— Pónganse los pasamontañas, los llevaré a un lugar donde podamos hablar - dijo Freddy dándole un pasamontaña a cada uno.
— ¿A dónde vamos? - dijo Steve subiendo a la camioneta.
— Esperen aquí no podemos hablar puede estar escuchando - puso en marcha la camioneta - Ahora les explicaré y responderé todo, pero no aquí.
Alana se puso el pasamontañas y se quedó en silencio hasta que Freddy llegara al lugar "seguro" condujo por media hora más y llegó a una casa, bajaron y entraron en ella.
— Es seguro pueden quitarse eso - dijo Freddy - Bien les explicaré la situación en la que están ahora y después me podrán hacer preguntas ¿Bien?
— Perfecto - dijo Alana.
— Adelante - dijo Steve.
— Bien, cuando ustedes fueron a prisión, la mafia “sexy” aún se mantuvo en pie y la SL la apoyaba, aunque ya sabes que al año nos unimos - suspiro - Pero una mafia que se mantenía oculta salió a la luz, The Black Red son famosos ahora y controlan casi todo. Tomas los traiciono, los entrego a la policía a todos.
— ¿Que? - dijo Alana - ¿Dónde está el hijo de perra? Lo voy a matar.
— Suerte con ello, los únicos que escaparon fueron Angela, Natán y José porque bueno Rogelio se reunió con ustedes y el resto al negarse fueron condenados a muerte Rogelio solo dijo lo de Tomas no más y le dieron perpetua. The Black Red lo encontró y lo asesino junto a los oficiales que le protegían.
— Bueno ya me caen bien ahora - dijo Steve.
— Espera - dijo Alana - Dijiste que Angela, José y Natán salieron por que Angela sigue hablando como si la mafia sexy siguiera siendo la puta ama de la ciudad.
— A eso voy, José y Angela entraron a The Black Red, Natán no entro y estaba por decírtelo a ti pero José y Angela lo amenazaron, Angela le dijo que si llegaba a irse de su lado o hablaba con alguien sobre que ella o su hermano estan con The Black Red lo asesinaba. Llevan tres años así, Natán ya trato de suicidarse tres veces ya no aguanta estar en su posición. Si movía un dedo para decirte que pasaba aquí Angela, José y The Black Red lo buscaran y lo mataran, ya trato de huir, pero fue su peor elección, lo encontré medio muerto en un foso y adivinen quien llego como la novia del año.
— Esa hija de perra - dijo Alana - La voy a matar, en cuanto la vea la matare nadie le hace daño a un chico tan lindo como él.
— Vamos al tema central Alana y eso puede ayudarte, esto se los explicara mejor Carrik, ustedes volverán a la SL y se harán cargo para mover ciertas cosas, tener poder de nuevo, por su cuenta y harán lo posible por entrar a The Black Red y acabarla por dentro, eso significa que necesitas a Angela con vida y de tu parte.
— Maldita sea – gruño.
— Serán agentes secretos de la CIA, tendrán todo lo que requieran ya se los digo por experiencia - suspiro - Yo estoy involucrado en toda la ciudad, pero ustedes irán por la cabeza.
— Perfecto, estar bajo órdenes como perras - dijo Steve - A todo esto ¿cómo terminaste aquí? ¿Vas a entregar a los tuyos?
— Por supuesto que no, tienen protección supongo que Carrik se los dijo, somos inmunes. Y bueno, Katya ya no está aquí José María está muerto no tengo más por lo que luchar que por los míos – suspiro bajando la mirada - Katya y José María murieron por esta mierda si tengo el poder de terminar con la mayor parte lo hare mandare a todos al infierno, aunque eso me cueste la vida.
— Lo siento mucho Freddy - dijo Steve - Perder al amor de tu vida y tu hermano es algo muy duro, lo siento mucho.
— Ya… - suspiro cansado - Y aunque crean que trabajar con Carrik es lamer su culo es todo lo contrario, Carrik es quien nos necesita él no puede infiltrarse tan fácil y nosotros sí que podemos – sonrió divertido.
— En eso tienes razón – suspiro Alana - Bien, Angela y Jose son el objetivo ahora para nosotros y para mí es Natán, nadie toca a mí chico.
— Perfecto, ahora recuperen el poder, no olviden que son buscados por la poli son fugitivos tengan cuidado – suspiro y los miro - Bueno, vamos con los chicos, quieren verlos.
— Espera - dijo Alana respondiendo la llamada - ¿Sí?
