zapatos hasta la playera que llevaba. El señor Thonsom era más directo, siempre preguntando ¿Dónde estaba el padre de Kevin? O ¿cuánto se ganaba en un puesto de frutas? ¿A que universidad pensaba ir? ¿Qué aspiraciones tenía? El primer año de amor entre Bárbara y Kevin fue soportable por los padres de Bárbara, pero luego de ver que esto iba muy enserio, colocaron ciertos límites; no se podía salir de la casa sin una autorización previa, al menos quince días anticipado, las visitas estaban limitadas a solo los domingos con supervisión de los padres de Bárbara. El colegio fue compartido sin remedio alguno: ella insistió mucho en quedarse allí luego que sus padres le llevaron a ver otros colegios, la rebeldía de la chica fue tan alta, que simplemente aceptaron.

El señor Thomson era un excelente cazador, o eso es lo que el decía, en las paredes tenía un par de cabezas, que Kevin no entendía el porque de eso; pero no se atrevía a preguntar, las pocas palabras que salían de la boca de él, eran simples artículos, era muy incomodo para Kevin estar allí, en esa casa, incluso para los Thomson lo era, pero ellos temían que la chica se fugara del lugar: entonces aceptaron a regañadientes la relación.

—Buenas tardes —señora Thomson, —mi madre le ha mandado esto —dijo estirando la charola para entregársela.

La señora Molly arrugó el rostro, como si un desagradable olor se hubiese desprendido de la nada.

—¡Fany! —llamó la señora Thomson.

—¿Dígame señora? —contestó con cara de desconcierto, secándose las manos de su delantal.

—¡Por favor llévate esto! —dijo ella, mirando a otro lado, con la mano en la boca a punto de vomitar.

Fany sujetó la charola mirando a su jefa con cara de desdén; pues no entendía, el drama que estaba haciendo.

—¡Que rico! ¿No me digas?... si… mi favorita —dijo Bárbara que estaba bajando las escaleras, pero se había ido contra la charola —salsa marinada, con cebolla morada, por favor me sirves con mucho amor —le dijo a Fany.

—¡La comida está preparada! —dijo la señora Thomson, levantando la mejilla.

—Si, tranquila mamá, tengo mucho apetito, no te preocupes —dijo sin ninguna importancia.

La señora Molly hizo una mueca como si quisiera decir algo más, Bárbara volteó a verla, pero no dijo nada, solo bajó la mano. La señora Thomson era el tipo de personas que le gustaba quedar como si ella fuese la más educadas de todas, no dejaría escapar su ira frente al muchacho, aún así considerándolo poca cosa.

—¿Dónde este papá? —preguntó Bárbara a su madre.

—Salió un momento, quizás esta por llegar —respondió la señora Molly bajando un poco la voz —allí está —dijo ella abriendo los ojos.

El señor Brad venía acompañado por un joven muy atlético, rubio de ojos azules, parecía que lo habían sacado de un comercial de ropa interior, su cabello largo bailaba un poco con la suave brisa, la mirada de este joven era penetrante.

—Buenas tardes —dijo el señor Thomson con voz de autoridad.

A Kevin inmediatamente se le empezaron a dormir las piernas, el señor Thomson lo ponía muy nervioso.

—Buenas tardes —respondió Kevin con una minúscula voz.

—¿Conoces a Jeremy? —preguntó.

Claro que Kevin conocía a Jeremy, el cual trabajaba con el señor Thomson en la fábrica de tapas plásticas, donde era supervisor