— ¿Qué pasa Lana? — Natán me mandó un mensaje, pero es algo raro – se lo mostro. — Él jamás escribe así – la miro – Ve. — ¿Qué? — Que vayas, Natán debe estar en peligro – Steve la miro – Yo me encargo de hablar con los mexicanos, tú ve con él. — Esta bien, está bien – dijo Alana tomando su arma – Ten cuidado, cualquier cosa llama. — Estaré bien, corre. Alana subió a su auto y condujo rápido hasta la ubicación que le mando Natán, está nerviosa no lo negara no quiere creer que algo le paso a su chico. Cuando llego a la casa de su primo Rogelio bajo rápido y vio la puerta entre abierta, saco su arma y con cuidado abrió la puerta tocando un par de veces. — ¿Nat? – entro lentamente. — Estamos en la cocina - dijo Rogelio. Se relajo un poco, cerró la puerta y guardo su arma. Al llegar a