— ¿Que tal Lana, como estas? Disfrutas por fin el aire en tu cara - Alana se alejó de los chicos.
— Algo así - sonrió Alana - ¿Dónde estás? ¿Cuándo podre ver a mi caballero con armadura o traje al menos?
— Anormal.
— Oh vamos Carrik.
— Gocen estos días, los veré la siguiente semana recuperen lo que tenían supongo que Freddy ya les habrá dicho que paso.
— Si y me duele que no me hayas dicho nada, de saber que pasaba aquí afuera hubiera salido antes.
— No aceptaste mis tratos, fue tu culpa.
— Pero valió la pena, mi trato vienen acompañado de usted en traje - sonrió Alana - No se moleste Carrik, lo veré en unos días, debo arreglar mi mierda - Alana corto la llama y volvió con los chicos - Bien vámonos.
— Subamos, tienen que recuperar muchas cosas chicos pero descuiden estaré apoyándolos.
— Descuida Freddy, tendré lo que era mío en un dos por tres.
Un buen trato conlleva mucha mierda...
— Diles a los chicos que ahora vamos, tengo que hablar con Steve - dijo Alana.
— Claro, los veo dentro - Freddy les sonrió y entró.
— ¿Qué pasa? - Steve vio como Alana le daba la espalda y sacaba un cigarro, se acercó hasta quedar a su lado - No podías hacer nada Lana y lo sabes.
— Claro que podía, al no decirle lo que de verdad sentía fue donde la cagué - suspiro y se rascó la nuca - No puedo creer que me mintiera a la cara José y Angela, y lo peor que ha estado manipulado a Natán y - soltó un bufido - No quiero ni pensar en que más lo ha estado controlado, si tan solo...
— No puedes volver el tiempo Lana, si ahora actúas de manera diferente Angela sospechara y Natán será quien lo pague caro.
— Demonios - gruño y puso su mano en la ventana mirando a la calle - Esa hija de perra.
— Piensa en frío Alana, si lo hacemos bien podremos sacarlo sin daño.
— Bien - suspiro y tiro la colilla de su cigarro y se dio vuelta para verlo - Tengo un plan.
— Te escucho.
— Freddy quiere que nos hagamos cargo, pero hemos estado fuera del rango casi 5 años, no quiero volver así solo porque si y adueñarme de la SL.
— Entonces ¿qué piensas hacer?
— Para la vista de los demás, nuestra mafia sigue "bien" cuando claramente ya ni existe - se cruzó de brazos- Les diremos que queremos volver al camino, poco a poco no levantar tanta sospecha es más cambiaremos nuestros nombres, haremos que buscamos aún residuos de lo nuestro, pero al final yo iré con José y Angela y hablare sobre negocios y tú qué tienes contacto más cercano con su hermano puedes discutir sobre una alianza.
— Los quieres enfrentar – la miro – Ambos hermanos en diferentes bandos. No suena mala idea.
— José habla mierda de su hermano y Pablito ni siquiera lo menciona - le sonrió - Podemos tirar de ahí.
— Vale – asintió con una sonrisa – Vale me gusta como piensas.
— Ahora, espero que ganando la confianza de José pueda saber más sobre está mafia - lo miro - Necesito saberlo, no porque el viejo nos mande, es por el bien de mi chico.
— Perfecto, yo también tiraré de dónde pueda.
— Pero ahora, actuaremos - se acercó y le susurro - Freddy no debe saberlo, lo siento, pero si será muy del FBI o como mierda se llame eso, pero no confío en él. La única persona confiable eres tú – lo miro - Steve sabes cómo es esto, somos nosotros los únicos de fiar, el resto no lo es.
— Ya se Lana - la miro - ¿Que harás con el viejo?
— Ya me haré cargo yo de él - sonrió divertida - Anda entremos que van a sospechar.
Entraron a la casa donde todos estaban, sonrieron al verlos.
— Buenas chicos - sonrió Steve saludando a todos.
— ¿Cómo están chicos? - dijo Angela al verlos.
— Pues - suspiro Alana - Salir y saber que somos unas mierdas ahora.
— Claro que no lo son, pueden salir a la calle y de solo verlos se acojonan – sonrió Dean dándoles ánimos.
— Y de paso nos llevan a la cárcel de nuevo - suspiro y miro a los chicos - Bueno, aclaremos un par de cosas antes de que pase algo más.
— Por supuesto.
— Para empezar, creo que me gustaría saber ¿qué mierda paso con nuestra mafia? Porque bien recuerdo me decían que estaba de puta madre y ahora los únicos que veo son Angela, José y Natán, porque sabemos que Pablito se regresó a México - suspiro Alana - Segundo, Freddy quiere que tomemos el poder pero no queremos - miro a Steve.
— Es injusto llegar así porque si y tomar el poder, podríamos hacerlo si aun tuviéramos gente pero no tenemos así que lo que trabajaremos en conjunto, todos con todos, somos compañeros nadie manda nadie recibe órdenes.
— Me parece bien – dijo Efraín otro de los chicos.
— Bueno - comenzó Angela - Tomas nos traiciono y nos vendió a la poli a todos, por suerte Natán y yo salimos de esa y bueno mi hermano se largó más fácil - suspiro - Lamento no decírtelo pero no queríamos preocuparte ¿verdad cariño? – sonrió mirando a su novio.
— Si, claro - dijo Natán un poco forzado, Alana lo noto pero no dijo nada aunque le revolvía el estómago ver como lo controlaba.
— ¿Alguno vivo? ¿O fuera de la jurisdicción? – dijo Alana masajeando su frente.
— Muertos, nadie fue a prisión - dijo Natán - Querían que no supieras.
— Hijo de perra - susurro Alana. Sabe qué todo eso fue plan de Carrick.
— Bueno ¿y cuál es su plan entonces? – dijo José.
— Volver poco a poco al poder, deberemos cambiar identidades excepto con quienes nos sean de utilidad - los miro - Pero mientras tanto bajo el agua todos, seguramente van a interrogar a más de uno para saber nuestro paradero así que mejor no sepan dónde estamos. Estaremos en contacto, si menos saben de nosotros menos los presionaran.
— Alaric tiene razón - dijo Freddy - Sabemos cómo son esos cabrones, harán lo que sea para sacar información y llegaran a un grado que la lengua se suelte así que mejor no saber dónde están, lo necesario.
— Perfecto – dijo Dean.
— Angela ¿podemos hablar? - susurro Alana al acercarse a ella.
— Claro –Angela y Alana salieron de la casa para ir a la terraza, sacaron un cigarro y comenzaron a fumar - ¿Qué pasa?
— ¿En que estas metido ahora? ¿Sigues con Pablito o estas separado? Lo digo porque bueno, soy una mierda ahora y no tengo nada - soltó una risa.
— Venga que usted no es una mierda Alana - le sonrió Angela – necesita tiempo para volver al ruedo.
— Ya pero no creo volver fue mucho tiempo y la ciudad se maneja de otra manera - suspiro - Así que si tienes algo bueno dime, Steve y yo podremos hacernos cargo.
— ¿Qué es lo que quieres? ¿Poder, dinero?
— Poder y control, el suficiente - la miro - El resto va y viene lo sabes, me conoces.
— Lo es – la miro - Muy bien, en cuanto tenga algo - suspiro - Te lo diré - sonrió.
— Perfecto - le sonrió - ¿Que paso con nuestras propiedades?
— Incautadas, la mayoría lo tiene la poli el resto la SL o al menos las que pudieron tener.
— Al menos se quedaron con algo ellos - suspiro - Y ¿qué tal te va con Natán? - realmente no quería preguntar, pero debía sacar conversación de algo.
— Muy bien - sonrió de lado - Estás de acuerdo ¿verdad? No quiero que esto sea complicado.
— Por supuesto que no, le dije que fuera feliz y bueno que mejor que contigo.
— Gracias - le sonrió - Por la confianza.
— Para eso están las amigas - sonrió.
— Exacto - las dos se abrazaron - Bueno debo ir a trabajar sino mi jefe se molestará.
— ¿Como? ¿Tú trabajando? – soltó una risa.
— Como lo oyes - rieron divertidos - Soy mecánica en el taller del centro.
— Joder - sonrió Alana - Te diría si hay hueco dime, pero ahora no es muy conveniente - rieron - Bueno no te quito más el tiempo, puedes irte.
Angela le sonrió y entro de nuevo a la casa, Alana la siguió con la mirada todo el tiempo, vio cómo se acercaba a Natán y lo besaba, parecía algo natural pero las facciones de Natán decían otra cosa. Le cagaba que fuera así, pero no puede hacer nada sin levantar sospechas.
— ¿Estas bien? - dijo Freddy al verlo, vio como miraba a Natán con la mandíbula apretada - No puedes hacer nada Al.
— Y eso me caga - bufo - Si no le hubiera dicho corre y se feliz porque estaré tras las rejas toda mi puta vida otra cosa seria.
— Lo habrían matado, en pocas palabras Angela lo "salvo" pero eso le costó mucho también.
— Cuando esto llegue a su cumbre, matare a Angela con mis propias manos - miro a Freddy - Así esa mafia de mierda me mate.
— No lo harán - le sonrió de lado - Porque tienes a muchos ahora - suspiro - Aunque no lo creas.
Alana entro a la casa y se puso justo al lado de Natán, no dijo nada, sus manos rozaron, el no poder tocarse como debía les dolía en lo más profundo.
— Te sacare de aquí Natán - susurro - Y matare a la zorra de Angela con mis propias manos. Nadie le quita el encanto a mi chico.
Alaric se fue de su lado dejándolo pensativo, nostálgico y un poco confundido.
Steve encendió el auto cuando Alana entro, la notaba tensa y sabía por qué así que era mejor dejar ese tema aun lado.
— ¿Cuál es el plan ahora?
— Mi confianza a Angela parece intacta, si nos va bien posiblemente tengamos una llamada en los próximos días - suspiro con una sonrisa forzada - Quiero que pares en la siguiente cabina telefónica, le llamare al viejo para nuestros asuntos.
— Vale - suspiro - Por cierto, contacte con Pablito está orgulloso de nuestro escape - sonrieron - Me llamara en unos días, pero me dijo algo interesante.
— ¿Que? – lo miro.
— No confíen en nadie, en especial de sus hermanos, hay ratas en el sendero - la miro unos segundos - Solo eso dijo. Pero fue más que suficiente – volvió la mirada al camino – Nadie es de fiar.
— Bueno, con más razón debemos estar con Angela y José o al menos yo.
— Ya veremos cómo organizarnos, llegamos - señalo la cabina.
— Bien, te mandare ubicación cuando este - salió del auto y lo miro - No quiero que nos sigan, ve con cuidado y sin llamar la atención.
Steve asintió y puso en marcha el auto alejándose del lugar.
Alana se puso su capucha y fue a la cabina, tomo el teléfono y marco el número del Sargento.
Un tono... Segundo tono... Tercer tono...
— ¿Quién habla?
— No se ponga tan agresivo soy yo - dijo Alana con tono cálido y sensual.
— ¿Qué quieres anormal? Te dije que nada de llamadas.
— Y es por eso que estoy llamándolo de una cabina - soltó una risita - Extraño verlo rogando porque saliera de prisión, ahora parece que estoy fuera y no me quiere.
— Cierra el pico anormal. ¿Para qué llamas?
— Una cita conyugal, tal vez - sonrió Alana - Bueno eso si usted quiere, Carrik - no recibió ni un insulto y eso era porque Frank se había encerrado en su despacho para estar solo y que nadie notara su sonrisa - ¿Que pasa Sargento? ¿Ya no me quiere? Porque yo le quiero y en todas las maneras posibles - dijo juguetona.
— Idiota hare que te tragues mi polla para que te calles de una puta vez.
— Bueno, ya sabe cómo callarme - sonrió divertida - Y puede que sea pronto – suspiro – Tengamos platicas calientes en otro momento, necesito unas cosas.
— ¿Que?
— Identificaciones para Steve y para mí, no queremos que nadie de tus perros nos quiera meter de nuevo a prisión y además así mantenemos perfil bajo - suspiro - Por cierto, Pablito nos advirtió que no confiáramos en nadie en especial en sus hermanos, hay muchas ratas al parecer y ya lo note. Pero necesito entrar en las calles como un civil normal, por ello las identificaciones.
— Bien, me hare cargo y te llamare cuando las tenga ¿alguna cosa más?
— Por el momento tenemos todo, cuando estemos más adentrados requeriremos de droga, armas cosas por el estilo.
— No hay problema yo se los daré.
— Perfecto, por cierto, una cosa más.
— ¿Qué pasa?
— Una cita conyugal o has lo que dijiste para mantenerme callada.
— Idiota.
— Te recuerdo que nuestro trato viene incluido usted en traje, me las puedo arreglar para quitárselo - soltó divertida.
— Si no tienes otra cosa mejor, ve a hacer el tonto porque tengo trabajo.
— Esta bien - suspiro - Pero aun lo quiero a usted - el Sargento le colgó y Alana soltó una risa - Nadie tarda tanto en caer - susurro Alana para si - Veamos cuanto tardas tú Frank.
Alana hasta quedar en el centro de la ciudad un parque, dos bares, un garaje, el lugar donde todo el mundo estaba y donde bien podía camuflajearse sin que nadie lo notara del todo.