Capitulo 8

612 Words
—¿Estás bien? —preguntó Bárbara viendo a Kevin de reojo sosteniendo una copa sobre sus manos. —Si, en verdad si, hasta estoy sorprendido conmigo mismo —respondió Kevin. —Ja, ja, ja. —¿Qué te parece divertido? —preguntó Kevin. —Nada —respondió ella deslindando el cabello por detrás de su oreja con los ojos puestos en Kevin. Cuatro años más tarde… Kevin se encontraba acostado en su cama con el teléfono en la mano. —¿Qué harás hoy? —envió el mensaje Kevin junto a un emoji de una cara sonriendo. —Estoy en casa —respondió Bárbara —¿vas a venir? —Sabes que tus padres no me soportan. —Tu solo ven, no quiero comer en acción de gracias sin ti. —Es que tú papá me mira muy feo —Por eso no te vas a morir. —¿Si decido no ir? —Entonces me escapo y me voy a dónde tú estés, yo sé que mi suegra, si me quiere —dijo Bárbara mandando unos emojis que estaban riendo y las lágrimas le sobresalían. —¡No! ¿Estás loca? ¡será para que tú papá me mate! —Ja, ja, ja. —¿Siempre consigues lo que quieres? —No, simplemente a ti te gusta verme feliz. —Si es verdad, me gusta verte sonreír, me gusta tu mirada, me gusta tu largo cabello castaño, me gusta tu olor y tus ojos en verano, otoño y primavera. —¿Y no te gustan en invierno? —No… Bárbara mando una carita triste. —En invierno es cuando más me encantan: porque al abrazarte y sentirte más cerca de mí, es cuando verdaderamente disfruto más de tus ojos; esos que me llevan al cielo y me lanzan al pavimento como un ascensor, esos ojos que me elevan sin esperar un suspiro. —Tu si escribes bonito —dijo mandado unos emojis de corazón. —Yo solo escribo las palabras, que salen de mi boca cuando pienso en ti mi amor. —Gracias bebé, te dejo voy a cambiarme, te espero. —Ok, está bien. —¿Para donde vas tan guapo? —dijo la señora Martha colocando detrás de Kevin, que se estaba viendo en el espejo. —A la casa de Bárbara ¿de verdad no te molesta comer sola? —No te preocupes, sabes que a mí no me importa, igual Jhon, dijo que quizás vendría —dijo sin darle mucha importancia la señora Martha mirando hacía otro lado. —Ah, también tendrás una cita —dijo Kevin sonriendo. —¡Nada de citas! ¡respétame Kevin! —dijo la señora Martha golpeándole el hombro a Kevin. —Pero no te molestes —digo Kevin mirando a su madre, la cual lanzó una sonrisa. —Deberías pensar en ti, algún día. —No te preocupes por mí Kevin, hasta ahora he estado bien. —Lo sé, pero el señor Terrent es un buen… —¡Nooo sigas! Kevin meneó la cabeza, y no dijo más nada. La señora Martha se fue a la cocina a preparar la cena. Cuando Kevin se fue a despedir, su madre estaba vestida muy elegante para ser una simple salida de amigos. Kevin sonrió, pero no quiso decir nada más. —Hasta luego mamá. —Nos vemos mas tarde pásala bien, saludos a los padres de Bárbara. Aquí les prepare algo —dijo la señora dándole a Kevin una bandeja larga de aluminio. —Bueno, no creo que sea del agrado de ellos, pero trataré. —No sé porque ellos son así —dijo la señora Martha acariciando la mejilla de Kevin.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD